20.03.2017 Views

LA HERENCIA (Edición de Day9)

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

sentirse amparado. Sin hermanos, sin historia, ni siquiera familiares a quienes<br />

acudir.<br />

Tales circunstancias lo constituyeron como un muchacho frágil e inseguro,<br />

ambicioso <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r que da el dinero, <strong>de</strong>l que obviamente su madre y el carecían.<br />

Aun cuando asistió a buenos colegios, recibiendo una a<strong>de</strong>cuada educación, era<br />

esquivo a las relaciones interpersonales, sin <strong>de</strong>stacar en nada que no fuera el propio<br />

ingenio en pro <strong>de</strong> la supervivencia.<br />

Nunca logró calificar óptimamente como candidato para ingresar en alguna <strong>de</strong><br />

las prestigiosas faculta<strong>de</strong>s londinenses, tal y como muchos <strong>de</strong> sus compañeros <strong>de</strong><br />

estudios habían hecho. Su propia madre solía observarlo con lo que él,<br />

subjetivamente y en silencio, percibía como cierta <strong>de</strong>sazón frente a esa obstinada<br />

soledad en la que solía aislarse. Tampoco practicaba <strong>de</strong>portes. Era propenso al<br />

influjo <strong>de</strong> placeres vanos y superficiales, como la bebida o los juegos <strong>de</strong> azar.<br />

Quizá fuera esa la razón primordial que hoy lo moviliza, consi<strong>de</strong>rando que la<br />

presente circunstancia pue<strong>de</strong> constituir una oportunidad para salir al exterior <strong>de</strong><br />

aquella coraza que durante años edificó a modo <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa. En estos pocos días,<br />

<strong>de</strong>scubre datos singulares sobre su verda<strong>de</strong>ro origen: proviene <strong>de</strong> una familia<br />

adinerada, con estirpe y si a eso le suma el misterioso charme que envuelve su<br />

historia, ¡vaya con la sorpresa!<br />

Mientras medita, ha ido encendiendo velas hasta el último rincón <strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nada sala. También tiene dispuestos los can<strong>de</strong>labros que utilizará para<br />

recorrer la estancia, según sus planes, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esa misma noche. Contempla renuente<br />

las magnas escaleras <strong>de</strong> roble que conducen al segundo piso.<br />

Jamás sabrá si es <strong>de</strong>bido al temor <strong>de</strong> ascen<strong>de</strong>r por las mismas o el intenso<br />

apetito acumulado por las extensas horas <strong>de</strong> viaje, lo que lo inducen a <strong>de</strong>spejar el<br />

gran escritorio lleno <strong>de</strong> polvo, pergaminos y antiguos libros, que reina predominante<br />

junto al ventanal mayor, presidiendo todo el ambiente <strong>de</strong> la sala, con la finalidad <strong>de</strong><br />

prepararse allí algo <strong>de</strong> cenar. Bajo ningún punto <strong>de</strong> vista se aventura llegar hasta la<br />

cocina, la que supone <strong>de</strong>be estar más allá <strong>de</strong>l oscuro corredor hacia su izquierda.<br />

Por fortuna, Alice le había alistado previsoramente, generosas viandas con<br />

alimentos suficientes para subsistir algunos días sin mayor afán. Toma sus enseres<br />

empacados y, escogiendo lo necesario, los distribuye junto a una botella <strong>de</strong> vino<br />

tinto sobre la mesa improvisada. Sacu<strong>de</strong> el polvo <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las sillas y se sienta a<br />

cenar, ensimismado en sus propios pensamientos. De modo curioso e instintivo, en<br />

ningún momento <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> sostener la vista fija en el inicio <strong>de</strong> aquella atemorizante<br />

escalera.<br />

Repentinamente cansado, termina a medias su cena, bebe <strong>de</strong> un sorbo la cuarta<br />

copa <strong>de</strong> vino. Tal vez como consecuencia <strong>de</strong>l agotamiento mental y físico, sumado<br />

a las intensas y variadas emociones experimentadas, pero se queda dormido sobre<br />

su propio abrigo, colocado a modo <strong>de</strong> almohada sobre el escritorio. Lo último que<br />

atina pensar, «ha sido el vino».<br />

Pero aquel breve solaz llega abruptamente a su fin. Una caricia helada roza su<br />

cuello dolorido, rojos y perfumados cabellos le cubren cayendo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> atrás las<br />

mejillas, mientras que unos labios que nunca llega a ver, susurran en su oído:

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!