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cuello, un atípico amuleto tallado en lo que aparenta ser hueso adornado con<br />
incrustaciones <strong>de</strong> pedrería.<br />
Ya frente a él, ella le extien<strong>de</strong> una mano, la que hoy se percibía cálida,<br />
asombrosamente.<br />
—Soy Dorothy, tu abuela ―dice esta. Luego, señalando a la mujer junto a<br />
Maggie, la presenta también—. Ella es tu bisabuela Martha, mi madre.<br />
Más figuras continuaron surgiendo. Estas últimas, sin mostrarse por entero.<br />
Lucen exóticos y escasos atavíos, que <strong>de</strong>jan al <strong>de</strong>scubierto el color ébano <strong>de</strong> su piel.<br />
Alice y Robert se han colocado al lado <strong>de</strong> su hijo, como escoltándolo, sin <strong>de</strong>jar<br />
<strong>de</strong> contemplarse mutua y profundamente.<br />
Concretamente, nadie semeja ser lo que Richard había visto o conocido <strong>de</strong><br />
ellos durante su anterior estadía en la propiedad. Suceso que ahora recuerda con<br />
toda claridad. Incluso, <strong>de</strong>notan el comportamiento típico <strong>de</strong> una familia normal,<br />
reuniéndose <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mucho tiempo.<br />
Aun cuando en realidad, son un cónclave <strong>de</strong> manifestaciones fantasmales,<br />
vinculadas por sanguíneos lazos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una prosapia escalofriante.<br />
Richard escudriña con la mirada el para<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> Maggie, su traicionera Maggie.<br />
A quien ahora reconoce, sin lugar a duda alguna, como el espectro pelirrojo y<br />
misterioso que lo acosara casi un año atrás, en aquella misma casa. Al localizarla, ve<br />
que Martha acaricia el vientre <strong>de</strong> la joven, en tanto ambas cuchichean satisfechas.<br />
Entonces Dorothy, allí erguida justo en medio <strong>de</strong> la sala, toma la palabra,<br />
dirigiéndose a todos los presentes. En especial, a su nieto Richard.<br />
—Aún nos hallamos privados <strong>de</strong> una gran presencia entre nosotros. Alguien<br />
cuya excelsa jerarquía nos es <strong>de</strong> vital importancia <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esta significativa<br />
asamblea <strong>de</strong> nuestro Clan. La primera entre todos. La mujer original. Quien aún<br />
<strong>de</strong>be renacer y, como lo ha hecho una y otra vez durante milenios, <strong>de</strong> entre los<br />
muertos. Ella <strong>de</strong>berá volver y así tomar posesión <strong>de</strong> lo que es suyo por <strong>de</strong>recho —<br />
dice mirando fijamente a Arturo―. La fémina primigenia en todas las culturas. El<br />
Ángel que acompañó a Lucifer en La Caída: Amonet, Hécate, Lilith o como queráis<br />
llamarla, pues es dueña <strong>de</strong> todos y cada uno <strong>de</strong> esos nombres. Nuestra Señora<br />
Eterna, «La Devoradora <strong>de</strong> Almas». ―Continúa Dorothy―. No bien conozcas en<br />
<strong>de</strong>talle la verda<strong>de</strong>ra historia <strong>de</strong> esta familia, compren<strong>de</strong>rás que aún tras un largo y<br />
extenuante recorrido, repleto <strong>de</strong> sacrificios en pro <strong>de</strong> merecer la Inmortalidad, el<br />
<strong>de</strong>stino nos ha maravillado a través <strong>de</strong> un suceso inesperado y sobrecogedor —Clava<br />
directamente sus ojos en los <strong>de</strong>l joven―. El que indudablemente te <strong>de</strong>jará pasmado,<br />
Richard.<br />
Abuela y nieto sostienen la mirada uno sobre el otro, escrutando más allá <strong>de</strong><br />
lo aparente. En <strong>de</strong>rredor, el mutismo se forja casi tangible.<br />
―Tú, finalmente, has dado cabal cumplimiento con una buena parte <strong>de</strong>l pacto<br />
que te compromete. De ti proviene la simiente que prospera en <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>ntro<br />
<strong>de</strong>l vientre <strong>de</strong> nuestra Maggie. Debido a ello, tus recuerdos retornaron. Del mismo<br />
modo en que lo hiciste tú —dice Arturo, hablando por primera vez—. Sin embargo,<br />
las coyunturas sobre tu origen tomaron un giro insospechado, por lo que tu sangre