20.03.2017 Views

LA HERENCIA (Edición de Day9)

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

CAPITULO 8<br />

Nace un Here<strong>de</strong>ro<br />

Campiña londinense, meses <strong>de</strong>spués<br />

Transcurría la noche, negra y tormentosa, <strong>de</strong>splegando su furia aciaga sobre la<br />

gótica mansión. Dorothy gemía, en medio <strong>de</strong> un difícil trabajo <strong>de</strong> parto. Tituba se<br />

afanaba presurosa, <strong>de</strong> un lado al otro, llevando y trayendo mantas, agua caliente y<br />

hierbas reconfortantes. En uno <strong>de</strong> los pisos superiores, George, afectado <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

tiempo atrás por una anómala enfermedad, oía los esporádicos gritos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su<br />

recámara personal, la que habitaba completamente solo.<br />

El hombre abominaba su nueva resi<strong>de</strong>ncia, enclavada justo en medio <strong>de</strong> la<br />

nada. Muy distante <strong>de</strong> su Nueva Inglaterra. Su esposa y actual administradora <strong>de</strong> la<br />

totalidad <strong>de</strong> sus bienes, insistió inapelable en trasladarse allí, cuando apenas cursaba<br />

el segundo trimestre <strong>de</strong> embarazo. ¿Cuánto tiempo había pasado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces?<br />

¡Vaya si le parecía que se habían mudado apenas un mes atrás! El tiempo huía <strong>de</strong> su<br />

memoria casi <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mismo día en que contrajo matrimonio. Solo llegaba a su<br />

mente que, por aquel entonces, Dorothy era una jovencita <strong>de</strong>scarriada que pretendía<br />

fugarse ¿Con quién?, no lo recordaba. Pero muy <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sí, tenía la certeza <strong>de</strong><br />

haber obrado en aquellas circunstancias <strong>de</strong> modo exitoso para con su causa, aun<br />

cuando no comprendía muy bien cual era esta, ni cómo fue que todo sucedió.<br />

Casi <strong>de</strong> inmediato, ella se había convertido en su mano <strong>de</strong>recha cuando él<br />

perdió misteriosa y repentinamente la salud, allá en el Condado <strong>de</strong>... tampoco<br />

lograba traerlo a su memoria. Mucho menos la subsiguiente convivencia. No<br />

obstante ahora llegaba el niño, su here<strong>de</strong>ro, quien <strong>de</strong>finitivamente perpetuaría su<br />

estirpe.<br />

A pesar <strong>de</strong> todos sus esfuerzos, George se hallaba dominado por un anhelo<br />

constante: volver a casa y, aun cuando no lo recordaba con exactitud, <strong>de</strong> eso estaba<br />

completamente seguro. Pues ésta, en la que hoy moraba casi prisionero, no era la<br />

suya propia, no conseguía reconocerla como tal. Solo interpretaba que alguna<br />

po<strong>de</strong>rosa motivación <strong>de</strong>terminó a su joven y bella esposa en la adquisición <strong>de</strong> esta<br />

propiedad, en apariencia muy distante <strong>de</strong> la que él consi<strong>de</strong>raba como su verda<strong>de</strong>ro<br />

hogar. Obligándolos a todos a establecerse en el lugar.<br />

―¡Diablos, si tan solo pudiera recordar! A<strong>de</strong>más… ¡Esa odiosa india hereje que<br />

no cesa <strong>de</strong> atiborrarme con horrorosas medicinas, que saben a puré <strong>de</strong> escuerzos! —<br />

rezongó casi para sí mismo, George, babeando.<br />

De pronto, el llanto <strong>de</strong> un bebé trepó, haciendo ecos por las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la gran<br />

mansión. El niño había nacido.<br />

¡Quizá se condolieran <strong>de</strong> su estado y vinieran a mostrárselo antes <strong>de</strong> que<br />

cumpliera un año! «¡Esas dos…!», pensaba resignado.<br />

Un piso más abajo, Tituba le entregaba en brazos el bebé a Dorothy Graham.<br />

―Es un varón, tal y como se había profetizado. Será perfecto para nuestros<br />

planes —le dijo.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!