20.03.2017 Views

LA HERENCIA (Edición de Day9)

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

La inquietante situación llegó a provocarle continuos <strong>de</strong>svelos, ya que, había<br />

perdido el control unilateral y absoluto <strong>de</strong> la situación. Por otro lado, Tituba<br />

porfiaba tenaz en su extraño comportamiento, más <strong>de</strong> lo habitual. Ante los<br />

requerimientos <strong>de</strong> Dorothy en pro <strong>de</strong> librarse mancomunadamente <strong>de</strong> aquella<br />

peligrosa instancia que podría sobrevenir, la mestiza se limitó a respon<strong>de</strong>r <strong>de</strong> modo<br />

sucinto:<br />

—No creo que <strong>de</strong>bas preocuparte. La solución viene en camino. Llegará a<br />

tiempo. Él, nunca falla ―sentenció circunspecta, casi en un susurro.<br />

―¡Maldita sea, con Tituba y todos sus misterios! Nuevamente acometiendo<br />

con atemorizarme. ¡Como si no tuviera suficiente con todo el daño que ha hecho! —<br />

farfulló Dorothy, mordiendo su propia furia.<br />

Pocos días <strong>de</strong>spués, la aldaba en el pórtico <strong>de</strong> entrada sonó sin estrépito, pero<br />

<strong>de</strong> un modo que, por alguna razón que no acertaba a discernir, estremeció a la dueña<br />

<strong>de</strong> la casa. Era tarea <strong>de</strong> Tituba ocuparse <strong>de</strong> la puerta. Al cabo <strong>de</strong> unos minutos, esta<br />

se presentó ante ella acompañada por un <strong>de</strong>sconocido caballero <strong>de</strong> gran estatura,<br />

barba y cabellera <strong>de</strong>sprolija, piel curtida por una exposición permanente al sol y<br />

vestido <strong>de</strong> modo incongruente para las costumbres <strong>de</strong> la época. Aun así, su atuendo,<br />

confeccionado con tela rústica y <strong>de</strong> corte poco elegante, permitía adivinar <strong>de</strong>bajo<br />

<strong>de</strong>l mismo, un cuerpo <strong>de</strong>lgado, pero ostensiblemente fuerte.<br />

Sobre el bronceado <strong>de</strong> su rostro se <strong>de</strong>stacaban un par <strong>de</strong> ojos celestes, ro<strong>de</strong>ados<br />

en el iris por un aura rojiza y permanente, dando la impresión <strong>de</strong> que flotaran entre<br />

llamas; esgrimiendo así, una intimidante y turbulenta mirada.<br />

Tituba, <strong>de</strong> pie a su lado, exhibía aquella inmarcesible expresión que le era<br />

característica; solo que esta vez, acentuada por una nota jocosamente satisfecha,<br />

como Dorothy jamás le había visto. Algo muy en lo profundo <strong>de</strong> su alma le indicó<br />

que el tiempo <strong>de</strong> la auténtica confrontación no hacía más que comenzar.<br />

―Arthur Greenway. ―Se presentó el recién llegado, arqueando la espalda en<br />

leve reverencia.<br />

―Dorothy Graham —respondió ella con voz grave, disfrazando su temor.<br />

Cuando logró exten<strong>de</strong>r su propia mano al caballero, para que éste la besara, la<br />

fustigó el paroxismo <strong>de</strong> esos labios quemándole la piel. Volvió a estremecerse, una<br />

brizna <strong>de</strong> hielo puro recorrió toda la extensión <strong>de</strong> su columna. Se sintió mareada,<br />

confusa, casi como presa <strong>de</strong> la embriaguez narcótica que provoca el opio. Su mente<br />

se vio abruptamente asaltada por una serie <strong>de</strong> imágenes que exponían parajes<br />

<strong>de</strong>sérticos bajo un sol <strong>de</strong>spiadado, enceguecedor y acompañadas por el sonido<br />

rítmico <strong>de</strong> tambores acompañando enar<strong>de</strong>cidas danzas tribales que <strong>de</strong>sconocía en<br />

lo absoluto.<br />

Aquel <strong>de</strong>lirio amenazaba eternizarse en sus sentidos, teñido <strong>de</strong> rojo intenso,<br />

trasuntando escasos vislumbres <strong>de</strong> su realidad vigente, con aquellos otros,<br />

seguramente surgidos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el inconsciente nunca asimilado, acometiendo sobre<br />

sus ojos, cual una certidumbre ineludible, misma que subyacía en lo profundo <strong>de</strong> su<br />

memoria, transmutándose en conocimientos <strong>de</strong>l presente. Un momento que<br />

prometía perdurar por siempre.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!