22.05.2023 Views

52

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

palabras, cada victoria y avance hicieron que Kan se volviera más inteligente y

lo impulsaron hacia situaciones que nunca antes había conocido. Se necesita

tener una humildad especial para darse cuenta de que uno sabe menos, incluso a

medida que aprende y descubre más cosas. Recordemos la sabiduría de Sócrates

cuando dijo: “Solo sé que nada sé”.

Con los logros crece la presión de pretender que sabemos más de lo que

sabemos. De creer que ya lo sabemos todo. Scientia infla (El conocimiento

infla). Esa es la preocupación y el riesgo: pensar que estamos instalados y

seguros, cuando, en realidad, la comprensión y el dominio de un oficio son un

proceso continuo y fluido.

El jazzista ganador del Grammy en nueve ocasiones y premio Pulitzer,

Wynton Marsalis, aconsejó una vez a un prometedor joven sobre la mentalidad

en el estudio vitalicio de la música: “La humildad engendra aprendizaje porque

contrarresta la arrogancia que te enceguece. Te abre los ojos para poder ver

cómo las verdades se van revelando ellas mismas e impide que te interpongas en

ese proceso. ¿Sabes cómo puedes descubrir si alguien es realmente humilde?

Creo que hay una prueba muy sencilla: la gente humilde mejora, porque siempre

observa y escucha con atención. No supone que sabe cómo hacer las cosas...”.

Sin importar lo que usted haya hecho hasta este momento, lo mejor es que

siga siendo un estudiante. Si ya no está aprendiendo, es porque se está muriendo.

No es suficiente con ser solo un estudiante al comienzo. Esa es una

condición que uno debe adoptar de por vida. Aprenda de todos y de todo. De la

gente a la que usted supera, de aquellos que le desagradan, incluso de sus

supuestos enemigos. A cada paso y en cada encrucijada de la vida hay

oportunidades para aprender, e incluso si la lección es puramente remedial, no

debemos permitir que el ego nos vuelva a impedir oírla.

Con mucha frecuencia, debido a que estamos convencidos de nuestra propia

inteligencia, nos mantenemos en una zona de confort que garantiza que nunca

nos sintamos estúpidos (y que nunca enfrentemos el reto de aprender o

reconsiderar lo que sabemos). Esto nos impide ver varias debilidades de nuestra

comprensión y, con el tiempo, ya es demasiado tarde. Ahí es donde pagamos un

precio silencioso.

Cada uno de nosotros enfrenta una amenaza a medida que busca desarrollar

un oficio. Al igual que sirenas sentadas en las piedras, el ego canta una canción

que nos tranquiliza y nos valida... y que puede llevarnos al naufragio. Tan pronto

permitimos que el ego nos diga que nos hemos graduado, el aprendizaje se

detiene en seco. Esa es la razón por la cual Frank Shamrock dijo que siempre

había que mantener la condición de estudiante. Porque esta no tiene fin.

La solución es tan directa como incómoda al comienzo: tome un libro sobre

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!