Libro
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libro por todo el país desde Oregon hasta Miami. En septiembre<br />
vamos a Chicago y después a Delaware, Maryland, etc.<br />
Estamos muy contentos por rescatar una historia olvidada”.<br />
Aynn Setright, 52 años: “Nací en el Estado de Wyoming.<br />
Soy docente universitaria y colaboro con la UNAN-Managua,<br />
donde soy la directora académica de un programa<br />
que viene de EEUU y se llama SIT (Study Abroad). Traemos<br />
de 15 a 20 estudiantes norteamericanos, quienes vienen<br />
a Nicaragua a cursar un semestre conmigo cada año.<br />
Vine a Nicaragua en el 85 por medio de Acción Permanente<br />
por la Paz. Terminando mi licenciatura en Relaciones Internacionales,<br />
estaba lista para estudiar mi maestría en Rural Sociality<br />
(Sociología rural). Sentí que el problema más grave de mi<br />
generación era la guerra de mi país contra Nicaragua. Estaba<br />
muy consciente de esa problemática y sostuve fuertes debates<br />
contra la guerra desde mi universidad. En ese entonces,<br />
Dick Cheney, quien más tarde se convirtió en el brazo derecho<br />
de George W. Bush, era el representante de mi Estado en<br />
el Congreso. Yo debatía intensamente en la universidad contra<br />
sus políticas republicanas y su abierto apoyo a la Contra.<br />
Sentí que no era momento de seguir estudiando y decidí viajar<br />
a Nicaragua para poner en práctica mi activismo político<br />
y mi solidaridad con la revolución. Los nicas perdonaron<br />
mi pobre español ya que yo sólo hablaba portugués. Estuve<br />
viviendo en Brasil entre el 78 y el 79. Me conmovió la manera<br />
en que reaccionaron los suramericanos al momento del<br />
triunfo sandinista en julio del 79. Brasil también vivía bajo<br />
una dictadura militar, aunque no era tan violenta como la<br />
del régimen somocista. Cuando se comunicó la noticia del<br />
triunfo, los brasileños salieron a las calles a bailar e hicieron<br />
un mini-carnaval. Yo estaba súper confundida. Las calles de<br />
Brasilia se llenaron de simpatizantes rojinegros y eso contagió<br />
mi solidaridad hacia el pequeño país centroamericano.<br />
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