ACTUALIDADMADRIDLiceo de cámaraDUALIDADESMadrid. Auditorio Nacional. 20-X-2005. Elisabeth Leonskaia, piano. Miembros del Cuarteto Alban Berg. Obras deMozart, Ligeti, Bartók y Kurtág.El Cuarteto Alban Berg —sin su segundo violín yjunto a la pianista ElisabethLeonskaia—, residenteen el XIV Liceo de Cámara,ofreció su primer conciertoen Madrid con Isabel Charisiusen calidad de titular delpuesto de la viola, un atril enel que tocó tantos años elfallecido Thomas Kakuska.Sirvan estas líneas de recuerdo.Prosiguiendo con el ciclocentral de este curso,Mozart, siempre Mozart…,pudieron escucharse los doscuartetos con piano delautor de Don Giovanni, queenmarcaron obras de compositoreshúngaros, Ligeti,Bartók y Kurtág. MozartElisabeth Leonskaia y los miembros del Cuarteto Alban BergRafa Martíninauguró un nuevo génerocon sus obras para piano ytrío de cuerdas. Son dos partiturastotalmente disímiles, yasí las resolvieron los intérpretes,con una gozosa lecturadel K. 493, en la quesobresalieron el primorosofraseo del Larghetto y unmovimiento conclusivoimpregnado de gracia, y unatotalmente trágica, doliente yapasionada del K. 478.Leonskaia demostró su versatilidady entrega al enfrentarsea In memoriam BélaBartók y el Décimo Estudiode Ligeti, páginas de las querindió aproximacionesimpresionantes. Igualmentenotable su Sonata de Bartók,expresada en toda su crudeza.Finalmente, los tres instrumentistasde cuerda propusieronSignos, juegos ymensajes de Kurtág, con unainterpretación que nos llevódel onirismo a las fronterasmismas del silencio.Enrique Martínez MiuraRevista de prensaTRES PARA DOSMadrid. Auditorio Nacional. 8-XII-2005. Frank Peter Zimmermann, violín; Heinrich Schiff, violonchelo; ChristianZacharias, piano. Schubert, Tríos.32El ciclo de Grandes Intérpretescorrespondiente a2005 se cerró con unasesión de cámara —algo nodel todo desacostumbradoen la serie—, a cargo de tresreputados solistas, el violinistaFrank Peter Zimmermann,el chelista HeinrichSchiff y el pianista ChristianZacharias. En programa, dosobras maestras de la especialidad,los Tríos de Schubert.Antonio Iglesias, en su crónicapara ABC, señalaba quelos músicos “se agrupan enun trío anónimo que sabeponerse de acuerdo hasta enlo enfático de momentos,midiéndolo y sintiéndolo enuna inolvidable unidad interpretativa”.En cuanto al nivelartístico de lo escuchado, elcrítico resaltaba: “Quizáshubo una cierta superabundancia,en aras de la mayornitidez del juego, del recortede los valores de cada figura,naturalmente vario y deenorme importancia en laFrank Peter Zimmermann, Christian Zacharias y Heinrich Schiff en el Auditorio Nacionalcomunicación afectiva que,mejor observado, evitaríamomentos de una apreciaciónde sequedad jadeante”.Por su parte, EnriqueFranco en El País se refería ala “lección magistral […] dictada[por] tres grandes denuestro tiempo” al interpretarlos Tríos schubertianos,ya que “La versión de ahoraenaltece y valora al máximola herencia, pues el pianistaChristian Zacharias (alemánnacido en Jamshedpur,India, 1950), el violinistaFrank Peter Zimmermann(Duisburg, 1965) y el violonchelistaHeinrich Schiff(Gmunden, 1952) tienenfacultades y saberes, sensibilidady alto estilo. Los tresintérpretes germanos hicieronmaravillas y conmovieronal auditorio. No cabemejor ni más valiosa lecciónmagistral, tan merecedoradel aplauso como de la gratitud,después de una tardemusical inolvidable”.Rafa Martín
Obra encago a Cruz de CastroCINCUENTENARIO DE LA FUNDACIÓN MARCHMadrid. Fundación Juan March. 4-XI-2005. María José Montiel, mezzo. Grupo instrumental.Director: José Luis Temes. Cruz de Castro, La factoría.ACTUALIDADMADRIDEl pasado 4 de noviembrela Fundación Juan Marchde Madrid hizo la celebraciónmusical del 50º aniversariode su creación. Erajustamente el día en que secumplía el cincuentenario dela escritura de constitución ylos estatutos de esta instituciónque, desde entonces yhasta hoy, ininterrumpidamente,ha atendido a lamúsica como una de lasArtes objeto de investigacióny difusión y a los músicoscomo sujetos destinatariosde apoyo. Después de admirarla excepcional exposiciónde pintura con obras maestrasde la pintura del siglo XX—una por autor— debida alos grandes artistas que laFJM ha presentado en sussedes durante estos cincuentaaños, acudimos al salón deactos para asistir a un conciertoque bien podría haberseplanteado con similar criterio—es decir, seleccionandoobras encargadas y estrenadaspor la FJM a los mássignificativos compositoresespañoles de la segundamitad del pasado siglo—,pero que, en un ejercicio másde compromiso con la creaciónactual, los organizadoresprefirieron plantear comouna sesión con el estrenoabsoluto de una partituraencargada para tal fin. Y elencargo había recaído en elcompositor madrileño CarlosCruz de Castro, quien presentóuna obra representabletitulada La factoría, paramezzosoprano, personajehablado y siete instrumentos.Buscó Cruz de Castro lamanera de apuntar hacia lascaracterísticas de la entidadencargante y, así, concibióuna pieza escénica que, enel texto y en la representación,se refiere a las distintasartes y reflexiona sobre problemasque atañen a sucomún esencia: las relacionesespacio-temporales, sumayor o menor comunicabilidad,los rasgos básicos desus lenguajes… El planteamientocomo música conuna cierta dimensión escénica,pero por completo almargen de la línea operística,tanto en la música comoen el texto y en la forma,nos retrotrae, no sin nostalgia,a años de la “dura vanguardia”en los que Cruz deCastro, junto a tantos otroscolegas de su generación ylas colindantes, ensayaronpropuestas de este tipo queentonces presentaban unosMARÍA JOSÉ MONTIELcaracteres de provocaciónque —afortunadamente—,cuando aquellas piezas sevuelven a poner en pie hoy(pienso, por ejemplo, en elprograma que no hacemucho pudimos ver en elAbadía de Madrid con el teatromusical del Tomás Marcojoven), extrañan a cuantosno vivieron el ambiente culturaly musical de los sesentay los setenta. No es casualidadque, como núcleo conceptualde La factoría, Cruzde Castro tomara una conferenciaque él mismo pronuncióen una famosasesión en el Camarote Granadosde Barcelona en elseno de una Semana deMúsica Nueva que se celebróen los primeros añossetenta, sobre el recurrentetema (yo diría que infinito,pues carece de principio yde fin) resumido en la frase:“¿Es el autor quien tiene quecrear al gusto del público oéste quien tiene que asimilarlo que el autor crea?”.La extensa partitura seorganiza en 26 bloques conmarcado protagonismo de lamezzosoprano —magníficaen el estreno María JoséMontiel, dedicataria de laobra—, acompañada pordistintos instrumentos yalternando con cadencias acargo de guitarra (María EstherGuzmán), clarinete (JustoSanz), violonchelo (JoséMaría Mañero), piano(Manuel Escalante), batería(Antonio Domingo), trombón(Elíes Hernandis) yórgano (Presentación Ríos),más la intervención del conferenciante,papel que asumióel propio compositor,todos ellos dirigidos porJosé Luis Temes y con JavierJacinto y José Pérez comocolaboradores del montaje.El resultado, aplaudidísimo,fue de alto nivel.José Luis García del BustoPresentación del Coro femenino del Teatro RealUN SALUDABLE EJERCICIOMadrid. Teatro Real. 14-XI-2005. Voces femeninas del Coro Titular del Teatro Real. Director: Jordi Casas Bayer. Obras deBrahms, Poulenc, Janácek y Britten.Aprovechando que loshombres se encontrabanparticipando en lasrepresentaciones de Desde lacasa de los muertos de Janácek,las mujeres del CoroTitular del Teatro Real handecidido presentarse ensociedad con un bellísimoprograma con cuatro joyasde la música polifónica paravoces blancas: las Cuatrocanciones con acompañamientode dos trompas y arpaop. 17 de Brahms, las Petitesvoix de Poulenc, las Cancionesde Hradcany de Janáceky, en la segunda parte, comoanticipo navideño, A Ceremonyof Carols de Britten. Unprograma que evidencia lasensibilidad del actual directorde la agrupación, JordiCasas Bayer, y que constituyeun ejercicio muy saludablepara quitar tantos vicios.El coro evidenció unaejemplar afinación, una cuidadadicción y un admirableempaste, por encima dealgunos tics típicamenteoperísticos, como un excesode vibrato (sobre todo en lasmaravillosas canciones deBrahms, de una desgarradorabelleza en su economíade medios) o cierta destemplanzaen los ataques en“forte”. Entre las solistas destacóla soprano Anne Mac-Millan en la expuesta tesiturade las preciosas piezas deJanácek, todo un descubrimiento,al igual que las deliciosasbagatelas de Poulenc,que, como siempre en esteautor, son mucho menosinofensivas de lo que parecena primera vista, sobretodo en el aspecto armónico.Rafael Banús Irusta33