La nueva libertad y otras 9 pajas mentales-pdf

toxinas que producen el efecto de una buena patada en el culo; una escuela de psicópatas para
formar a ejecutivos con éxito; un teléfono móvil que asa bistecs, gracias a las potentes radiaciones
cancerígenas que emite; una fábrica de tostadas con base en una de nuestras lunas —en mi mundo
hay cinco—, al comprobarse que las condiciones gravitatorias de estos satélites son idóneas para
potenciar ciertas cualidades a la hora de mojarlas en leche... ¿No le parece divertido? A esto le
llamamos jugar a la ciencia, aunque, por supuesto, la ciencia que practicamos es muy diferente...
Está plenamente volcada en lograr la felicidad de todos los seres del planeta.
Yo: No consigo imaginar un objetivo más noble para la Ciencia... Pero qué me dice del arte,
¿cultivan algún tipo de arte en ese mundo suyo?
Él: Bueno, el arte en la Tierra es una especie de vía de escape que intenta sobreponerse a tabúes
culturales muy arraigados en el subconsciente de las sociedades, a las limitaciones de un lenguaje
bastante tosco, al miedo a la muerte... En mi mundo hemos eliminado todos los tabúes hace miles
de años y el lenguaje que utilizamos a diario es arte y metáfora en sí mismo, no tiene reglas fijas, es
espontáneo y transgresor de un modo muy natural... No tenemos una “cosa” que podamos
identificar aisladamente con el arte, como ya le he comentado es algo que está integrado en todas
las facetas de nuestra vida, no nos hace falta ir a un museo para apreciarlo, sencillamente está en el
interior de cada uno de nosotros, nuestra comunicación con los demás seres se efectúa a través de
bellas pautas artísticas. En cuanto a la muerte... no nos causa ningún desasosiego. Aunque no lo
crea, nuestras mejores fiestas las reservamos para nuestros funerales.
»Ah, como es lógico, también tenemos un juego del arte... Consiste en montar exposiciones
de cosas sin pie ni cabeza, cuanto más absurdas tanto mejor. Una de las más divertidas fue una
exposición de cagarrutas, las había de todos los tamaños, colores y texturas. La visita se organizaba
con un folleto que explicaba de una forma muy ampulosa y llena de pretensiones el significado
profundo de todo el conjunto, “La cagarruta como expresión estilizada de la condición de los seres
ante la existencia, que, a la vista está, es una mierda atroz y absoluta”, etc. La parte más divertida
fue durante la farsa que orquestaban unos que se fingían críticos revestidos de autoridad inapelable,
de la Universidad de Nosedonde, elevando las “obras” a la categoría de clásicos universales de
todos los tiempos con argumentos de lo más disparatados... Como podrá imaginar, nos morimos de
la risa.
Yo: Es indudable que, hagan lo que hagan, se lo pasan en grande, ¡estoy asombrado! Sin embargo,
a mí me han enseñado que el arte profundiza en nuestras emociones y saca a la luz, por medio de las
mismas, lo mejor y lo peor que portamos dentro, purificándonos y haciéndonos, de esta forma,
mejores personas. Las emociones son muy importantes. Vamos, sin ir más lejos, yo cuando veo una
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