La nueva libertad y otras 9 pajas mentales-pdf

—¡Millones, MILLONES!!! —gritó el científico arrodillándose en el suelo con los brazos
alzados en alto, estaba empapado en sudor.
—Pero ¿qué coño dice este memo? —terció el muy respetable Sr. Blankgeist.
—¡Millones, sí, sí, millones! La Mecánica Cuántica es responsable de los mayores avances
tecnológicos que se han producido en las últimas décadas: los teléfonos móviles, la
nanotecnología, los superconductores. La Virgen, ¡genera tal cantidad de millones que es
imposible calcularlo!
—¿Será usted imbécil? ¡POR QUÉ NO LO HA DICHO ANTES! —le reprendió el
banquero.
—P­pues, porque... porque...
—Está bien —cortó el muy respetable Sr. Blankgeist—, podrá salir de aquí con vida; siga
investigando en eso de las manzanas y los plátanos, pero no le cuente a nadie cómo funciona
esa birria de teoría que ha tratado de explicarnos, encierra ideas que podrían desviar la
atención de la gente hacia cosas que no le conviene.
—I­incluso, si me lo permite —se atrevió a comentar el científico—, se ha puesto de moda
en los últimos tiempos aplicar a las finanzas las fórmulas matemáticas de los modelos
cuánticos... y parece que con buenos resultados 7 .
—¡NO ME JODA! —pareció indignarse el muy respetable Sr. Blankgeist—. Pero, entonces,
¿qué cojones hacemos financiando a no sé cuantas universidades para que investiguen cosas
incomprensibles que ni siquiera sabemos si van a resultar rentables? A tomar por culo, a partir
de hoy mismo se cortan todas las líneas de crédito dirigidas a la investigación cuántica, o
como quiera que se llame, y contratamos a los alumnos más aventajados en esa disciplina para
que vayan directamente a Wall Street a llenarnos los bolsillos. A los alumnos, claro está, los
profesores nos saldrían más caros, y además seguro que son unos comunistas de mierda como
ése —y señaló al Sr. Premio Nobel—. De modo que ni I+D ni leches, aquí lo que vale son
fajos de billetes sobre la mesa. Cogemos a un puñado de estos empollones medio atontados,
les compramos un Lamborghini y una quinta en Miami Beach para engatusarlos y, venga, a
negociar como energúmenos la compra y venta de títulos con sus fórmulas matemáticas. Es
más, ya estamos dinamitando los edificios de las universidades y construyendo en su lugar
campos de golf. Y en cuanto al agua para regarlos, como si tenemos que poner a mear a todos
7 (N. del E.) El autor de este relato absurdo se ha permitido la frivolidad de dejar comentarios desagradables en
algunos blogs de economía de corte neoliberal donde se han hecho eco de esta nueva posibilidad en lo que respecta
a la Mecánica Cuántica. Alguien debería hacerle un favor a la humanidad y aprovechar cualquier despiste para que
la desaparición de este sujeto parezca un accidente.
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