LA HERENCIA (Edición de Day9)

Ella extrae de entre sus ropas el mismo colgante que en el pasado le transfiriera
a Dorothy, colocándoselo impasible. En tanto hace rodar el dije entre sus dedos
mirándolo extasiada, le dice:
—Despertará en ti, los dones de nuestra sangre en común Richard, pero debes
mantenerlo oculto. Un día, no muy lejano, te urgirá hacer uso de la magia que
encierra para salvar tu vida…o la de alguien más. ―advierte Tituba y, dándole la
espalda pronta a disiparse entre la nada ―: Entre nosotros subsiste oculto alguien
más, alguien que se manifestará ante ti cuando más lo necesites. Solo en él puedes
confiar pues es quien tiene las respuestas. El único ser que en verdad amé y ya está
aquí, no lo olvides. —culmina, desapareciendo de improviso.
Sus palabras reverberan en la mente de Richard, aun cuando no acierta a
interpretarlas. ¿Estará Tituba refiriéndose a Timothy Graham? No lo sabe.
Tras disimular el amuleto bajo la camisa que lleva puesta y, al contacto con su
piel, súbitamente su percepción sensorial se agudiza. Consigue ver y oír mucho más
allá de lo normal, incluso presentir. Aun cuando estas son facultades que desde niño
apreció poseer, nunca en tan destacable forma.
Bajo el influjo de tal exaltación, avizora que Maggie se aproxima velozmente
hacia él. Puede escuchar el rápido palpitar de la criatura dentro del vientre materno
y advertir el temor que anega el corazón de la joven.
Esta vez y sin saber porque, la espera ansiosa. Cuando la tiene enfrente,
siguiendo un impulso innato, la abraza.