Libro
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dad de nosotros y fueron muchísimos los norteamericanos<br />
que se acercaron a Nicaragua. Me sentí acogida por<br />
los nicas, pero fue hasta que vine a vivir en el 83, invitada<br />
por el CIDCA, que empecé a sentir la complicación de ser<br />
una extranjera. Me parecía contradictorio ayudar a este<br />
pueblo y al mismo tiempo ser ciudadana del país que más<br />
daño le ha hecho a Nicaragua. Los nicas me decían que<br />
amaban a nuestro pueblo, pero odiaban a su gobierno.<br />
Cuando el pueblo norteamericano religió a Reagan en el<br />
84, me sentí profundamente frustrada, enojada y desilusionada.<br />
Para el año 85, mientras trabajaba en el campo, un<br />
campesino me dijo lo mismo e hizo la distinción entre pueblo<br />
y gobierno. Yo le pregunté por qué hacía tal distinción<br />
si el pueblo norteamericano había relegido a Reagan. Él me<br />
dijo que, en Nicaragua, a Somoza lo religieron una y otra<br />
vez por fraude, de tal forma que ese gobierno no reflejaba el<br />
sentimiento del pueblo nicaragüense. Aquella comparación<br />
me alivió mucho. Desde aquella vez, no tuve conflictos internos<br />
respecto a mi condición de extranjera en Nicaragua.<br />
Recordar la derrota electoral del FSLN en el 90, es como recordar<br />
el día en que Kennedy murió. Yo estaba en la Costa<br />
cubriendo las elecciones y me quedé un mes haciendo<br />
cálculos de las elecciones porque no pude pensar en cosas<br />
más profundas. Estaba muy ansiosa. Cuando regresé al pacífico,<br />
descubrí que había pasado algo importante entre los<br />
internacionalistas. Muchos estaban haciendo maletas para<br />
irse mientras otros se nacionalizaban. Era un escenario rarísimo.<br />
Me quedé perpleja y mi reacción fue algo tardía.<br />
No sufrí profundamente sino hasta al final de la década del<br />
90, cuando la crisis existencial y política que muchos otros pasaron<br />
antes, también me llegó a mí. No fue sólo la perdida de<br />
las elecciones del Frente, sino la realidad de que la revolución<br />
ya no estaba en el horizonte y los revolucionarios quedamos<br />
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