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dificulta tomar las decisiones correctas: cómo interactuar con los demás, a quién
promover, que actividades adelantar, qué críticas escuchar, cuándo atacar un
problema.
La Europa de Churchill requería una clase de líder. El mundo interconectado
de hoy requiere otra. Porque hay mucha información qué procesar, mucha
competencia, muchos cambios. Si no se tiene claridad mental... todo está
perdido.
Obviamente, al hablar de sobriedad no estamos hablando sobre la abstinencia
de las drogas o el alcohol, pero es cierto que en la sobriedad del ego también hay
un elemento de contención, la eliminación de lo innecesario y lo destructivo. No
más obsesión con la imagen. No más malos tratos para las personas que están
por debajo o por encima suyo. Hay que dejar de caer en las trampas de la
primera clase y el tratamiento de estrellas. Hay que dejar de discutir, pelear,
pavonearse, adoptar una actitud altiva o paternalista y dejar de maravillarnos por
nuestra propia capacidad o importancia.
La sobriedad es el contrapeso que debe equilibrar el éxito. En especial si las
cosas van cada vez mejor.
Tal como anotó J. L. Basford, “se requiere una fuerte constitución para
soportar los repetidos ataques de la prosperidad”. Bueno, ahí es donde estamos
ahora.
Hay un viejo dicho acerca de cómo, si uno quiere vivir feliz, debe vivir
escondido. Eso es cierto. El problema es que eso nos privaría a los demás de
modelos de comportamiento realmente buenos. Tenemos suerte de ver a alguien
como Merkel en una posición tan pública, porque ella es realmente la
representante de una mayoría muy grande pero silenciosa.
A pesar de lo difícil que puede ser creer en lo que vemos en los medios, sí
hay personas exitosas que viven en apartamentos modestos. Al igual que Merkel,
estas personas tienen vidas normales con sus parejas (el esposo de Merkel faltó a
la posesión en uno de los períodos). Su vida carece de artificio, usan ropa
normal. La gente más exitosa es gente de la que nunca hemos oído hablar.
Porque ellos así lo quieren.
Eso les permite mantener su sobriedad. Les ayuda a hacer su trabajo.
* El “chisporroteo” es el sonido que hace un trozo de carne cuando se lanza a un sartén. N. de la T.