08.05.2013 Views

Dobraczynski. Cartas de Nicodemo

Dobraczynski. Cartas de Nicodemo

Dobraczynski. Cartas de Nicodemo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Querido Justo:<br />

CARTA XXV<br />

Mi carta te sorpren<strong>de</strong>rá. Hace tiempo que no te había escrito.<br />

Quizás has comenzado a pensar que no volvería a hacerlo ya más,<br />

que te había olvidado o que me había muerto... Estoy vivo y te<br />

recuerdo, querido maestro. Incluso pienso en ti quizá más que antes,<br />

pero <strong>de</strong> veras me es difícil escribir ahora, y siento que cada día me lo<br />

será más. ¡Quién sabe si esta carta que te mando ahora no será la<br />

última...!<br />

No me obligues a explicarte cosas que nacen en nosotros como<br />

una or<strong>de</strong>n. Te dije en otra ocasión que me ha sido <strong>de</strong>signada la tarea<br />

y me han sido entregados los medios. Aún esperaba un signo. No<br />

quería empren<strong>de</strong>r nada por mi propia voluntad. Ahora el signo también<br />

ha llegado. A partir <strong>de</strong> este momento ya nada pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>tenerme. Me<br />

marcho... ¿Te preguntas adón<strong>de</strong>? Pues no lo sé. Iré hacia don<strong>de</strong> Él<br />

me envíe, don<strong>de</strong> haya personas que me necesiten...<br />

No soy yo sólo. Nos dispersamos todos. El día <strong>de</strong>l Señor pue<strong>de</strong><br />

llegar a cada momento. Pedro lo cree así. Nos reunió a todos y nos<br />

dijo:<br />

—Id adon<strong>de</strong> os guíe el espíritu <strong>de</strong>l Señor. Aquí, en la tierra <strong>de</strong><br />

Israel, me quedo yo con Santiago, el hermano <strong>de</strong>l Señor, y Santiago,<br />

el hijo <strong>de</strong>l Zebe<strong>de</strong>o. Pero los <strong>de</strong>más marchad y pronto, porque quizá<br />

tengáis ante vosotros más camino que tiempo. Marchad... Que Jesús,<br />

nuestro Señor, que<strong>de</strong> con vosotros...<br />

Cuando Pedro manda, le obe<strong>de</strong>cemos sumisos. Nos arremangamos<br />

las cuttonas para el viaje, cogimos las varas <strong>de</strong> peregrinos y,<br />

los que como yo no habíamos sido escogidos por el mismo Maestro,<br />

nos arrodillamos para recibir la bendición <strong>de</strong> manos <strong>de</strong> Pedro. Él lo<br />

hace así y así nos lo ha mandado hacer con los <strong>de</strong>más, para que el<br />

don <strong>de</strong> predicar vaya a cada uno por nuestra mediación, <strong>de</strong> los que<br />

han sido los primeros testigos <strong>de</strong>l Señor.<br />

398

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!