08.05.2013 Views

Dobraczynski. Cartas de Nicodemo

Dobraczynski. Cartas de Nicodemo

Dobraczynski. Cartas de Nicodemo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>de</strong>seo <strong>de</strong> servir al Altísimo. En cambio, ahora sé que esto ya no<br />

volverá. Escribir ahora sería ir grabando las letras no sobre cera, sino<br />

directamente sobre el corazón. He <strong>de</strong> escribir y lo temo. Creo, Justo,<br />

que comienzo a <strong>de</strong>scubrir lo que él entonces quería <strong>de</strong> mí... ¡Yo tenía<br />

razón! Era una trampa. ¡Quería que escribiera una hagadá sobre él!<br />

¡Él no sabe escribirla solo! O quizá no pue<strong>de</strong>. Pero ha exigido que yo<br />

me convierta en su estilete. Y ésta precisamente había <strong>de</strong> ser su cruz.<br />

Yo me imaginaba que <strong>de</strong>bía <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rle, salvarle... Pero él no lo<br />

<strong>de</strong>sea. Se expone. Acaso busca la muerte. Y a mí me ha mandado<br />

que escriba una hagadá sobre él mismo. Ahora lo sé con certeza: es<br />

esto lo que quería... Por esto no salvó a Rut. Seguramente conocía su<br />

enfermedad, leía la <strong>de</strong>sesperación en mis ojos, conocía los momentos<br />

<strong>de</strong> su agonía. Quizá... quizá lloró por ella como lloró ante el sepulcro<br />

<strong>de</strong> Lázaro. Pero no escuchó mis ruegos. Dejó que Rut se muriese. Y<br />

no la resucitó. ¡Oh, es <strong>de</strong>spiadado para los suyos! Y para sí mismo<br />

también... Sus milagros son para los extraños. Judas tiene razón <strong>de</strong><br />

sentirse engañado. Le siguió creyendo que sería su maestro, su rey,<br />

su Mesías. En cambio, él es el Mesías <strong>de</strong> los que le rechazan. Los<br />

que le han seguido <strong>de</strong>ben compartir su suerte, porque yo creo que es<br />

realmente el Mesías... Pero un Mesías distinto <strong>de</strong>l que esperábamos.<br />

Otra <strong>de</strong>cepción más... La vida es un continuo <strong>de</strong>sengaño. ¿Por qué<br />

me ha mandado escribir la hagadá sobre sí mismo? ¿Por qué a mí<br />

precisamente? Soy miedoso, lo reconozco... Sé moverme entre<br />

elementos conocidos, simples, aceptados por la tradición. Pero un<br />

hagadá sobre él seria algo contrario a todo esto. Quien se <strong>de</strong>cidiera a<br />

escribirla <strong>de</strong>bería disponerse a luchar contra todos. Una hagadá sobre<br />

Él seria un escándalo... ¡Uno pue<strong>de</strong> hacerse respetar escribiendo<br />

sobre toda clase <strong>de</strong> temas, pero no sobre Él! Soy un hombre tranquilo.<br />

Detesto las discusiones. Soy capaz <strong>de</strong> ce<strong>de</strong>r cien veces con tal <strong>de</strong> no<br />

crearme enemigos discutiendo. Una hagadá sobre Él pondría a todos<br />

en contra <strong>de</strong> mí... Todos serían enemigos míos. ¡No quiero, no quiero!<br />

¿Por qué me he escogido a mí? ¿Por qué me crucé en su camino?<br />

Dijo entonces: «Estás cerca <strong>de</strong>l reino...», y al instante sentí que<br />

aquello equivalía a <strong>de</strong>signarme un puesto <strong>de</strong> trabajo... ¿Por qué fui a<br />

Él? ¿Acaso Rut se hubiera salvado? La gente, generalmente, no<br />

pier<strong>de</strong> lo que le es más precioso sobre la tierra. A todos les queda<br />

siempre algún consuelo... Yo no tengo ninguno. ¡Ninguno! ¡ninguno!<br />

¡Mi habilidad para hacer hagadás!... Pero incluso esto se ha<br />

convertido para mí en una herida en la mano... ¿Qué quiere <strong>de</strong>cir,<br />

Justo, esto que he escrito: «herida en la mano»? Sé bien quién tiene<br />

la mano herida. Siento escalofríos... ¿Por qué lo he escrito? ¡Cuán<br />

247

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!