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Claves - UGT Andalucía

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En lo que respecta a la atención a la dependencia,<br />

según datos del IMSERSO de marzo de 2011,<br />

en España existen 1 058 072 de personas<br />

beneficiarias con derecho a prestación, lo que<br />

supone un 2,25% de la población total En<br />

<strong>Andalucía</strong>, este porcentaje asciende a un 3,3%<br />

de la población 18<br />

En el año 2015 se prevé la completa implantación<br />

de la Ley 39/2006 de 14 de Diciembre de<br />

Promoción de la Autonomía Personal y Atención<br />

a las personas en situación de Dependencia, con<br />

la finalización de la concesión de prestaciones a<br />

personas evaluadas como pertenecientes al nivel<br />

1 dentro del Grado I (Dependencia Moderada)<br />

Según los datos disponibles, ello supondrá un<br />

coste económico situado entre los 17 y 20<br />

millones 19 , de los que únicamente en torno al<br />

30% podría ser satisfecho por el ámbito público,<br />

lo cual implica una participación por parte de los<br />

hogares tremendamente elevada, en un contexto<br />

agravado por una crisis económica generalizada<br />

Junto a esto hay que señalar que, ni el modo<br />

de financiación pública ni el plan de copago con<br />

los beneficiarios de la Ley están establecidos<br />

de manera transparente, lo que imposibilita<br />

una evaluación adecuada de su viabilidad Así,<br />

la tendencia parece dejar en evidencia una<br />

preocupante ruptura entre las propuestas de<br />

la ley y las posibilidades de su implementación<br />

ligadas al gasto social, al tiempo que se observa<br />

un fenómeno que entra en contradicción con la<br />

filosofía de la propia ley: la doble privatización de<br />

los cuidados de personas dependientes Por un<br />

lado, porque continúan siendo responsabilidad<br />

del ámbito privado-doméstico (lo que sigue<br />

afectando especialmente a las mujeres), y por<br />

otro, porque una gran parte de ellos están<br />

siendo provistos por entidades privadas en el<br />

mercado, con las desigualdades sociales que<br />

ello acarrea 20<br />

18 IMSERSO (2005) Libro Blanco de la atención a personas<br />

en situación de Dependencia Madrid IMSERSO (2011):<br />

Información estadística del sistema para la autonomía y<br />

atención a la dependencia Situación a 1 de marzo de 2011<br />

19 Albarrán, Luisa y Alonso, Pablo (2009) “La población dependiente<br />

en España: estimación del número y coste social asociado a su<br />

cuidado”, Estudios de Economía, 36 (2), pp 127-163<br />

20 Pérez, Amaia (2010): “Diagnóstico de la crisis y respuestas<br />

desde la economía feminista” en Revista de Economía Crítica<br />

9(1), pp 132-144<br />

reflexiones socio<br />

laborales de la<br />

<strong>UGT</strong> <strong>Andalucía</strong><br />

Por otra parte, es necesario señalar que la<br />

Ley de Dependencia solo alude a una de las<br />

acepciones del concepto de cuarto pilar del<br />

bienestar que hace ya más de una década<br />

acuñara Vicenç Navarro 21 Es decir, que si<br />

bien se han sucedido las referencias al mismo<br />

desde distintos ámbitos, no obstante, en su<br />

aplicación práctica continúa sin reflejarse tal<br />

como fue concebido en origen, dejándose al<br />

margen otro grupo igualmente relevante como<br />

es la atención a menores de entre 0 y 3 años<br />

de edad<br />

A este respecto, es urgente la adopción de<br />

medidas que faciliten el acceso a servicios de<br />

escuelas infantiles para este grupo de niños,<br />

pues solo de esta manera será posible una<br />

plena incorporación de las mujeres (nuevamente<br />

principales cuidadoras) al mercado de trabajo,<br />

que redunde en un aumento de la productividad<br />

de un sistema económico que actualmente está<br />

infrautilizado, dado que se “desaprovecha” la<br />

aportación de la mitad de población, la femenina<br />

que, paradójicamente, es la más formada<br />

En lo que respecta a las empresas privadas,<br />

la crisis ha tenido un claro efecto sobre ellas<br />

en relación a su compromiso social con el<br />

gasto Éstas han disminuido su responsabilidad<br />

social como consecuencia de la reducción de<br />

sus cotizaciones a la Seguridad Social y de la<br />

posibilidad de flexibilizar tiempos y espacios<br />

de trabajo No obstante, están haciéndose<br />

cargo, mediante privatizaciones, de una parte<br />

importante de los cuidados que deberían<br />

ser provistos por el Estado, quedando éste<br />

únicamente al cargo de determinadas ayudas y<br />

servicios sociales para casos concretos<br />

De esta forma la resolución de la crisis ha<br />

vuelto en gran parte a los hogares, y en ellos<br />

nuevamente a manos de las mujeres, pues<br />

son ellas quienes mayoritariamente continúan<br />

encargándose de la resolución de tareas en la<br />

esfera familiar En este sentido es necesario<br />

señalar el papel fundamental que están llevando<br />

a cabo las mujeres migrantes, ya que son ellas<br />

21 Navarro, V (2006) El subdesarrollo social de España: causas<br />

y consecuencias Anagrama Barcelona<br />

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