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15-Ponsati-Murla-Oriol-San-Agustin

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go, Roma y Milán, y que solo concluiría tras su conversión,<br />

cuando Agustín decidió regresar a su patria para consagrarse<br />

a la vida contemplativa.<br />

Esta época crucial está pintada con dramáticos y posiblemente<br />

exagerados colores por el mismo san Agustín en<br />

Nos hiciste, Señor, para<br />

ti, y nuestro corazón<br />

está inquieto, hasta que<br />

descanse en ti.<br />

Confesiones<br />

su obra Confesiones. Leyendo sus<br />

páginas es imposible no apreciar el<br />

contraste que se da entre sus primeras<br />

tres décadas de vida, presuntamente<br />

marcadas por un cierto<br />

desenfreno, y el resto de su trayectoria<br />

vital a partir de su conversión<br />

al cristianismo, caracterizado por una entrega total a la causa<br />

cristiana. En realidad, la vida que el pensador llevó hasta<br />

cumplir los treinta y dos años es la propia de un estudiante<br />

procedente de una pequeña ciudad que descubre el mundo<br />

tras su paso por las grandes urbes de Cartago, Roma y<br />

Milán. El hecho que durante este período tuviera un hijo,<br />

Adeodato, de una relación que no llegaría a formalizarse<br />

matrimonialmente, no revela tampoco una vida sexualmente<br />

desenfrenada, sino simplemente una voluntad de llevar adelante<br />

un proyecto vital al margen de las convenciones que<br />

eran consideradas de obligado cumplimiento, sobre todo<br />

por su madre, Mónica, de profundas convicciones cristianas.<br />

Por otro lado, no hay que olvidar que la relación con la<br />

madre de Adeodato fue una relación basada en el compromiso<br />

y la fidelidad, y que duró casi quince años, hasta que<br />

Mónica consiguió convencer a su hijo de la necesidad de<br />

tomar otra mujer en matrimonio y la madre de Adeodato fue<br />

cordialmente invitada a regresar a África, quedando Agustín<br />

y Adeodato en Milán. El matrimonio proyectado por la madre,<br />

sin embargo, se vio frustrado por la crisis espiritual de<br />

san Agustín y su decisión de vivir en celibato.

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