You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
La voz <strong>de</strong> Alice, ingresando muy oportunamente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la calle, pone fin a la<br />
perceptible tensión que impera en el ambiente.<br />
―¿Arturo? ¿Richard? ¿Estáis en casa?<br />
―¡Aquí! ―respon<strong>de</strong> Arturo, haciendo señas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el jardín interno.<br />
Ya la dama frente a ellos, los dos hombres retoman su actitud relajada y cordial,<br />
como si nada fuera <strong>de</strong> lo común hubiese acontecido, <strong>de</strong>partiendo ahora sobre<br />
simples trivialida<strong>de</strong>s, como el estado <strong>de</strong>l tiempo en la ciudad.<br />
Des<strong>de</strong> entonces, la convivencia entre ellos transcurre sin sobresaltos, hasta el<br />
fin <strong>de</strong> semana en que la boda finalmente se lleva a cabo.<br />
Pocas horas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la ceremonia privada, la pareja parte <strong>de</strong> viaje, <strong>de</strong>jando<br />
tras <strong>de</strong> sí a Richard, notablemente disperso, pero liberado <strong>de</strong> toda presión.<br />
Ajeno al control materno, sus borracheras recru<strong>de</strong>cen. En poco tiempo, aquel<br />
<strong>de</strong>safuero termina por trasladarse irrefrenable hasta el propio hogar.<br />
En algún punto durante aquella fase <strong>de</strong> comportamiento disipado, Richard<br />
conoce a una muchacha <strong>de</strong> excepcional belleza e impactante personalidad. Para su<br />
asombro, la joven trabaja como camarera en <strong>de</strong> una <strong>de</strong> esas <strong>de</strong>sagradables y<br />
sombrías cantinas a las que concurre. Muy a pesar <strong>de</strong> su claridad mental obnubilada<br />
por los efectos <strong>de</strong>l alcohol, a Richard le fue imposible no quedar prendado <strong>de</strong> ella.<br />
Como es lógico suponer, ambos traban una distintiva amistad, <strong>de</strong>scubriendo<br />
que comparten múltiples aficiones; en especial, el amor por la literatura. Suelen<br />
discurrir largas horas sobre el tema, disfrutándolo enormemente. A partir <strong>de</strong><br />
entonces, Maggie, tal es su nombre, acapara la atención <strong>de</strong>l muchacho, casi por<br />
completo, llenando el vacío que subsiste entre él y su perenne soledad.<br />
Richard, por otro lado, consi<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>nigrante que su amiga más dilecta, mujer<br />
inteligente y notablemente instruida, se vea obligada a ganarse la vida trabajando<br />
en sitios como ese. Averigua que la joven no solo es huérfana, sino también foránea;<br />
por lo que sobrevivir en la capital constituye todo un reto para ella.<br />
Aun así, su <strong>de</strong>bilidad por la bebida no ceja por completo, sufriendo frecuentes<br />
recaídas. Esta circunstancia provoca fuertes <strong>de</strong>savenencias entre ambos,<br />
ocasionando algunos distanciamientos durante no muy prolongados lapsos <strong>de</strong><br />
tiempo.<br />
Dominado por una terquedad caprichosa, Richard sobrelleva estos períodos<br />
abocándose <strong>de</strong> modo frenético a revolver todo cuanto hay <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su propia casa,<br />
sin <strong>de</strong>jar nada al azar. Circunstancia que propicia su retorno al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l<br />
«Proyecto Alfred», como suele llamarlo, trasladando su furor indagatorio hasta el<br />
ático <strong>de</strong>l anciano. Alimenta la certeza <strong>de</strong> que allí encontrará la clave para <strong>de</strong>scifrar<br />
aquella sempiterna intriga que lo acucia. Necesita llenar los vacíos <strong>de</strong> su mente y <strong>de</strong><br />
su historia para sentirse un hombre completo.<br />
Con tal i<strong>de</strong>a en la cabeza, un día toma las llaves, sube al ático y se encierra<br />
<strong>de</strong>ntro. Sometido a tan apasionada fijación, la sobriedad comienza a abrirse paso en<br />
la rutina <strong>de</strong>l joven. Cada escrito, apunte, libro o reseña que Alfred <strong>de</strong>jara inconcluso,<br />
marca una clara diferencia, <strong>de</strong>spejando los velos que separan la memoria consciente