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Dobraczynski. Cartas de Nicodemo

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— ¿Por qué habéis traído aquí a un necio como éste? — se irritó<br />

Caifás —. ¡Fuera con él!<br />

— El dijo a uno —exclamó otro entre la multitud <strong>de</strong> los testigos —<br />

que si volvía a pecar vendría sobre él una enfermedad peor aún.<br />

— ¡Cállate! —El sumo sacerdote golpeó el banco con el puño —.<br />

¡Nadie te pregunta nada!<br />

— ¿Quién ha oído <strong>de</strong>cir que las enfermeda<strong>de</strong>s se han<br />

reproducido? — siguió preguntando Jonatán.<br />

Pero entre aquella chusma no se encontró para esto ningún otro<br />

testigo.<br />

—Sigamos. ¿Qué más sabes? — preguntó el nasi al mendigo<br />

charlatán.<br />

— ¡Oh, yo sé mucho, mucho, muchas cosas!... Él no daba<br />

ofrendas al Templo...<br />

— ¿Dices la verdad?<br />

— ¡Caiga yo ahora muerto aquí mismo si digo una mentira!<br />

Cuando el recaudador fue a hablar con sus discípulos, éstos le dijeron<br />

que el Maestro les había prohibido pagar...<br />

— ¡Traed aquí a ese recaudador!<br />

La multitud empujó a primera fila a un hombrecillo miserable,<br />

asustado, insignificante.<br />

— ¡Más cerca! — gritó Jonatán —. ¡Más cerca aún! —El otro se<br />

acercó <strong>de</strong>spacio, atemorizado —. Escucha bien lo que te digo. ¿Es<br />

verdad que los discípulos <strong>de</strong> éste — y señaló con la mano al Maestro<br />

— no han querido pagar el impuesto para el Templo?<br />

—Ilustrísimo, nobilísimo... — El hombre tragaba saliva a cada<br />

palabra y su nuez se movía arriba y abajo — Es lo que estoy diciendo.<br />

Cuando llegué les dije que pagaran... Aquello fue en el mes <strong>de</strong> tishri,<br />

porque en el mes <strong>de</strong> adar él no estaba en el país...<br />

— ¡Esto no nos importa! Contesta: ¿pagó o pagó? — preguntó,<br />

gritando, Caifás.<br />

—Es esto, es esto... — La nuez le saltaba como un animalito vivo<br />

que se agitara bajo su piel —. Es lo que digo... Sus discípulos fueron a<br />

preguntárselo, ilustrísimo...<br />

— ¿Y no pagaron?<br />

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