Pulsa aquà para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
80(27) Este es de qui<strong>en</strong> está escrito: He aquí, <strong>en</strong>vío mi m<strong>en</strong>sajero d<strong>el</strong>ante de tu faz, <strong>el</strong> cualpre<strong>para</strong>rá <strong>el</strong> camino d<strong>el</strong>ante de ti.Jesús, aquí cita sintéticam<strong>en</strong>te un texto que nosotros podemos hallar <strong>en</strong> <strong>el</strong> <strong>libro</strong> d<strong>el</strong> profetaMalaquías, capítulo 3 y verso primero: He aquí, yo <strong>en</strong>vío mi m<strong>en</strong>sajero, <strong>el</strong> cual pre<strong>para</strong>rá <strong>el</strong> caminod<strong>el</strong>ante de mí; y v<strong>en</strong>drá súbitam<strong>en</strong>te a su templo <strong>el</strong> Señor a qui<strong>en</strong> vosotros buscáis, y <strong>el</strong> áng<strong>el</strong> d<strong>el</strong>pacto, a qui<strong>en</strong> deseáis vosotros. He aquí vi<strong>en</strong>e, ha dicho Jehová de los ejércitos.Entre paréntesis, esto es <strong>para</strong> aqu<strong>el</strong>los que, <strong>en</strong> otro ord<strong>en</strong> de cosas y con r<strong>el</strong>ación a otra palabra,han puesto <strong>en</strong> duda la calidad profética d<strong>el</strong> Libro de Malaquías. Y es <strong>en</strong> función de todo esto que luego,Jesús brinda a Juan <strong>el</strong> Bautista uno de los <strong>el</strong>ogios más importantes de toda la Escritura.(28) Os digo que <strong>en</strong>tre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan <strong>el</strong> Bautista;pero <strong>el</strong> más pequeño <strong>en</strong> <strong>el</strong> reino de Dios, es mayor que él.Que te quede bi<strong>en</strong> claro. Cuando algui<strong>en</strong> te insinúe grandeza r<strong>el</strong>acionada con algún personajebíblico o, incluso, humano, recuerda: salvo <strong>el</strong> propio Jesucristo, de qui<strong>en</strong> nadie puede discutir sugrandeza, <strong>el</strong> que lo sigue, porque Él mismo lo dice, es Juan <strong>el</strong> Bautista. Y no se discute más. Se aceptay se cree. Así es como funciona.Sin embargo, y tanto como <strong>para</strong> que la g<strong>en</strong>te no interprete mal lo que significa ser <strong>el</strong> más grande,añade eso de que <strong>en</strong> <strong>el</strong> reino de Dios, <strong>el</strong> más pequeño será mayor que él. ¿Qué quiere decir? Qu<strong>en</strong>ingún hombre, por grande que se considere, puede <strong>en</strong>vanecerse por <strong>el</strong>lo, ya que la gran virtudministerial estará, indefectiblem<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> ser grande <strong>en</strong> los hechos y pequeño <strong>en</strong> <strong>el</strong> perfil.Un amigo mío gustaba siempre de decir, cuando predicaba sobre Juan <strong>el</strong> Bautista, que era unaespecie de hijo de pastor, “fallado”. Hacía una graciosa descripción de un Zacarías vestido de impecabletraje y corbata y de su hijo, andando por allí <strong>en</strong> la intemperie, vestido de harapos y comi<strong>en</strong>doporquerías…Sonaba muy humorístico y la g<strong>en</strong>te se reía a carcajadas…pero era muy cierto. ¿Qué haríanuestra iglesia, hoy, con un personaje como Juan <strong>el</strong> Bautista? Probablem<strong>en</strong>te d<strong>en</strong>unciarlo a lasautoridades y mandarlo preso.LA VERDADERA OFRENDA¡Que tema es este de la ofr<strong>en</strong>da! ¿Verdad? No te imaginas la cantidad de hermanos que meescrib<strong>en</strong>, a diario, consultándome una u otra tesis o posición doctrinal respecto a diezmos y ofr<strong>en</strong>das. Yno lo hac<strong>en</strong> porque lo ignor<strong>en</strong>, sino <strong>para</strong> conv<strong>en</strong>cerse de dos cosas: o bi<strong>en</strong> de estar haci<strong>en</strong>do locorrecto, o tal vez de confirmar lo que ya pres<strong>en</strong>tían: que están si<strong>en</strong>do santam<strong>en</strong>te estafados.No es mi int<strong>en</strong>ción ahondar <strong>el</strong> asunto aquí porque ya lo he hecho <strong>en</strong> trabajos mucho másprofundos y meticulosos, pero sí quiero, una vez más, establecer un principio que es básico, que es<strong>el</strong>em<strong>en</strong>tal y que está por <strong>en</strong>cima de cualquier cosa que se nos haya <strong>en</strong>señado y hayamos apr<strong>en</strong>dido.Si la ofr<strong>en</strong>da va a b<strong>en</strong>eficiar a algui<strong>en</strong>, ese algui<strong>en</strong> será pura, única y exclusivam<strong>en</strong>te a qui<strong>en</strong> la<strong>en</strong>trega, nunca de modo prioritario a qui<strong>en</strong> ocasionalm<strong>en</strong>te la recibe. ¿Qué quiero decir con esto? Quetú debes ofr<strong>en</strong>dar siempre que Dios ponga <strong>en</strong> tu corazón esa inquietud o esa carga, y no por causa d<strong>el</strong>as necesidades que te hayan hecho conocer, ti<strong>en</strong>e tu congregación de contar con <strong>el</strong>la.