REGA – Vol. 1, no. 1, p. 47-58, jan./jun. 200454tificar por lo menos tres características propiasde los SAPS que limitan de manera notoria laaplicación de este arreglo institucional.En primer lugar, la condición de monopolionatural que caracteriza a los SAPS definelas condiciones económicas básicas de esta industria.Esta condición, derivada de la tecnologíade la prestación, no muestra posibilidadesde cambio a mediano plazo. En efecto, enoposición a lo que ha ocurrido con las telecomunicacionese incluso con el sector eléctrico,el proceso básico de prestación de los SAPSha sufrido pocas modificaciones. Obviamente,las prácticas asociadas a la gestión de lasredes y comercialización de los servicios se hanvisto facilitadas por la aplicación de tecnologíasdesarrolladas en otros campos como laelectrónica y el control de procesos. Sin embargo,ello no ha alterado radicalmente la economíade la industria la cual desprovista deun motor tecnológico para la transformaciónque permita aumentar la productividad o quedinamice el desarrollo de nuevos productos,continua siendo un monopolio natural, conmuy alta propensión a la integración vertical yhorizontal, con un fuerte nivel de inversioneshundidas y con niveles de rentabilidad comparativamentebajos y de largo plazo (Velez,2001) . Estas características le confieren unapercepción de riesgo mayor ante fallas de lafunción de regulación, generan fuertes barreraspara la entrada y salida de los agentes sectoriales,impiden las posibilidades de competenciay limitan fuertemente, la sectorizaciónde mercados como mecanismos de adecuaciónde la calidad de los productos a las disponibilidadesde pago de la población.En segundo lugar, las fuertes externalidadesen salud y ambiente asociadas a la industriadel agua potable y saneamiento, determinanel grado de intervencionismo político yen buena medida, las posibilidades de sustentabilidadeconómico financiera de los serviciosa largo plazo. La importancia de tales externalidadesimplica que los SAPS estén sujetos auna triple demanda regulatoria: la de los entessectoriales de la industria, la de los organismosde salud y la ambiental. El desequilibriosostenido en cualquiera de estos tres planos,pone a riesgo el proceso de transformaciónpautado, aunque con plazos de reacción diferentes.En particular, las reacciones socialesante la falta del servicio o surgidas como reacciónante aumentos de tarifas bruscos o noconcertados, ha estado en el centro de las crisismás importantes asociadas a la implantacióndel modelo. La manipulación política del sectorcon fines populistas y electorales de cortoplazo, son también elementos de alto impactosobre dicho proceso.Por último, el relativamente bajo desarrollode empresas privadas para la prestaciónde los servicios implica que existen pocos proponentesen los procesos de incorporaciónde privados con graves consecuencias sobrelas posibilidades de incorporar eficiencia através de la competencia por el mercado, dificultandoaún más la construcción del arreglopautado.La dinámica del proceso de incorporaciónde privados en el sector del agua potable ysaneamiento, ha sido muy lenta y complejaen relación con la que caracterizó, durantela década de los ochenta y noventa, a la privatizaciónde los otros servicios públicos domiciliarios(telecomunicaciones, electricidad,recolección de basura). En un negociocon alta preeminencia de empresas públicas,a nivel internacional, la existencia de empresasprivadas interesadas en participar en laRegión, es reducida, lo que unido al hechode que fuera de las grandes ciudades o aglomeracionesde usuarios, en la Región existenun gran número de sistemas pequeños yde alto riesgo (por las condiciones de disponibilidadde recursos hídricos y por la capacidady cultura de pago de la población), quepodrían no ser atractivos para un operadorprivado internacional.VIEJOS Y NUEVOS PROBLEMASSECTORIALESLos elementos señalados podría explicar labaja eficiencia del modelo para resolver algunosde los problemas mas notorios y tradicionalesdel sector, así como en el hecho de haberseoriginado un conjunto de nuevos problemassectoriales que no encuentran respuestadentro del modelo propuesto. A continuaciónse presentan los más relevantes de dichosproblemas.
Corrales, M. H.Gobernabilidad de los servicios de agua potable y saneamiento en América LatinaLos bajos niveles de cobertura en agua potabley cloacas en la población de mayor pobrezaA pesar del esfuerzo realizado, la regióncontinua presentando un alto grado de exclusiónde los servicios. Lo que es mas preocupanteaún, la velocidad de superación delos problemas de cobertura ha sido inferior yse ha ido consolidando una situación de exclusiónsocial en muchos países de la Región.Una estimación realizada recientemente (Navajas,2001),con base en las cifras de la OPS,concluyó que en la Región existe una cuartaparte de la población, más de 120 millonesde habitantes, que no tienen acceso a conexionesde agua potable mientras que un 46.5%representando cerca de 200 millones de habitantes,no tienen acceso a conexión de alcantarilladoo cloaca. Obviamente, los nivelesde cobertura son muy distintos en funciónde los países, con Chile y Paraguay en los extremosde de<strong>sem</strong>peño en materia de cobertura(mejor y peor, respectivamente). Igualmente,el estudio analizó la relación entrecarencia de cobertura urbana en cloacas ydesigualdad en la distribución del ingreso.Como era de esperar, en todos los países analizados,son los hogares de menores recursos,los que contribuyen decisivamente a los bajosniveles de cobertura de agua y cloacas. Lascifras presentadas indican que: un 72% de loshogares sin cobertura de agua correspondenal 40% más pobre de los hogares. Mientrasque para cloacas, un 62% de los hogares sincobertura pertenecen al 40% más pobre.Este hecho induce una reflexión sobre lasmodalidades de intervención propuestas enel modelo donde se privilegian incentivos demercado para ampliar cobertura y la implantaciónde subsidios directos a la demanda paraatender a la población de menores recursos.Ambos instrumentos se han relevado insuficientespara atender los problemas de exclusiónde los servicios. Por una parte, la implantaciónde subsidios directos eficientes se enfrentaa la debilidad administrativa y la altadiscrecionalidad que ha caracterizado a la acciónpública. Por la otra, los operadores privadosno tienen incentivos económicos paraatender los problemas de exclusión (CasoBuenos Aires, Argentina) a menos que se establezcanmandatos expresos en los contratos(Caso La Paz, Bolivia) o que se dispongade fuentes de financiamiento públicos (CasoCartagena, Colombia) para atender la ampliacióny mejora de los servicios en las zonas demayor pobreza.El rezago en las inversionesLas inversiones promedio requeridas paracubrir el déficit de cobertura en este momento,sin considerar la dinámica demográfica yurbana, ascendería a casi US$36 billones, lascuales representan alrededor del 2,0% adicionaldel PIB para cerrar el déficit actual. Debedestacarse que al ser una parte considerable delos que no tienen cobertura, miembros del 40%más pobre de los hogares, la magnitud de lasinversiones de un programa destinado a cubrirlas necesidades de este segmento serían bastanteconsiderables. Las inversiones requeridaspara la cobertura total de agua y cloacas queatienda al 40% mas pobre de toda la población,ascienden a casi dos tercios de los valores anteriores.Puesto de otro modo, alrededor de dostercios de las cifras presentadas antes, deben sercubiertas por los segmentos más pobres de lospaíses examinados, lo cual da idea de la magnituddel programa de subsidios que se requeriríapara atender tales necesidades.Una de las bondades del arreglo institucionalpropuesto era la posibilidad de contar conrecursos para inversiones provenientes del sectorprivado y de un aumento sostenido de lastarifas y de la eficiencia operativa y comercialde las empresas. En tales circunstancias, la cargasectorial sobre las finanzas públicas podríareducirse considerablemente y contribuir detal suerte, a superar los problemas ya crónicosde déficit fiscal de la región. Esta premisa sinembargo, no ha resultado confirmada por larealidad. En primer lugar, los agentes privadosno han aportado grandes cifras de inversióny cuando lo han hecho, ha sido en las áreasmenos riesgosas del negocio, dejando de ladola resolución de los problemas de exclusiónde los más pobres. En segundo lugar, el aumentode las tarifas y el desmontaje de regímenesineficientes de subsidios, si bien ha logradoavanzar, se ha visto limitado por los problemaseconómicos de muchos países que hanagravado las condiciones de pobreza y aumentadoel porcentaje de la población con necesi-55
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