LA MULTIPLICIDAD DE LA VIDAantiguamente conocida Acacia senegal (de donde se extrae la goma arábiga que seutiliza para la elaboración de cosas tan populares como el chicle norteamericano)era africana y los australianos respondieron que se tome la determinación que sea,Acacia senegal nunca más se llamaría así, se llamaría Senegalia o Vachellia.Los australianos hicieron lobby, entre otros medios con programas radiales, yargumentaron que tenían cientos de especies de uso económico a las cuales seríauna pena cambiarles el nombre y que además de hacerlo, pasando de Acacia, queen latín es femenino, a Racosperma, que en latín es neutro, no solo se tendría quecambiar el nombre genérico, sino también el epíteto específico: por ejemplo Acaciaadunca, no podría llamarse Racosperma adunca, sino, para estar en concordancia conel género debe llamarse Racosperma aduncum (esta concordancia entre el génerodel nombre genérico y el del epíteto específico es una de las exigencias del Código yestá perfectamente reglada), y esto desestabilizaría aún más la nomenclatura.Tanto Padley como Orchard intercambiaron numerosa correspondencia en distintosartículos. Hasta que en agosto de 2004 salió, por fin, la decisión del Comitéde Espermatofitas publicado en Taxon: luego de una larga consideración por nuevevotos a seis (con lo justo necesario) se aceptó la propuesta de Orchard y Maslinde conservar el nombre Acacia con un nuevo tipo, que tal como se planteó caía enAcacia penninervis, la especie australiana.Pero esto, según las reglas, no queda aquí, sino que la decisión del Comité debepasar la votación de la Comisión General de Taxonomía Vegetal, cosa que se hizo, y,por último fue pasar por la Reunión de la Sección de nomenclatura del Congreso Internacionalde Botánica que se realizó en Viena. A esta reunión asistieron alrededorde 200 botánicos, muchos de los cuales llevaban votos institucionales.Las propuestas de conservación son tratadas normalmente al final de la reunión,y nunca en la historia de ésta hubo algún caso de impugnación. Sin embargo,quienes se oponían a cambiar el tipo a una especie australiana – el “bando” africanohabíanhecho saber su deseo de impugnar, mediante votación, la recomendaciónsobre Acacia del Comité. No sólo el “bando” africano asistió en gran cantidad, sinoque solicitaron el voto de instituciones que no estaban presentes, de tal manera quesi bien estaban dentro de las reglas, nunca antes había habido tales grupos y formasde presión. Para impugnar una decisión del comité se debe contar con una mayoríadel 60 %. Luego de la votación el resultado fue de un 55 % a favor del “bando”africano, pero como no llegó al 60 % necesario la decisión del Comité se confirmó.90 | ESCRITURA <strong>EN</strong> CI<strong>EN</strong>CIAS
NOMBRAR PARA DISTINGUIRA pesar que lo resuelto en Viena sigue generando resistencias y discusiones, queanuncian serios debates para el Congreso de Melbourne en 2011, bueno es preguntarsequé sucedería en Argentina, puesto que tenemos alrededor de unas 30 especiesdel género Acacia entre nativas y exóticas. Si la propuesta del Congreso de Vienaes definitivamente aceptada y hasta que no se publiquen las propuestas formales,los nombres genéricos, específicos e infraespecíficos siguen siendo los mismos, esdecir, que todavía se llamarán Acacia. Más adelante nos encontraremos con que algunasespecies exóticas se seguirán llamando Acacia y nuestras especies nativas tomaran elnombre genérico de Vachellia o Acaciella en la mayoría de los casos.<strong>DOC<strong>EN</strong>TES</strong> <strong>APR<strong>EN</strong>DI<strong>EN</strong>DO</strong> <strong>EN</strong> <strong>RED</strong> | 91