You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
CAPÍTULO 7<br />
Dorothy<br />
El Pacto con la Oscuridad<br />
Salem, Nueva Inglaterra, finales Siglo XVII<br />
Dorothy jamás volvió a ser la misma tras lo acontecido en Salem. Nunca superó<br />
el abandono <strong>de</strong> Timothy ni el oprobio pa<strong>de</strong>cido y, mucho menos, la <strong>de</strong>sagradable<br />
conducta <strong>de</strong> aquellas supuestas «damas <strong>de</strong> sociedad», que no cejaron en su actitud<br />
<strong>de</strong> velado <strong>de</strong>sprecio a su persona, aun <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su matrimonio con el hombre más<br />
po<strong>de</strong>roso <strong>de</strong> la región. Todo aquello a lo que había accedido eran solo apariencias.<br />
Muy <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sí, en ningún momento, encontró la paz y el sosiego que tanto<br />
precisaba.<br />
No obstante, asumió su nuevo rol <strong>de</strong> «Gran Señora», casi monarca, dado el<br />
dominio absoluto que ejercía sobre la voluntad <strong>de</strong> su <strong>de</strong>spreciable esposo, a quien,<br />
en modo alguno, nadie había conseguido doblegar antes. Esto, indudablemente, le<br />
otorgaba una serie <strong>de</strong> ventajas, <strong>de</strong> las que ella dispuso con cierto <strong>de</strong>spotismo y<br />
crueldad: actuando <strong>de</strong>l mismo modo en que lo hiciera su marido, con un claro rasgo<br />
<strong>de</strong> autoritarismo impasible y soberbio.<br />
Lo más significativo <strong>de</strong> la antagónica metamorfosis no se originaba ya en su<br />
<strong>de</strong>nodada lucha por la supervivencia, que le obligara a <strong>de</strong>rogar los valores implícitos<br />
en la piedra basal <strong>de</strong> su anterior carácter fuerte pero justo; sino que más bien nació,<br />
precisamente, durante uno <strong>de</strong> aquellos solitarios paseos en los jardines lindantes a<br />
la Iglesia, pocos días antes <strong>de</strong> su boda.<br />
Aquella sería su última noche <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l recinto. La mañana siguiente se<br />
mudaría a casa <strong>de</strong>l Prefecto Mc. Conroy, don<strong>de</strong> permanecería mientras se<br />
ultimaban los preparativos para la ceremonia. Por ese entonces, ya se habían<br />
flexibilizado los límites horarios y normativas que la rigieran previamente al<br />
compromiso con Graham. Por lo que acostumbraba <strong>de</strong>ambular atar<strong>de</strong>ceres,<br />
caminando <strong>de</strong>scalza sobre la grama, inmersa en su tristeza y con la mente henchida<br />
<strong>de</strong> incertidumbre.<br />
Durante aquel crepúsculo en particular y luego <strong>de</strong> alistar su mo<strong>de</strong>sto equipaje,<br />
salió en dirección al bosque, atravesando el extenso jardín. Pronto se vio cubierta<br />
por una noche cálida, diáfana. Podía sentir la humedad bajo sus pies <strong>de</strong>snudos. Se<br />
<strong>de</strong>cidió a disfrutar la completa libertad, quizá por última vez en su vida. Iba también<br />
dispuesta a llorar todo lo que fuera necesario por aquellas cosas <strong>de</strong> las que no<br />
volvería a gozar: amor, nobleza, bondad, esperanza; como también así, <strong>de</strong>bido al<br />
inminente arribo <strong>de</strong> la oscuridad infiel <strong>de</strong> un futuro por otros dispuesto.<br />
Bor<strong>de</strong>ando los límites <strong>de</strong>l bosque, cayó <strong>de</strong> rodillas, <strong>de</strong>rrumbada por la<br />
contun<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> su dolor. Precisaba expulsar todo rastro <strong>de</strong> sus verda<strong>de</strong>ros<br />
sentimientos, <strong>de</strong>jándolos atrás. Mientras sollozaba, abrazando su vientre casi<br />
imperceptible, sintió que alguien le acariciaba el cabello. Alzó la vista sorprendida<br />
y, entonces, volvió a verla, <strong>de</strong> pie allí a su lado, mirándola silente y comprensiva. Se<br />
trataba <strong>de</strong> la hierática mestiza que había sido mudo testigo en dos <strong>de</strong> los momentos