CON NOMBRE PROPIO6CON NOMBREPROPIONoventa años muy útilesELISABETH SCHWARZKOPFCuando, en el momento en elque se cumplen 90 años de sunacimiento —9 de diciembre—, abrimos la ventana para recibiren loor de multitudes a ElisabethSchwarzkopf, cabe que nos hagamosla pregunta siguiente: ¿cómo una cantantede voz desigual, de emisión nopoco artificiosa, sonoridades a vecesentubadas y notas agudas no exentasde asperezas es considerada comouna de las más grandes artistas de suespecialidad del siglo XX? Son misteriosdel arte, podríamos decir; y enconexión con ellos se sitúan con frecuencia—aunque éste no sea exactamenteel caso; otros más modernos,sí— los manejos publicitarios, las campañasde captación de mercados, elmarketing bien programado. Ajenodesde luego a este tipo de enjuaguesera el tan característico supuesto deMaria Callas, una intérprete asimismoaquejada de limitaciones y más famosatodavía que la alemana. Pero tantouna como otra fueron eximias artistas,grandes comunicadoras, elaboraronuna técnica propia, supieron traducira sonidos con propiedad y personali-dad unos signos y darles vida, calor,sentido y sentimiento.Pese a aquellos sonidos a vecesásperos, de belleza discutible, a la apariciónde zonas en las que el timbrecambiaba en cierto modo de tonalidad,la verdad es que el arte deSchwarzkopf cautivaba por el manejode una técnica fabulosa, que le servíapara ensanchar a voluntad, para regularmagistralmente, oscurecer o aclarar,aun a fuer de emitir sonidos desiguales,en ocasiones nada hermosos. Elfiato, la administración del aire, suregulación eran sensacionales, y conello obtenía efectos milagrosos decoloración, de variación cromática, ypropiciaba el empleo de una soberanamessa di voce —acción de hacer creceruna nota del piano al forte y viceversa—y de unos filados excepcionales—sin la cremosidad de los de unaCaballé, muy distinta en casi todos losaspectos. No era raro que con todoello pudiera esculpir el sonido contanta elegancia y que su fraseo fueratan rico, variado y tan dado a las sfumature,con las cuales alcanzaba interpretacionesde una sutileza única.Houston Rogers
CON NOMBRE PROPIOCierto es que no pocas veces esosmodos de frasear, de alquitarar, demedir, de regular, de envolver el sonidopodían caer —al menos lo parecía—en una suerte de afectación, deun manierismo que, incluso en uno desus personajes fundamentales como laMariscala, alguien relacionaría con lolevemente cursi. Sin negarlo por completo,la prodigalidad en la matización,la humanización a través de la música,hacían que nos olvidáramos de talcosa. Nos ganaba esa paradójica yextraña naturalidad, esa fenomenallimpidez que la artista, de acuerdo conbastante de lo dicho, alcanzaba graciasa la puesta en práctica de mecanismos,de procedimientos en los que el artificio,fino, delicado, maravilloso, eraprotagonista. Aunque, a veces, algunospudiéramos preferir el encanto másespontáneo, más carnal, más humano,puede que más imperfecto, de Lisa deLa Casa, que cultivó parecido repertorio.Siempre es útil desde luego practicaruna comparación entre ambassopranos.A ninguna soprano como a ella eraposible escucharle una exposición dela primera parte del dúo entre Fiordiligiy Ferrando de Così fan tutte en laque el alma se nos ofrecía palpitante,en carne viva, y el sentimiento a florde piel. La conversación entra más tardeen una senda en la que el personaje—los personajes, también él, nosdice la música de Mozart— transparentasus mínimas reacciones; en un crescendode emociones que culmina conla entrega sin barreras a las demandasamorosas. La mejor visión de Fiordiligi,una criatura que, tras su apariencia enprincipio fría y altanera, es todo fuegoy corazón. Lo que está mejor expresadopor la cantante en la versión deBöhm con Kraus (1962). Vocalmenteno tiene la misma frescura que conKarajan (1955), pero canta con máspasión. Era algo observable a lo largodel tiempo: en sus interpretacionesdiscográficas de los cuarenta y primeroscincuenta, la soprano era sin dudamás perfecta —de emisión, de afinación—y sus sonidos más bellos y bienmodulados. Ya en sus Elviras salzburguesascon Furtwängler se empieza aapreciar ese crecimiento.En los últimos años, hasta haceFayermuy poco, doña Isabel —la tía Isabel,como a veces la llaman los viejos aficionados—impartía lecciones magistralesque eran un verdadero lujo. Selo sabía todo, conocía como nadie lasobras, tanto la línea vocal como la deacompañamiento, y contaba, narraba,explicaba, corregía incansablementecon un verbo, una locuacidad y unaprofundidad únicos. Seguirla en unaclase era un acontecimiento, una experienciairrepetible. ¡Y buenas se lasgastaba la señora! Era de una severidaden sus juicios y de una durezapara con los alumnos quizá excesivas;de una sinceridad abracadabrante. Sino veía porvenir en una voz, si no percibíafuturo lo decía claramente.¡Cuántas lágrimas no habrá promovidoesa actitud! Pero, también, cuántasvocaciones equivocadas no habránsido reconducidas.En la hora de la felicitación a estafigura hemos de expresar el agradecimientoque rendimos a los grandes, aaquellos intérpretes que nos han enseñadolas verdades del arte, que noshan hecho ver cosas maravillosas yque nos han hecho mejores. Sólo unaslíneas más para consignar una seleccionadadiscografía; nada fácil de elegiren un mar de grabaciones hoy disponiblesy, todas ellas, emanadas delas factorías y estudios de la antigua Lavoz de su amo, la moderna EMI, quehoy publica también en una submarca,Testament. Era lógico: su marido, WalterLegge, era productor del sello.Arturo ReverterDISCOGRAFÍA SELECTAÓperas y operetas completasRecitalesBEETHOVEN: Fidelio (Marzelline). Furtwängler,Salzburgo. EMI. 1950.HUMPERDINCK: Hänsel y Gretel (Gretel). Karajan. EMI.1953.MOZART: Don Giovanni (Elvira). Furtwängler, Salzburgo.EMI. 1954.— Così fan tutte (Fiordiligi). Karajan. EMI. 1955.— Così fan tutte (Fiordiligi). Böhm. EMI. 1962.STRAUSS, J.: El murciélago (Rosalinde). Karajan. EMI.1955.— Sangre vienesa (Gabriele). Ackermann. EMI. 1954.— El barón gitano (Saffi). Ackermann. EMI. 1954.STRAUSS, R.: El caballero de la rosa (Mariscala). Karajan.EMI. 1956.— Ariadne en Naxos (Ariadne). Karajan. EMI. 1954.— Capriccio (Madeleine). Sawallisch. EMI. 1957.VERDI: Falstaff (Alice Ford). Karajan. EMI. 1956.OratoriosBACH: Pasión según san Mateo. Klemperer. EMI. 1960-61.BRAHMS: Réquiem alemán. Karajan. EMI. 1947.VERDI: Réquiem. De Sabata. EMI. 1954.MOZART: Bodas, Don Giovanni, Rapto, Flauta mágica.Varias batutas. EMI. 1946-1952.— 10 Lieder. Gieseking. EMI. 1953 (+ Arias de concierto).SCHUBERT: 12 Lieder. Fischer, piano. EMI. 1952.STRAUSS, R.: Cuatro últimos lieder. Ackermann.(+ fragmentos de Capriccio y Ariadne. Matacic).EMI. 1953.— Cuatro últimos Lieder y otros Lieder con orquesta.Szell. TESTAMENT. 1965.WOLF: Lieder de distintos cuadernos: Goethe, Mörike,etc. Furtwängler, piano. Salzburgo. EMI. 1953.VV/AA: (Bach, Pergolesi, Haendel, Beethoven, Gluck,Schubert, Wolf, Strauss, Mozart, Schumann). Moore,piano. Salzburgo. EMI. 1956.VV/AA: Libro de canciones de Schwarzkopf. Lieder de 16autores. Varios pianistas. 3 CD. EMI.3 Discos Testament con interpretaciones no publicadas,años 1946-1964. Cantatas de Bach; arias de concierto deMozart; arias de ópera de Mozart, Verdi y Puccini; Liedery canciones de Mozart, Schubert, Schumann, Brahms,Wagner, Strauss, Wolf, Bizet, Flies, Parisotti.7