D O S I E RVEINTE AÑOS DE MÚSICA EN ESPAÑAESPACIOS PARA LA MÚSICAUno de los hitos más espectaculares de lo acontecido en el panorama musical español en estos 20 años es sinduda el crecimiento de las infraestructuras musicales, la recuperación y la creación de espacios para el disfrutede la música. Han sido cuantiosos los auditorios y teatros que se han construido y adaptado para la músicasinfónica en este periodo, unos rescatados del olvido o de la demolición, otros, creaciones de nueva planta,importante reto acústico, musical y arquitectónico planteado en el ambicioso Plan Nacional de Auditorios.Precisamente el año en que comenzó su andadura estapublicación, 1985, coincide con la puesta en marcha deldenominado Programa de Teatros, un ambiciosoacuerdo de colaboración, con la firma por laAdministración del Estado y con la participación deayuntamientos y comunidades autónomas, acuerdo quecontemplaba la recuperación de numerosos edificios entoda España. Este Programa despertó pronto el interésde los Ayuntamientos para rehabilitar los teatros de suslocalidades ampliándose el acuerdo con sucesivasAUDITORIOSParedes responsable de los Auditorios de Madrid (proyectode 1982 inaugurado en 1988) de Valencia, Cuenca yGranada. Desde entonces se ha configurado una red deauditorios y salas de concierto que han ampliadoconsiderablemente el número de ciudades medias quecuentan con equipamientos musicales adecuados. Este PlanNacional de Auditorios, promovido por el Ministerio deCultura en colaboración con las CC AA y corporacioneslocales, ha permitido proyectar y construir nuevasinstalaciones (Sevilla, Valencia, Zaragoza, Murcia,Barcelona, Cuenca, Lérida, Madrid, Málaga, Salamanca, LasPalmas, Santa Cruz de Tenerife, etc.). En la actualidad elPlan continúa con un presupuesto para 2006 de 10,7millones de euros que duplica el de 2005 (5,1 millones deeuros) para nuevos auditorios. Entre otros, hay que señalarlas dotaciones para las construcciones de nuevos Auditoriosen Barcelona, Gerona, Vitoria, Málaga, Burgos y Lugo. Estosplanes suponen además de la rehabilitación de una parteimportante y singular del patrimonio histórico, unrenacimiento de los sectores del teatro, la música y la danzay sirven de paradigma de las políticas de descentralizacióny democratización cultural. Seguramente, con estaspolíticas, la red de auditorios necesaria para dar soporte alas necesidades de la música clásica en nuestro país para lospróximos años quede completada. En nuestro propósito derevisar este recorrido por las infraestructuras musicales enestos 20 años, además de reflejar una parte importante de laevolución musical de nuestro país trataremos de reflexionaracerca de la capacidad de los auditorios construidos pararesponder a las necesidades provenientes del mundo de lamúsica, y especialmente a las nuevas formas de hacerescuchar música.122Boceto de Santiago Calatrava para el Auditorio de Tenerifeactualizaciones y ampliaciones (1992, 1994, 1996, 2004)hasta el punto de que cerca de un centenar de teatros hasido, está siendo o será rehabilitado mediante la aplicacióndel 1% cultural para financiar el Programa de Teatros. Juntoa esta recuperación de teatros públicos hay que señalar elno menos ambicioso Plan Nacional de Auditorios, iniciadotambién por aquellas fechas y que significa un cambiofundamental en nuestro país, en lo que se refiere aequipamientos musicales. El Plan de Auditorios de Músicase inició con la construcción de nueve salas de conciertos—Auditorios— con un presupuesto medio por auditorio de3000 millones de pesetas. En esta primera fase hay quedestacar el trabajo del arquitecto José María García deEl proceso musicalCada año pasan por nuestro país grandes figuras internacionalesde la música; nuestros auditorios son puntos de pasoobligado para las mejores orquestas, directores, agrupacionesy solistas provenientes de todo el mundo. Este aumentode las infraestructuras se ha producido además de maneraequilibrada y difusa por todo el territorio nacional corrigiendoen parte la concentración de los actos musicales tradicionalmentecentrada en Madrid y Barcelona. Con ello cualquierciudadano en cualquier región de nuestro país puededisfrutar en condiciones óptimas de grandes formacionessinfónicas. Esta fase de creación de infraestructuras significaun paso importante en las posibilidades de la oferta musical.La creación de orquestas propias con temporadas estableses otro elemento clave que además conlleva otro elementopositivo, el de la incorporación a las orquestas dejóvenes músicos surgidos de nuestros conservatorios. Sinembargo, el proceso de consolidación y profesionalizaciónde las agrupaciones musicales es lento y costoso y muchasveces se tienen dificultades para presentar una programaciónde nivel. Se han producido en este sentido algunosacuerdos de colaboración (tipo master-clases) entre orquestasy conservatorios para formar estudiantes, como la JovenOrquesta Nacional y otras. Asimismo hay que destacar la
D O S I E RVEINTE AÑOS DE MÚSICA EN ESPAÑAimportante consolidación de voces solistas y la aparición denuevas voces que han podido saltar a la escena internacionalapoyándose en estas nuevas infraestructuras de nuestropaís. En cuanto a la gestión, la Red Española de Teatros yAuditorios Públicos reúne espacios escénicos de titularidadpública con infraestructura técnica y capacidad presupuestariapara realizar una programación continuada; integradapor cerca de un centenar de espacios escénicos y 11 circuitosde Comunidades Autónomas, es la plataforma de distribuciónde las artes escénicas más importante de España.Ello facilita la viabilidad de un gran número de proyectos yha permitido optimizar las inversiones y rentabilizar almáximo las programaciones, tanto cultural como económicamente,de los locales adscritos al proyecto. Este panoramaalentador del desarrollo de los espacios escénicos ennuestro país no debe ocultar importantes déficit. A pesar dela importancia de este proceso y del considerable esfuerzoeconómico, ello no ha servido para clarificar, como luegoseñalaremos, algunos aspectos en los que se sigue reflejandonuestro retraso científico y tecnológico especialmenteevidente en terrenos de carácter interdisciplinar como elque afecta a las interacciones entre música y arquitectura.Un trabajo multidisciplinarLa creación de estos espacios ha permitido recuperar y consolidarun patrimonio arquitectónico con la recuperación denumerosos teatros del s. XIX y de principios del s. XX: consolidaciónde estructuras, restauración de fachadas reparaciónde cubiertas, renovación de pavimentos recuperaciónde pinturas murales y otros elementos decorativos son lasoperaciones mas habituales además de la conveniente ycompleta renovación de las instalaciones (eléctrica, fontanerías,climatización…), tratándose con respeto y rigor históricolas características originales del edificio. Las intervencioneshan supuesto además la modernización del equipamientoescénico con lo que junto a la recuperación de unpatrimonio arquitectónico se ha contribuido a la mejora delequipamiento cultural de muchas de nuestras ciudades conun patrimonio funcional y actualizado, mejorado con desarrollostécnicos principalmente en materia de acústica desalas. El crecimiento de las infraestructuras musicales hapermitido normalizar la situación y recuperar en parte elterreno perdido en el campo musical con respecto a los paísesoccidentales y coincide con la reafirmación progresivadel concierto público y la progresiva especialización de losauditorios como espacios destinados al mismo. Queda sinembargo mucho camino por recorrer en nuestro país. En elcaso de los auditorios la complejidad de los requerimientossonoros debería haber sido un acicate, una motivación paraun trabajo auténticamente pluridisciplinar, un trabajo conjuntode arquitectos, músicos y técnicos en búsqueda desoluciones para el espacio sonoro. Sería especialmentenecesaria una mayor cooperación y experimentación entreel mundo de la arquitectura y el de la música. Normalmenteel papel de la acústica viene siendo el de dar soluciones aunos planteamientos arquitectónicos preestablecidos sinque existan perspectivas de experimentación y de exploraciónde nuevas posibilidades y de nuevas soluciones integrandoefectivamente espacio y música. La arquitectura,cada vez más autorreferencial, parece haber interrumpidocualquier relación con la música; se construyen monumentosutilizando tipologías ya obsoletas y aplicando la acústicacomo una mera intervención técnica más, sin considerarque una de las innovaciones más importantes en la músicaes precisamente la que se refiere al espacio, al lugar derepresentación y a la puesta en escena de la música. Elarquitecto Renzo Piano, con ocasión de su colaboracióncon el compositor Luigi Nono en la ópera Prometeo, se diocuenta de la importancia de respetar el protagonismo de lamúsica sin olvidar la arquitectura (“un espacio inexistente,un espacio muerto, nunca es un buen punto de partida”), lacual debe estar atenta a una interpretación lo más equilibradaposible de la relación que se pretende entablar entre lasdiferentes disciplinas en juego. Las salas de concierto exigenunas condiciones acústicas estrictas; además, pero juntoa estas restricciones acústicas se presentan exigencias estéticasaltamente subjetivas difíciles de traducir al mundo físico.Desde un punto de vista físico, la principal característica delauditorio es que responda adecuadamente a la excitaciónsonora producida por los instrumentos; las característicasfísicas del recinto están determinadas (forma, volumen,capacidad, superficies, materiales…) estableciendo unasvariables físicas como el tiempo de reverberación, el retardode las primeras reflexiones o los niveles sonoros relativosdel sonido directo y del sonido reflejado en un procesocomplejo. Pero un auditorio posee sobre todo una respuestaestética y por tanto fuertemente subjetiva; así un auditoriopuede calificarse como noble, y la música en él puedesonar clara, limpia, cálida… la acústica de un auditorio puedecalificarse como brillante, suave, resonante, rápida, oscura,vacía, seca… la valoración de un auditorio depende deuna serie de parámetros subjetivos difíciles de medir. Existen,en este sentido, en el campo científico métodos quepermiten estudiar estos componentes psicoacústicos. Se tratade variables que ponen en relación las propiedades físicasdel auditorio y el comportamiento del sonido en el mismocon la respuesta estética de nuestro oído. Normalmenteen el diseño acústico de estas salas se aplican fórmulasestandarizadas; apenas si se tienen en cuenta en el diseñode salas los nuevos avances en métodos psicoacústicos, noexistiendo en nuestro país ninguna experiencia innovadoraa resaltar en cuanto a la búsqueda y el desarrollo de nuevosespacios, en un momento en el que la música ha desbordadoclaramente el marco convencional del escenario clásico.Así, como ejemplo, el papel de la electroacústica que permitecrear espacios de escucha de una gran especificidad,está todavía por descubrir en este campo en nuestro país.Discusión1. La incorporación de nuevos públicosA pesar de todos los logros señalados, el elevado coste económicoque supone la creación de tantos auditorios y laexistencia de formaciones musicales clásicas (principalmentesinfónicas y líricas), sumado a las deficiencias de los sistemasde formación musical, han causado dificultades en elmantenimiento y mejora de la oferta musical clásica. Unestudio sobre la situación de las Artes Escénicas de la RedEspañola de Teatros y Auditorios públicos señala que lasentidades escénicas deben enfocar sus políticas para fomentarla asistencia de jóvenes y mayores, que son los quemenos acuden a espectáculos. Luis Suñén en la introducciónal anuario de la música española 2005 de la SGAEseñala asimismo que “el reto actual de la música clásica enEspaña es el de atraer publico nuevo, si no lo conseguimosla sucesión natural de las generaciones no va a ser suficientey esos espectadores de edad más que madura que acudena nuestras propuestas van a encontrarse sin su sucesiónnatural. Tal ha de ser nuestro trabajo y el resultado por loque toca a la cultura española debe ser necesariamentepositivo si no queremos que se nos muera en las manos”.María José Quero sostiene que “es necesario reforzar lasestrategias de educación escolar con políticas que fomentenel consumo familiar y de grupos de referencia que resultanser las más cercanas e influyentes en el comportamiento delconsumidor, con el fin de educar en el consumo de las artesescénicas desde los círculos más cercanos al individuo”.123