Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
contigua, siguiendo el pasadizo que había utilizado John para salir <strong>de</strong> allí sin ser<br />
visto, durante la tar<strong>de</strong>.<br />
Penetra al interior <strong>de</strong> un mohoso corredor estilo gótico, lúgubre y abandonado.<br />
Hacia ambos lados y, durante todo el trayecto <strong>de</strong>l mismo, se sitúan numerosas celdas<br />
y mazmorras, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las cuales pue<strong>de</strong>n divisarse restos <strong>de</strong> lo que evi<strong>de</strong>ntemente<br />
un día fueran cuerpos humanos.<br />
Camina durante largo tiempo. De improviso, tropieza y cae en una especie <strong>de</strong><br />
pozo que no ha notado en su andar. Este aparenta no tener fin, ya que la caída se<br />
prolonga interminable, precipitándolo hacia la nada. Ya consi<strong>de</strong>rablemente<br />
alarmado, cree atisbar una tenue luz que proviene <strong>de</strong> abajo. Richard procura centrar<br />
sus energías y, compenetrándose con ellas, cierra los ojos.<br />
Entonces, toca fondo. Cúmulos <strong>de</strong> arena y tierra removida atenúan el golpe;<br />
<strong>de</strong>scontando por supuesto, su estrategia y lo fuerte que se ha vuelto en el último<br />
período. Escupiendo polvo y cenizas dispersas en el suelo, se pone <strong>de</strong> pie en lo que<br />
parece ser una amplia caverna subterránea, débilmente iluminada por antorchas.<br />
Avanzando con toda precaución, distingue un altar edificado en piedra, junto a<br />
diversos tótems, esculturas y utensilios <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>sconocida e<br />
indiscutiblemente mística.<br />
Algo en aquel sitio le resulta estremecedoramente familiar, aunque no logra<br />
<strong>de</strong>terminar certeramente <strong>de</strong> dón<strong>de</strong>, qué o cómo. Continúa dirigiéndose hacia el<br />
rústico altar y, una vez frente al mismo, imágenes fugaces, en forma <strong>de</strong> recuerdos,<br />
acu<strong>de</strong>n a su mente. Trae a su memoria las visiones obtenidas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la atribulada<br />
mente <strong>de</strong> Maggie el pasado día. Pue<strong>de</strong> entonces reconocer las figuras, también los<br />
gran<strong>de</strong>s cuencos <strong>de</strong>stinados a recibir la sangre vertida por las víctimas. A<strong>de</strong>más,<br />
<strong>de</strong>scubre la presencia <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> réplicas exactas a las extravagantes y hasta<br />
grotescas, efigies que ostentan las estanterías empotradas <strong>de</strong> la sala circular.<br />
Intenta posar los <strong>de</strong>dos sobre la superficie manchada con sangre <strong>de</strong>l altar. Al<br />
hacerlo, las antorchas chisporrotean enar<strong>de</strong>cidas y una <strong>de</strong>scarga eléctrica ascien<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> su mano, trepando por el brazo e intentando abarcar la totalidad <strong>de</strong> su cuerpo.<br />
Recurriendo entonces el máximo <strong>de</strong> su fuerza, consigue retirarla abruptamente,<br />
<strong>de</strong>splazándose unos pasos hacia atrás.<br />
Observa su mano, suponiendo encontrarla herida por las quemaduras, mas lo<br />
único que en ella ve es sangre, fresca, roja y abundante. Sorprendido, vuelve a<br />
retroce<strong>de</strong>r y, con la otra mano libre, busca aferrarse al amuleto que lleva escondido.<br />
Entonces, advierte que en la misma sostiene una daga <strong>de</strong> plata grabada con extraños<br />
jeroglíficos. No recuerda haberla tomado, ni antes ni <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la caída, ni siquiera<br />
haberla visto con anterioridad. Separa sus <strong>de</strong>dos con la intención <strong>de</strong> soltarla, pero<br />
esta se <strong>de</strong>svanece antes <strong>de</strong> tocar el suelo e inconcebiblemente, retorna hacia su<br />
mano cual si formara parte <strong>de</strong> su cuerpo.<br />
Tiene agitado el pecho. Después <strong>de</strong> un tiempo, vuelve a sentir los efluvios <strong>de</strong>l<br />
miedo acechando su cordura. ¡No! Esto <strong>de</strong>be ser una artimaña más <strong>de</strong>l Amo, para<br />
<strong>de</strong>rrotarle, estando oportunamente solo. Gira sobre sí mismo, alentando la<br />
esperanza <strong>de</strong> divisar el sitio don<strong>de</strong> había caído. La sorpresa lo embarga cuando nota<br />
una doble fila <strong>de</strong> tétricos nativos cercándole por la espalda, <strong>de</strong>notando una mirada<br />
dura, impiadosa e inhumana. Aun cuando se mantienen inmóviles, estos engendros<br />
dan la impresión <strong>de</strong> estar cada vez más próximos.<br />
Alterado, Richard comienza a escrutar en <strong>de</strong>rredor, buscando una salida o, al<br />
menos, don<strong>de</strong> refugiarse. En ese momento lo avista. A su <strong>de</strong>recha se erige una