cuentos de barro - DSpace Universidad Don Bosco

Atrás jue quedando el grito herido de la
Tana; la casa chele de Juan Barona; los
tapiales de adobe, cundidos de reseda;
la pilita seca; la caseta de la ronda, con
su cruz verde pegoteada de papeles de
color. El camino empezaba a bajar por
el barrial. Al fondo atravesaba, sobando
los talpetates173 , el riíto de Miadegüey.
A los lados, en el explayado de arena,
crecían berros. Pasó el amatón de la
Fermina; el rancho de Lolo; subieron
la cuesta del Chichicastal, y entraron
de nuevo en tierra llana. A lo lejos,
cabezonas, se miraban las ceibas del
pantión174 , ya borrosas en el callar.
Felipe aventuró:
—¿Juiste anoche al velorio, oyó?...
—Sí jui...
—Yo no jui, pero vengo al entierro del
juneral.
Caminaban cada vez más a prisa, por
la noche que se desmoronaba poco
a poco sobre el campo. Pararon para
cambiar los cargantes, porque ya
pujaban mucho. Los dos alambres del
telégrafo iban siguiéndolos de poste
en poste; se detenían, curiosos, en los
aisladores, mirándoles con los ojos
verdes; a veces, se enmontaban por las
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Tana’s wounded house was left behind,
and so was Juan Barona’s white house,
the adobe walls rife with mignonette,
the empty cattle trough, and the
guard’s hut with its green cross adorned
with color papers glued on it. The road
as it dipped down became muddy. The
small Pee-of-an-Ox river crossed the
back of the property from side to side
barely touching the volcanic tuff. 175
Watercress grew on the sides on the
sandy riverbed. The road continued
by Fermina’s big fig-tree, Lolo’s shack,
the Chichicastal 176 hill and came back
to level ground. In the distance the
cemetery’s large-headed ceiba trees
could be seen, almost fuzzy in the
silence.
Felipe spoke:
“Did you go to the wake last night?”
“I did…”
“I ain’t go, but I’m here now for the
burial of the funeral.”
They walked faster and faster through
the middle of the night that was
falling over the field little by little.
They stopped to change pallbearers
because they were struggling. The
two telegraph lines were following
them from post to post. They stopped,
curious, looking at the insulators that
173. RAE: talpetate. (Del nahua tlalli, tierra, y petlatl, estera). 1. m. El Salv. y Hond. Tierra caliza y arenosa
que se emplea para pavimentos de carreteras.
174. Igual que cementerio.
175. Spanish “talpetate” volcanic soil used to compacting roads; not suitable for agriculture.
176. Flowering plant acting like poison ivy.