La nueva libertad y otras 9 pajas mentales-pdf

—Es usted la persona más vulgar que he visto jamás, no entiendo cómo puede alguien
contratarle aunque sea para dar una clase de mierda como ésta. ¡Me da asco el sólo mirarle! ¿Sabe
qué le digo? Que me voy. Ahí se queda con su liviandad y su chabacanería. Joder.
—Vamos, mujer, sólo hablaba en sentido figurado... Llevo todo el rato intentando que
abran sus mentes, que derriben sus prejuicios, que sean capaces de apreciar la realidad bajo una
nueva perspectiva. ¿Es que no se dan cuenta?
La Estudiante Nº3 ya había cerrado su bloc de notas y se disponía a salir de la clase como
alma que lleva el diablo pero, por alguna razón, se detuvo para escuchar al profesor.
—¿Por qué hay tantos prejuicios a la hora de hablar abiertamente de sexo? Sí, ya sé que
todos ustedes conocen un montón de chistes verdes y que en la intimidad comentan unos con otros
todos los detalles de sus escarceos, imaginarios o reales, hasta niveles que harían sonrojar a un
sexólogo... Pero ¿por qué no podemos hablar de sexo, y sin tapujos, aquí y ahora? He dicho antes
“chupar pollas”, bueno, ¿y qué? ¿Me van a decir que esto les escandaliza? Venga ya, yo mismo me
chuparía unas cuantas si eso sirviera para que me hagan fijo —hizo un gesto lascivo con la lengua
—. ¿Qué más da? Disfrutemos de la vida y dejémonos de tantos prejuicios morales. Si quieren saber
mi opinión, la moral judeocristiana ahoga los instintos más básicos del ser humano y es fuente de
todo tipo de frustraciones y de gente que termina con toda clase de disfunciones conductales:
pederastas, violadores, sádicos, etc. Miren la siguiente diapositiva.
»Se trata de un papiro encontrado en la antigua ciudad de Deir el-Medina, estamos
hablando del Siglo XVI a.C. (otras diapositivas que ya les he mostrado también proceden del
mismo enclave arqueológico). Es muy interesante, porque en él se narra las peripecias de un escriba
que investiga a un ladrón con un apetito sexual que parece insaciable. Entra en los hogares del
pueblo, roba lo que puede y, de paso, se cepilla a las amas de casa, sin olvidar a sus hijas —soltó
una carcajada— y por lo visto también a alguno de sus hijos... Pero lo curioso de esta historia reside
en el hecho de que el escriba parece estar pasándoselo en grande con la investigación, no escatima
detalles y algún que otro comentario jocoso. Ya me hubiera gustado estar en su lugar... Sí, sí —los
alumnos intercambiaron miradas cómplices—. Pero dense cuenta: al ladrón se le persigue
exclusivamente por sus robos, no se hace ninguna referencia a que su conducta sexual pueda
resultar delictiva o inmoral... ¿Qué creen que significa eso?
atención.
Los alumnos permanecían expectantes, parecía que el profesor había vuelto a captarles la
—Pues que todo está mal, que este mundo está del revés. Ay, ay, vean si no. Según nuestro
actual Código Penal, un violador merece más castigo que un homicida. ¡Está todo jodidamente mal!
No digo que violar esté bien, pero ¿cómo puede ser más grave que quitarle la vida a una persona?
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