08.05.2013 Views

Dobraczynski. Cartas de Nicodemo

Dobraczynski. Cartas de Nicodemo

Dobraczynski. Cartas de Nicodemo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

en medio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto. —Con estos agujeros —- levantó el pie — no<br />

llegaríamos lejos...<br />

—No tenemos ni un as — observó Judas.<br />

Como queriendo confirmar la veracidad <strong>de</strong> sus palabras, abrió la<br />

alforja y nos mostró su fondo vacío. El maestro le había encargado<br />

que administrara el poco dinero con que la gente los socorría.<br />

Movieron las cabezas y dirigieron una mirada interrogante al<br />

maestro. Pero él volvió a sonreír como un niño encantado con su<br />

propia i<strong>de</strong>a.<br />

¡No necesitáis nada! — exclamó con calor —. Ni dinero, ni<br />

provisiones, ni siquiera una bolsa. Marchad con las sandalias rotas y<br />

con lo que lleváis puesto. Que cada uno se haga un bastón con la<br />

rama <strong>de</strong> un árbol: no necesitáis la vara <strong>de</strong> peregrino. Marchad tal<br />

como vais y no os equipéis para ir <strong>de</strong> viaje. Allá... — entendió una<br />

mano y se acercó al bor<strong>de</strong>, empujando, al pasar, unos guijarros, que<br />

cayeron rodando por la pendiente. La niebla, en el valle, había<br />

disminuido y a la grisácea luz <strong>de</strong>l amanecer veíase el mar, salpicado<br />

<strong>de</strong> espuma, con centenares <strong>de</strong> casas esparcidas a sus orillas —, allá<br />

—repitió — os espera la siega. Id a trabajar. No visitéis a paganos y<br />

samaritanos, antes bien buscad las ovejas <strong>de</strong>scarriadas <strong>de</strong>l rebaño <strong>de</strong><br />

Israel. Decidles a ellas: ha llegado la hora. Y, como señal, curad a los<br />

enfermos ungiéndolos con aceite, limpiad a los leprosos y expulsad<br />

<strong>de</strong>monios. Aceptad lo que os <strong>de</strong>n, como el obrero que no discute su<br />

paga, y no pidáis nada. Habéis recibido <strong>de</strong> bal<strong>de</strong>; dad, pues, <strong>de</strong> bal<strong>de</strong><br />

también.<br />

Aquí interrumpiose y los miró esperando ver su reacción. Pero<br />

ellos seguían mirándose unos a otros, inmóviles en su sitio. Sus<br />

palabras, en vez <strong>de</strong> animarles, aún habían aumentado su temor.<br />

Porque no era lo mismo curar o aventurarse a expulsar <strong>de</strong>monios<br />

cuando el maestro estaba allí, dispuesto a ayudarles, que tener que ir<br />

ahora lejos con este po<strong>de</strong>r entre las manos. En el silencio que reinaba<br />

resonó le estri<strong>de</strong>nte voz <strong>de</strong> Santiago:<br />

—Nos mandas e buscar las ovejas... Pero allí don<strong>de</strong> hay ovejas<br />

hay también lobos...<br />

—Has dicho bien — afirmó. Pero su voz seguía siendo alegre —.<br />

Os mando como ovejas en medio <strong>de</strong> lobos... Entre ellos <strong>de</strong>béis ser<br />

confiados como palomas y astutos como zorros...<br />

106

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!