Claves - UGT Andalucía

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reflexiones socio
laborales de la
UGT Andalucía
El horizonte de las industrias culturales en Andalucía
No es fácil resumir en este pequeño espacio
la situación en la que el sector de industrias
culturales en Andalucía se encuentra Es
indudable que la crisis global ha afectado
también a este ámbito, sometido ya de por sí
a las tensiones de una demanda no siempre
asegurada y de unas subvenciones variables
Por todo ello, plantearemos una radiografía de
este segmento industrial en nuestra comunidad
autónoma, para analizar sus principales
problemas y también sus retos inmediatos
Antes de ello, consideramos necesario
delimitar los sectores que cubre la denominada
industria cultural Sabemos que el término
aparece vinculado a Adorno y Horkheimer
que, en la década de los cuarenta del
pasado siglo, observan cómo en los países
más desarrollados se está produciendo una
comercialización de la cultura que la convierte
en mercancía y bien de consumo Es en estos
momentos cuando se considera que la cultura
entra en el proceso productivo capitalista
y es administrada por organizaciones que
buscan una finalidad mercantil Inevitablemente
aparecen los medios de comunicación como
emisores de esa cultura, pero también otras
fórmulas de difusión discontinua como el
sector editorial, cinematográfico y discográfico
En uno y otro caso, se persigue llegar al
más amplio público, por lo que las fórmulas
Aurora Labio Bernal
Universidad de Sevilla
publicitarias se convertirán en parte de la
industria para estandarizar contenidos entre
los consumidores
Posteriormente, el discurso institucional
intenta, al menos en teoría, apartar este objetivo
comercial, tal y como ha puesto de manifiesto
en 2010 el Libro Verde sobre el potencial de
las industrias culturales y creativas, al definir a
estas como aquellas que “producen y distribuyen
bienes o servicios que, en el momento en
el que se están creando, se considera que
tienen un atributo, uso o fin específico que
incorpora o transmite expresiones culturales,
con independencia del valor comercial que
puedan tener” A pesar de ello, a lo largo de
todo el texto, este “valor comercial” aparece
de forma reiterada a través de expresiones
como “potencial de crecimiento”, “inversiones”
“consumo” o “economía creativa”
De esta forma, podemos decir que la posición
crítica mantenida desde la academia ha sido
superada por los poderes públicos y privados,
que utilizan la industria cultural como factor de
desarrollo económico y como valor diferencial a
nivel local y regional Se admite así que la cultura
es una actividad empresarial más en manos de
compañías, y se pone el acento en la necesidad
de consumo y venta según los territorios
Para el caso de Andalucía, los condicionantes