20.03.2017 Views

LA HERENCIA (Edición de Day9)

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

John, que la rescata alejándola. Conjuntamente, Alice corre en auxilio <strong>de</strong> la<br />

in<strong>de</strong>fensa criatura. Tanto Arthur como ella se precipitan al mismo tiempo para<br />

cogerla, pero el tobillo <strong>de</strong> Alice queda atrapado tenaz por la mano <strong>de</strong> Dorothy, que<br />

persiste <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su cuerpo <strong>de</strong>sangrado y gélido.<br />

Arthur consigue arrebatar a la niña y la iza en el aire. Amonet lo ve y se paraliza<br />

extasiada en pleno <strong>de</strong>splazamiento aéreo. La fantasmal manifestación posa, sobre la<br />

niña, una mirada henchida, rapsodia <strong>de</strong> orgullo y ansia. Continúa su avance,<br />

convulsionando su tétrica esencia entre en<strong>de</strong>moniadas vibraciones <strong>de</strong> un apetito<br />

extremo.<br />

En ese preciso, inesperado y cardinal instante, Arthur abre los ojos extra<br />

orbitados, cautivo <strong>de</strong> un asombro <strong>de</strong>smedido. Des<strong>de</strong> su mano crispada, resbala el<br />

arma con la que planeara sesgar la vida <strong>de</strong> la joven bruja, que un día fuera su pupila<br />

predilecta.<br />

En su amplio y recio pecho, se escin<strong>de</strong> una grieta por la que escapa,<br />

incontenible y rutilante, la lucífera energía conservada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> eones y encerrada hoy<br />

en ese cuerpo terrenal. Su boca se <strong>de</strong>scuelga inconmensurable, dantesca,<br />

articulando un grito que fenece ante la impiedad <strong>de</strong>l silencio, mientras Richard<br />

presiona, aún más hondo y <strong>de</strong>cidido, su daga <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la espalda <strong>de</strong>l Siniestro.<br />

Atravesándolo por completo.<br />

La daga <strong>de</strong> plata, forjada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las sombras que la Luz <strong>de</strong> Dios creara en el<br />

Jardín Eterno, única arma capaz <strong>de</strong> extinguir el mal originado en Su Propio Reino,<br />

Hoy se encuentra en manos <strong>de</strong> Richard, el pre<strong>de</strong>stinado dueño. El Here<strong>de</strong>ro.<br />

Las sombras huyen, bañadas por la luz <strong>de</strong> la antigua gracia, conferida durante<br />

la Creación misma, a un Ángel que luego cayó <strong>de</strong>l Cielo.<br />

Se levanta magistral y excelso el Anticristo, por todos visto, entre su hija recién<br />

nacida y la sed <strong>de</strong> almas <strong>de</strong> un maldito espanto.<br />

Allí, suspendidos en el aire, mientras fluyen incontenibles gran<strong>de</strong>s cantida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> sangre profana <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la gruta. Richard y Amonet sopesan<br />

fortalezas, templando el diseño <strong>de</strong> su frontal ataque. Ninguno <strong>de</strong> los dos tiene<br />

permitido fallar. Esta será la única oportunidad para ambos<br />

Al disociado espíritu no le resta <strong>de</strong>masiado tiempo fuera <strong>de</strong> su lecho<br />

mortuorio, como tampoco <strong>de</strong> un recipiente. El <strong>de</strong>scomunal fracaso en la ceremonia<br />

ritual <strong>de</strong> La Consagración perturba, notablemente, su codiciada transición <strong>de</strong><br />

retorno a este plano <strong>de</strong> los vivos. A<strong>de</strong>más, la segunda caída <strong>de</strong> su consorte perenne,<br />

Lucifer, abandona a La Eterna, por completo vulnerable y a expensas <strong>de</strong>l Anticristo.<br />

Aun así, contempla vehemente a la niña que yace aún sobre el altar, escudada tras<br />

la presencia <strong>de</strong> su padre.<br />

La sangre vertida inva<strong>de</strong> gran parte <strong>de</strong>l recinto, anegando los cuerpos dispersos<br />

y amenazando con inundar todo el espacio. Richard permanece impertérrito,<br />

proyectando fuego por los ojos y empuñando aún la daga con que aniquilara a su<br />

adversario más excelso.<br />

En tanto la tensión en el ambiente no pue<strong>de</strong> manifestarse con mayor<br />

intensidad y expectativa, la mestiza Tituba ingresa a la caverna moviéndose silente<br />

hacia el centro. Tim, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el sitio don<strong>de</strong> cayera cuando la temible aparición se<br />

liberara <strong>de</strong> su lujosa celda mortuoria, intenta también aproximarse. Alice persiste<br />

luchando por <strong>de</strong>sasir su pie <strong>de</strong> entre las pétreas garras <strong>de</strong> Dorothy.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!