Claves - UGT Andalucía
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082<br />
reflexiones socio<br />
laborales de la<br />
<strong>UGT</strong> <strong>Andalucía</strong><br />
de los hombres para con el trabajo doméstico<br />
y de cuidados<br />
Resulta, pues, que al mismo tiempo que mediante<br />
un pacto se demanda a los estados esfuerzos<br />
para avanzar hacia la igualdad de género en<br />
las relaciones económicas por otro se imponen<br />
medidas que generan trabajo precario, menor<br />
participación de los salarios en las rentas<br />
nacionales y una disminución del gasto social<br />
que son factores que inciden directamente<br />
en el aumento de las desigualdades entre<br />
mujeres y hombres, al hacer disminuir las<br />
rentas directas e indirectas de las familias, que<br />
así tienden a suplir los bienes y servicios cuya<br />
adquisición en el mercado se les encarece y los<br />
servicios que el estado deja de proveerles, con<br />
trabajo no pagado, principalmente a cargo de<br />
las mujeres que ya realizan la mayor parte de<br />
él (en <strong>Andalucía</strong>, el 78% del total)<br />
Las políticas económicas deflacionistas como<br />
las que se están imponiendo como aparente<br />
respuesta a la crisis son la causa principal de<br />
que aumente la vulnerabilidad de las mujeres,<br />
su mayor dedicación al cuidado, limitando así<br />
sus oportunidades, su autonomía financiera y su<br />
libertad, lo que hace prácticamente imposible<br />
la consecución de los objetivos del Pacto por<br />
la Igualdad<br />
Esta es la fatal esquizofrenia de la Unión<br />
Europea Declara que “La igualdad no<br />
solamente es una cuestión de equidad sino de<br />
eficiencia económica” (Estrategia de Lisboa) y<br />
alude reiteradamente a “la contribución de la<br />
igualdad de género al crecimiento, al empleo<br />
y a la cohesión social” (Comisión Europea,<br />
2009), pero diseña la política macroeconómica<br />
y establece condiciones para reformar el<br />
modelo productivo haciendo imposible que<br />
en la práctica se puedan hacer realidad esas<br />
proclamas igualitarias<br />
Para evitar esta incongruencia lo que hay que<br />
hacer es justamente lo contrario y lo que no<br />
se está haciendo, establecer el objetivo de la<br />
igualdad de género como un objetivo central<br />
de la reforma del modelo productivo y de las<br />
políticas económicas y no como una meta<br />
independiente, simplemente complementaria si<br />
las buenas condiciones económicas permiten<br />
alcanzarlo, o subsidiaria de otras<br />
Para ello es fundamental que la promoción<br />
de la igualdad de género se conciba como un<br />
objetivo transversal que afecte e influya en<br />
todas las dimensiones del modelo productivo:<br />
en el tipo de actividades que se incentivan y<br />
adquieren centralidad, en el modo de utilizar<br />
los recursos, en las pautas de generación<br />
originaria de ingreso y en las redistributivas, y<br />
en el entorno institucional, de normas y valores<br />
que determinan el comportamiento de los<br />
sujetos económicos<br />
Las leyes española y andaluza de igualdad de<br />
2007 establecen la transversalidad como<br />
principio rector de las políticas de igualdad,<br />
lo que debería conllevar la incorporación de la<br />
perspectiva de igualdad de género en todas<br />
las fases de gestión de las políticas públicas,<br />
en todos los niveles de la administración y<br />
en todas las áreas temáticas Y el gobierno<br />
andaluz ha hecho avances importantes con<br />
el establecimiento de Unidades de Género<br />
y con la estrategia comenzada en 2003 de<br />
integración del enfoque de género en las<br />
políticas generales a través del presupuesto<br />
público, como vía complementaria y necesaria<br />
a las políticas específicas de igualdad e<br />
instrumento fundamental para la aplicación de<br />
mainstreaming o transversalidad de género<br />
Lo que ha llevado a que en estos últimos años<br />
se haya hecho un esfuerzo presupuestario en<br />
aquellos programas de gasto que tienen un<br />
impacto potencial más fuerte y positivo en el<br />
objetivo de igualdad de género<br />
Pero estos avances se han circunscrito casi<br />
exclusivamente al ámbito de las políticas<br />
públicas y no se puede decir que hayan tenido un<br />
impacto global en el conjunto de las relaciones<br />
económicas y sociales, lo que ha impedido<br />
que la igualdad de género haya registrado los<br />
avances sustanciales que cabía esperar de<br />
leyes tan ambiciosas