Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
ingreso al lugar. En ambos lados <strong>de</strong>l empedrado que formaba la avenida, se<br />
aglutinaban los curiosos, mientras sus captores pregonaban la acusación a voz en<br />
cuello. Muchos <strong>de</strong> los habitantes se sumaron haciendo ecos fervorosos.<br />
Entre empellones y manotazos <strong>de</strong> lo que ya constituía una turba, les<br />
condujeron hacia los calabozos, cuyas rejas frontales configuraban la fachada,<br />
exponiéndolos ante el paso <strong>de</strong> cualquier transeúnte. En el sitio les aguardaba el<br />
prefecto, quien observó a Dorothy <strong>de</strong> modo extraño e indulgente, tal y como si<br />
tuviera conocimiento <strong>de</strong> lo que sobrevendría. Timothy, continuaba sin aparecer.<br />
Echando un inevitable vistazo a través <strong>de</strong> aquellas rejas, por entre la multitud<br />
que se consentía morbosamente, flanqueando el frontispicio <strong>de</strong> los calabozos,<br />
Dorothy alcanzó a distinguir la presencia <strong>de</strong> una mujer morena, joven,<br />
aparentemente mestiza, <strong>de</strong> larga y negra cabellera; vestida con un atuendo típico,<br />
perteneciente a los nativos <strong>de</strong> una tribu chamánica que se situaba no muy lejos <strong>de</strong><br />
allí.<br />
La <strong>de</strong>sconocida la observaba fija y enigmáticamente, para luego <strong>de</strong>saparecer<br />
entre la multitud, dando paso a un más que atribulado Timothy, que corría hacia las<br />
rejas que ahora los separaban. Entrelazando los <strong>de</strong>dos con los <strong>de</strong> su amada, recibió<br />
<strong>de</strong> ella una breve y aturdida ilustración <strong>de</strong> los hechos.<br />
Su voz estalló, entonces, tan furiosa como su enérgico transitar hacia la<br />
mansión paterna.<br />
―¡Padre! ¡Padre! ¡Maldita sea! ¡Padre! ―gritaba en su carrera, hasta <strong>de</strong>sparecer<br />
tras el portal.<br />
El prefecto intentó seguirle, exhortándole a contenerse (conocía el colérico<br />
carácter <strong>de</strong>l joven Graham). Sin embargo, se paralizó inhábil, frente al enrejado <strong>de</strong><br />
la entrada. Nuevamente, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> allí, <strong>de</strong>stinó hacia Dorothy otra <strong>de</strong> sus<br />
conmiserativas miradas.<br />
Durante el transcurso <strong>de</strong> esa noche, la prisionera recibió una nueva visita <strong>de</strong><br />
su adorado Tim, quien aún permanecía irascible, aunque visiblemente impotente,<br />
con la cabeza inclinada y tratando contenerse. Miró a Dorothy. Brillaban sus ojos a<br />
causa <strong>de</strong> la cólera y la angustia. Era obvia la razón <strong>de</strong> su impotencia, sus vidas se<br />
<strong>de</strong>sarrollaban en el marco característico <strong>de</strong> una población rural, <strong>de</strong>scomunal e<br />
irracionalmente intolerante; con un estilo <strong>de</strong> vida abarrotado <strong>de</strong> normas pseudo<br />
moralistas, con suficientes a<strong>de</strong>ptos, erigiéndose como sus francos <strong>de</strong>fensores.<br />
Por otro lado, todos sin excepción alguna, <strong>de</strong>pendían <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r económico y<br />
político <strong>de</strong> Graham. Ni aun su propio hijo se hallaba en condiciones <strong>de</strong> enfrentarse<br />
a esto solo y salir <strong>de</strong> allí con vida, junto a quien ya consi<strong>de</strong>raba como su único y<br />
verda<strong>de</strong>ro amor.<br />
Si bien es cierto, no estaba ella con<strong>de</strong>nada a muerte, no le aguardaban la horca<br />
ni la hoguera. Pero inevitablemente sí, sería expuesta a la <strong>de</strong>gradación y el oprobio<br />
público.<br />
Al <strong>de</strong>spuntar el alba, Jonás y Dorothy fueron trasladados hacia la plaza<br />
principal, vistiendo interiores y fuertemente enca<strong>de</strong>nados. Una vez allí y luego <strong>de</strong><br />
un interminable alegato con<strong>de</strong>natorio emitido por el Prefecto en persona y,