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203 Dic - Scherzo

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D O S I E RVEINTE AÑOS DE MÚSICA EN ESPAÑAAutónoma de Madrid y San Vicente mártir de Valencia. Síquisiera hacer una mención especial a la novedad querepresentó la implantación de la carrera de Historia y Cienciasde la Música en 1999 en la Universidad de La Rioja porsu carácter no presencial. En efecto, los alumnos siguen losestudios utilizando los medios que posibilitan las nuevastecnologías y sólo tienen que desplazarse a Logroño paraexaminarse. Del éxito de esta iniciativa da cuenta el actualnúmero de alumnos que están matriculados en los dos cursos:en torno a los 750, procedentes de toda España.Sin embargo, una gran preocupación se ha cernidoentre los profesionales de la musicología en la Universidad.Cuando se creía que después de diez años de aplicación eltítulo de Historia y Ciencias de la Música estaba plenamenteconsolidado, la aplicación del Convenio de Bolonia hasuscitado la intranquilidad debido a la posibilidad de quelos títulos de segundo ciclo se reconviertan en masters, conlo que la duración y la carga lectiva se reducirían.Una tercera vía de enseñanza musicológica viene dadapor la reciente creación de la Escuela Superior de Música deCataluña (ESMUC), si bien más cercana en sus planteamientosy en la duración de la carrera de musicología (cuatroaños) al Conservatorio que a la Universidad. Presenta unplan de estudios muy atractivo que lo acerca a los grandescentros de estudio europeos y norteamericanos y sobretodo, la posibilidad de llevar a cabo prácticas externas enun organismo durante los dos últimos cursos (radio, estudiode grabación, monasterio, archivo, biblioteca, etc.). Su cargalectiva total asciende a 325 créditos y puede cursarse tantola especialidad de Musicología histórica como la de Etnomusicología.La implantación por primera vez en un centroespañol de un departamento de música antigua, dondepueden estudiarse la totalidad de los instrumentos históricos,supone asimismo una novedad significativa por susimplicaciones con la musicología.La investigaciónDurante estos últimos veinte años es indudable que haaumentado el apoyo de entidades públicas y privadas a larecuperación, edición y grabación del patrimonio musicalhispano, que Higinio Anglés no dudó en calificar de “glorioso”.Sin embargo, tal apoyo se ha revelado totalmenteinsuficiente por parte de los organismos oficiales y no se hapodido traducir en la urgente recuperación de la músicaespañola histórica, aunque en estos últimos años se haavanzado notablemente, sobre todo gracias a la labor de laSociedad Española de Musicología (Sedem), el InstitutoComplutense de Ciencias Musicales, la sección de músicaantigua de la Institución Fernando el Católico, la FundaciónCaja Madrid, el Centro de Documentación Musical de Andalucía,la Fundación Juan March, etc.En un esclarecedor artículo publicado en la Revista deMusicología en 1995 (Teoría, análisis, crítica: reflexiones entorno a ciertas lagunas en la musicología española), MiguelÁngel Roig Francolí afirmaba que la investigación españolase caracterizaba por un exceso de positivismo, basado en laacumulación, presentación y observación de textos y datos,al margen de su interpretación crítica, centrándose enesquemas cronológicos evolutivos y lineales. Un modeloque ha sido cuestionado —Joseph Kerman ha sido uno delos autores que más ha discutido los problemas y limitacionesde este método— y que ha caído en desprestigio. AludíaRoig Francolí a la falta de interés por cuestiones analíticasque sufre la musicología hispana y abogaba para que seotorgara mayor atención al análisis musical en la enseñanzade la musicología. Aunque todavía se publican trabajos deesta naturaleza (un reciente ejemplo lo encontramos en unlibro de 600 páginas sobre la capilla de música en la Catedralde Toledo entre 1700 y 1760, que no contiene ¡ni unasola nota musical!), lo cierto es que se está imponiendocada vez más enfoques que optan por una visión crítica yanalítica de nuestra historia musical, encuadrando el fenómenomusical en su contexto histórico, compositivo e intelectual.Nadie duda de la necesidad de seguir recopilandodatos o transcribiendo las partituras de los diferentes maestrosde capilla y compositores españoles pero sin olvidarque ello no constituye el objetivo final sino el medio parallegar a conclusiones que nos permitan un mejor conocimientoy profundización en un estilo y período musicalconcreto.Como tareas pendientes de la investigación musicológicaespañola cito las siguientes:1) Completar la catalogación de los fondos musicales dearchivos, bibliotecas, colecciones particulares, etc. que seencuentran aún inéditos. Sin esta labor previa, la transcripción,estudio, análisis, interpretación y grabación del inmensorepertorio musical que todavía está por recuperar serevela imposible. A este respecto, sí quisiera citar la magnalabor llevada a cabo por el padre José López-Calo, pioneroen la difícil pero necesaria tarea de catalogación de los fondosmusicales de nuestras catedrales: gracias al decididoapoyo de la Fundación Juan March, el padre López-Calopudo finalizar la catalogación de las obras musicales asícomo la transcripción de las actas capitulares conservadasen los archivos catedralicios de Castilla-León. Ello ha permitidola realización de numerosos trabajos de investigación ytesis doctorales.2) Transcribir y publicar la opera omnia de los principalescompositores españoles. Es sintomático que de ningúnmaestro de la Real Capilla de Madrid entre el siglo XVI y XXse hayan publicado sus obras completas.3) Establecer una mayor relación entre musicólogos eintérpretes. El trabajo de investigación del musicólogo españoldebería tener una mayor aplicación práctica. Ello sedebe a la falta de acuerdos con las agrupaciones musicalesy entidades (auditorios y teatros) de nuestro país y a la faltade interés de éstas por recuperar un patrimonio que quizáno sea tan popular o conocido como el repertorio tradicional.En este sentido, constituye una excepción y un ejemploa imitar que buena parte de las zarzuelas y óperas españolaseditadas por el Instituto Complutense de Ciencias Musicalessean representadas en el Teatro de la Zarzuela.4) Dedicar mayor atención a la música española del sigloXX. El conocimiento y evaluación de la música contemporáneade nuestro país —viable mediante la interpretación y elestudio analítico— está aún por realizar, pese a los meritoriosesfuerzos que hasta el momento se han llevado a cabo.5) Concienciar a la sociedad española y a las principalesinstituciones públicas y privadas (fundamentalmente lasfundaciones de carácter cultural) para que apoyen decididamentela recuperación y difusión del patrimonio musical deEspaña mediante una labor de mecenazgo.Pese a estas carencias, es indudable que la investigación127

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