D I S C O SMOZART-PIERNÉMOZART:Sonatas de juventud. Sonata en domayor K. 279, Sonata en sol mayor K.283, Sonata en re mayor K. 311. LUDWIGSÉMERJIAN, fortepiano (J. A. Stein, Augsburgo, 1788).ATMA ACD2 2248. DDD. 56’30’’. Grabación:Nuremberg, IV/2004. Productora e ingeniera:Anne-Marie Sylvestre. Distribuidor: Gaudisc. N PNSémerjian utiliza un piano de época,restaurado por Georg Ott, con lo quenos acerca tanto a la sonoridad esperablede las obras cuando éstas fueroncompuestas como a las limitacionesmecánicas del momento. El timbre delStein se revela algo metálico, pero acambio el intérprete consigue arrebatarlecolores y claroscuros sumamente atractivos.El fraseo en el Andante de la K. 279parece extraído de las propias dificultadesmecánicas del instrumento, mientrasque el ejecutante consigue una graciaevidente en el Finale de esta mismaobra. De nuevo, Sémerjian lucha con lamateria en el Allegro de apertura de laK. 283, cuyo Andante expone con ingenuidad.Muy cantado y elegante el tiempolento correspondiente a la K. 311; enel juguetón Rondeau conclusivo, el pianistaevidencia una admirable agilidaden sus digitaciones.E.M.M.MOZART:Sinfonías nº 1 K. 16 y 32 K. 318.SIBELIUS: Concierto para violín yorquesta op. 47. YUVAL YARON, violín.ORQUESTA SINFÓNICA DE LA RADIODIFUSIÓNBÁVARA. Director: KLAUS TENNSTEDT.PROFIL PH05004. DDD. 48’13’’. Grabaciones:Múnich, 1977 (Mozart) y 1978. Distribuidor:Gaudisc. N PMEl presente disco recoge tomas en directode dos conciertos celebrados enMúnich en las que el director alemánmuestra sus características esenciales. Lasdos sinfonías de Mozart gozan de unalectura clara en lo conceptual, aunquetiende a resultar demasiado espeso en laarticulación y en la conjunción de losplanos sonoros. Se nota, principalmenteen la juvenil Primera, que requiere unespíritu absolutamente clásico y fresco,de ligereza casi etérea, para que funcionerealmente bien. Si tomamos, porejemplo, el Allegro Spiritoso inicial, nosdamos cuenta de la falta de chispa y lanecesidad de buscar una nueva forma deinterpretar el lenguaje. Son interpretacionesde otro tiempo, a pesar de su intensamusicalidad y un muy estudiado ordenestructural. No es que sean malas lecturas,es que resultan anticuadas.El Concierto de Sibelius destaca porsu visceralidad. El vehemente maestro,casi siempre tendente a dejarse llevar porsus impulsos (lo que le convertía, porotro lado, en un músico tremendamentepersonal) se desmelena aquí con unaversión hiperromántica de esta obraacompañando a un Yuval Yaron quecumple con solvencia. Sólo se añora elmismo nivel de personalidad en el instrumentosolista que en el podio. Aun así,una versión estimable.C.V.N.MUSORGSKI:Cantos y danzas de la muerte.RACHMANINOV: Danzas sinfónicas.DIMITRI HVOROSTOVSKI, barítono. FILARMÓNICADE SAN PETERSBURGO. Director: YURITEMIRKANOV.WARNER 2564 62050-2 DDD. 53’55’’.Grabación: Londres, Royal Albert Hall, 24-VIII-2004 (en vivo). Productora: Ann Barry. Ingenieros:Mike Hatch y Neil Pemberton. N PNUn acoplamiento sorprendente, peroadvirtamos que se trata de una toma envivo durante los Proms de 2004. Sóloparece unir ambas obras el que susautores denominen danzas a las piezasque forman cada ciclo. Hay algo más, apoco que miremos: la letra y el espíritudel canto ruso popular. Si persistimos endesdeñar a Rachmaninov el epígonovaliéndonos de Musorgski el genio progresivo-a-pesar-suyo,podremos perdernosalgunos valores importantes de estedisco. Podremos perder de vista las diferenciasinsalvables entre ambas obrasacopladas: el carácter sobre todo sinfónicode las danzas de Rachmaninov; laíndole sobre todo vocal de las deMusorgski. ¿Hay algo más alejado deunas páginas sinfónicas que la pureza,intimidad y expresividad de un recital decanto como el propuesto en la orquestaciónde Shostakovich de esas cuatroobras maestras del compositor de BorisGodunov? Eso afecta también a las calidades,desde luego. El ciclo de Rachmaninoves magistral; el de Musorgski,genial. Y disculpen la simplificación. Elciclo de Rachmaninov lo interpreta unamagnífica orquesta y un director sensacional.El de Musorgski lo canta un barítono-bajofuera de serie, Dimitri Hvorostovski.Y le acompañan la mismaorquesta y la misma batuta. Las cualidadesde Hvorostovski lucen y relucenaquí: voz soberbia, timbre vigoroso,enérgico alcance, de gran anchura, concapacidad para bellas frases, de ampliatesitura hacia abajo; y gran capacidadhistriónica en ese deslizarse hacia lopatético cuando es fronterizo de lo gro-Hilary Hahn y Natalie ZhuCOMO LOS ÁNGELES92MOZART: Sonatas para piano yviolín K. 301, 304, 376 y 526.HILARY HAHN, violín; NATALIE ZHU,piano. DEUTSCHE GRAMMOPHON 00289 4775572. DDD. 69’52’’. Grabación: Nueva York, II yXI/2004. Productor: Thomas Frost. Ingeniero:Stephan Flock. Distribuidor: Universal. N PNA sus veinticinco años, Hilary Hahnpuede presumir de tener ya a sus sóloen apariencia frágiles espaldas una delas carreras individuales no sólo másexitosas sino, lo más importante y difícil,más coherentes y por tanto provechosasde las últimas décadas. Cuando a tantosjóvenes intérpretes se ha visto simplementedejarse llevar por el tirón inicialpara procurarse un renombre de cuyasrentas seguir viviendo al compás de losvaivenes más o menos azarosos delmarketing, esta violinista norteamericanaha sabido aprovechar los márgenesde libertad que siempre procura el favordel público para, por ejemplo, tener yagrabados, y muy bien grabados, no solamentedos discos Bach y tres (Beethoven,Mendelssohn y Brahms) de los cuatrograndes conciertos románticos (faltaChaikovski), sino también los de Barber,Elgar, Meyer, Shostakovich y Stravinskientre otras piezas más o menos infrecuentes.Esta honestidad en la elecciónde los repertorios se ve refrendada yaumentada por sus actuaciones en directo,donde además se puede comprobaralgo tan raro como que el altísimo nivelde excelencia logrado en los estudios degrabación aún se ve superado por eldemostrado en directo. La confianza quede ahí se desprende en la ausencia, porinnecesaria, de cualquier ayuda por partede los técnicos de sonido hace sinduda mucho más satisfactoria la audiciónde un disco como este, en el quepor cierto incluye dos de las sonatas deMozart interpretadas en el inolvidablerecital ofrecido en la Sala Rodrigo deValencia el 9 de noviembre de 2003.Sólo el recuerdo de aquella ocasión irrepetiblehace pensar que aún es posibleconseguir un timbre, una nitidez y unfraseo más adecuados para tocar aMozart. Lo que, sin embargo, no palidecesino que por el contrario refuerzatanto como es reforzada es la calidadmusical de Natalie Zhu, sin duda una delas pianistas con más refinamiento en elcontrol de la pulsación y en la claridadde la digitación que seguramente puedaencontrarse en la actualidad. Si los ángelestocan a Mozart, será así.Alfredo Brotons Muñoz
D I S C O SMOZART-PIERNÉtesco; cuando la tragedia y la farsa, sinconfundirse, se muestran contiguas. Estavoz sorprendente protagoniza lo que esel plato fuerte de este CD, ese prólogode 20 minutos con cuatro canciones deMusorgski; sin menospreciar esa pequeñamaravilla que son las Danzas sinfónicasde Rachmaninov en una lectura nosólo solvente, sino también muy inspirada,con la orquesta que fue de Mravinski,y a la que tan vinculado ha estadosiempre el maestro Temirkanov.S.M.B.MYSLIVECEK:La Passione di Nostro Signore GesuCristo.SOPHIE KARTÄUSER, soprano; JÖRG WASCHINSKI,soprano; YVONNE BERG, contralto; ANDREASKARASIAK, tenor. DAS NEUE ORCHESTER. CHORUSMUSICUS KÖLN. Director: CHRISTOPH SPERING.2 SACD CAPRICCIO 71 025/26. DSD. 102’04’’.Grabación: Colonia, IV/2004. Productor: LudwigRink. Ingeniera: Ingeborg Kiepert. Distribuidor:Gaudisc. N PNEl texto de Metastasio puesto en músicapor Myslivecek tuvo un éxito extraordinario,hasta el punto que fueron varioslos compositores de primer orden que lorevistieron de sonidos. Spering, empeñadoen llevarlos todos al disco —de loque ya fue un paso la obra de Salieri,comentada en SCHERZO de octubre de2004—, ha recalado ahora en el oratoriode Myslivecek. Éste se revela en la obracomo cualquier cosa menos un autor deimportancia menor; su Pasión denota undominio muy completo de las peculiaridadesde la lengua italiana y una notablehondura dramática. Por cierto que laópera está muy cerca, pero no deja dehaber elementos que corresponden a lasnecesidades de la música en la iglesia.Spering equilibra estos dos factores consu dirección tensa, incisiva y nerviosa,que nos devuelve una obra injustamentedesatendida. Desafortunadamente, elreparto vocal es modesto aunque no lefalte efectividad. Endeble el sopranistaJörg Waschinski en el aria Giacchè mitremi in seno y muy poco sobrada demedios la contralto Yvonne Berg en lassuyas. Sobresale, en cambio, el trabajodel tenor Andreas Karasiak. Disco muyinteresante aun con sus limitaciones.E.M.M.NEBRA:Stabat Mater y otras obras religiosas.CAPILLA PRÍNCIPE DE VIANA. Director: ÁNGELRECASENS.CLARA VOX 5.1846. DDD. 66’34’’. Grabación:Gante, I/2003. Productor: Albert Recasens.Ingenieros: Michel Bernstein y Charlotte Gilart deKeranflec’h. Distribuidor: LR Music. R PNOtro de los discos patrocinados por laComunidad de Madrid con la CapillaPríncipe de Viana (hoy, La Grande Chapelle)de Ángel Recasens que se reeditaen 2005. En este caso, se trata del dedicadoa José de Nebra con motivo del tercercentenario de su nacimiento, un CDsingular. En principio, llama la atenciónla presencia del matrimonio Bernstein(propietarios del sello Arcana) en losmandos técnicos, pero también resultaextraordinaria la presencia de las sopranosGreta de Reyghere y Kateline vanLaethem en la plantilla del grupo deRecasens. La contralto Petra Noskaia, elcontratenor Vincent Grégoire, el tenorPhilip Defranck y el bajo Jan van derCrabben completan el notable elencovocal. El conjunto instrumental, formadoigualmente por músicos belgas y holandeses,es también de primer nivel.Con estos sólidos mimbres, Recasenshace un Nebra lírico y elegante, perodemasiado alicaído y plano. De Reygherecanta un par de Lamentaciones conagilidad en los melismas e intensidad enlos acentos, pero apoyada en un acompañamientosin apenas relieve y menostransparente de lo deseable. Algo similarocurre en el responsorio Beata viscera yen los Himnos a San Juan y San Pedro.El Stabat Mater, una de las piezas másdestacadas del CD, resulta algo más contrastadoy efusivo, y cuenta en la instrumentacióncon un par de flautas verdaderamentemuy inspiradas. El moteteCircumdederunt me y una serie de tressalmos en estilo antiguo, que alterna elgregoriano con la polifonía, son cantadosa cappella de forma muy austera,pero con gran delicadeza y refinamiento,convirtiéndose en los momentos álgidosde un disco de gran interés por lo pocofrecuentado y la calidad del repertorio,pero algo irregular desde el punto devista interpretativo.P.J.V.NEUWIRTH:Akroate hadal. Quasare. Risonanze. Adauras. Incidendo/Fluido. Settori.CUARTETO ARDITTI. NICOLAS HODGES, piano.KAIROS 0012462KAI. DDD. 62’32’’. Grabación:Colonia, VII/2001. Productor: Stephan Schmidt.Ingeniero: Mark Hohn. Distribuidor: Diverdi. N PNTras dos registros presididos por piezasclaramente inspiradas en temas literarios(Climanen y Bählamms Fest), Kairos editaun tercer disco de Olga Neuwirth (n.1968) consagrado a música puramenteabstracta. El programa de música decámara, que viene servido por unos intérpretesque son inasequibles al desaliento,como los miembros del Cuarteto Ardittimás el pianista Nicolas Hodges, presentaal desnudo la senda estilística que tomaNeuwirth, la inspirada en el trabajo sobreel sonido de un Helmut Lachenmann. Enefecto, una pieza como la inaugural AkroateHadal, de 1965, para cuarteto decuerdas, ofrece ya toda esta galería detécnicas: las cuerdas pinzadas, la potenciacióndel sonido-ruido, abundancia desuperficies rugosas, rupturas brutales enlos contrastes, heterogeneidad en lasmezclas de timbres… Neuwirth toma elcuarteto de cuerdas como un objetosonoro en sí mismo y opera, comoLachenmann, como si hiciera explotar elsonido instrumental desde el interior.Esa búsqueda de lo matérico y laexclusión de cualquier halo expresivo,lleva a un hermetismo más que notable,sobre todo teniendo en cuenta que, alrevés de lo que sucede precisamente enLachenmann, las diferentes técnicasempleadas no obedecen a ningún planteamientotransgresor. No hay ningunaidea brillante en este programa que trasciendael mero objeto sonoro. Casi daigual, en este caso, que Neuwirth optepor una técnica u otra: el resultado essiempre el mismo: el sonido por el sonido.Los Arditti se encuentran a gusto enun ámbito como éste, pero la uniformidadde las propuestas es excesiva y,sobre todo, se tiene la sensación dehaber sido escuchadas ya en otros contextos,en otras manos. Un tema comoIncidendo/Fluido¸ que dispone un materialraro, como la línea pianística por unlado y, por el otro, el sonido provenientede un CD que, situado en el mismoinstrumento, emite sonidos de OndasMartenot, ni siquiera llama la atención alincrustarse en un conjunto de obras enlas que la técnica es el único argumentodel que se vale aquí Neuwirth.F.R.PIERNÉ:Trío con piano op. 45. FAURÉ: Trío conpiano op. 120. TRÍO HOCHELAGA.ATMA ACD 2 2355. DDD. 60’40’’. Grabación:Montréal, VI/2004. Productor: Jacques Boucher.Ingeniero: Martin Léveillé.Distribuidor: Gaudisc. N PNPor edad, es lógico que Gabriel Piernésea espiritualmente un franckiano decidido,y así lo demuestran algunas obrassuyas. Es cierto que es un año menorque Debussy, con quien coincide en elConservatorio de París (con maestroscomo Massenet y el propio Franck),pero no todo el mundo en Francia supoenfrentarse a tan abrumador legado deobra y discípulos. Pierné, premio deRoma, fue director de orquesta de granimportancia, tanto como para tener quever en su edad madura con los BalletsRusos (él estrenó El pájaro de fuego) ydirigir los Conciertos Colonne, en losque defendió obras modernas. Su Tríoop. 45 es de 1922, y lo estrenó él mismoal piano, con nada menos que Enesco alviolín, y con Gérard Hekking al chelo.Del año siguiente es el Trío op. 120de Fauré, que para entonces tenía casi80 añitos y estaba en plenitud de facultades.Le quedaba un año de vida. Desdesu juventud había desarrollado un estilopropio, pero muy francés sin ser delterruño, que opuso a aquel abrumadorpadre llamado César Franck. Y ahí resideel espléndido contraste de este recital:el viejo Fauré sigue oponiendo unaestética antifranckiana, o al menos ajenaa lo franckiano, mientras el maduro Pierné,pese a su obra como batuta, continúaen la línea de sus amigos de laSchola. En fin, el Trío de Pierné es unaobra de gran interés, mientras que el deFauré es una obra maestra (crepuscular,como dirían algunos; pero fresca como93