cuentos de barro - DSpace Universidad Don Bosco

las narices fijas en el cíelo, como si
husmearan la lluvia de ben dición.
Fueron alejándose, por los sembrados;
cruzaron la quebrada seca y continuaron
por el piñal. A lo lejos, la rogación se
deslizaba como una cromática cola
de barrilete, que se hubiera hecho
culebra.
“Tom, tom, tom; tototom, tom, tom...”
* * *
Allá por las cuatro y media, el día traquió
y se paró en seco. Como si le hubieran
aplicado un fósforo, el cielo tilinte271 se
quemó. La llama se corrió hasta el suelo
y allí brotó la jumazón. Fue una nube
prieta y veloz, que invadió el mundo
como una noche extraviada. Venía
huyendo, llena de terror, bramando y
trompezándose en los cerros. Pasó, con
un remoli no de viento que enloquecía
las palazones, amarradas sin remedio
a la tie rra, sin esperanza de huida. Los
techos de las casas, asustados, abrieron
sus alas y se volaron. El polvo, sediento,
subió a beber agua por el cami no de
caracol. Con paletas invisibles, batían
la sopa de hojas en la olla del mundo.
La tormenta, borracha, primero
lloró; después babeó y, por últi mo,
vomitó su negrura. Eran torrentes
incontenibles que brotaban de todas
145
trees and continued to the edge of the
fence that surrounded the enormous
pastures. The people had their noses
and their eyes turned towards the sky
as if they smelled the blessing rain.
They moved onwards through the
fields. They crossed the dry stream
and continued towards the pineapple
plantations. The prayer slithered away
in the distance like a colorful tail of a
kite that turned into a snake.
“Tom, tom, tom; tototom, tom, tom...”
* * *
Around four thirty, the day made a
huge noise and stopped at once. The
stretched sky got burned as if a giant
match was thrown into it. The flame
ran all the way to the ground and the
smoke began. It was a fast black cloud
that invaded the world like a lost night.
It came fleeing, full of terror, bellowing
and stumbling on the hills. It passed
with a whirlwind that drove the trees
crazy; the trees that were rooted to
the earth without remedy, without
hope of running away. The frightened
roofs of the houses opened their
wings and flew away. The thirsty dust
rose up to drink water alongside the
snail road. With invisible spatulas they
beat the leaf soup in the pot of the
world. The drunken storm cried at first,
then salivated, and finally vomited its
blackness. Uncontainable streams burst
everywhere, sweeping up everything.
271. Campbell: “tilinia”. RAE: tilinte. (Del nahua tilinquí, estirado). 1. adj. C. Rica, El Salv., Hond. y Nic.
Estirado en su grado máximo de tensión y a punto de romperse.