La nueva libertad y otras 9 pajas mentales-pdf
La nueva libertad y otras 9 pajas mentales-pdf
La nueva libertad y otras 9 pajas mentales-pdf
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Yo: Sin duda un problema estético de primera magnitud... ¿Pero no cree que hay cosas más<br />
importantes? Quiero decir, una cosa es el arte y otra muy distinta, la ciencia...<br />
Él: Oh, no, se equivoca, ¡el arte lo es todo! Una ciencia sin arte está condenada al fracaso. Por<br />
ejemplo, nunca se ha concedido en mi mundo lo que equivaldría aquí a un Premio Nobel de la<br />
Ciencia a nadie que no haya participado nunca en un concurso de drag queen, aunque allí le<br />
llamamos de otro modo. Sería un escándalo inconcebible...<br />
Yo: ¡Qué me dice! ¿Un premio nobel desmadrándose con plataformas de medio metro y<br />
pintarrajeado como una zorra? Ustedes están locos...<br />
Él: Y que conste que las fiestas de drag queen que celebran en su ciudad pasarían en mi mundo<br />
como una reunión de mojigatos reprimidos...<br />
Yo: ¡Coño con esta gente! Pero, vamos a ver, en su planeta tiene que haber algo de seriedad en<br />
alguna parte...<br />
Él: Mire, la seriedad sólo trae problemas, es lo opuesto al bien, es... antinatural, el origen de todos<br />
los males que afectan a los seres vivos, independientemente de su condición.<br />
Yo: Hombre, no me venga con esas; todo el mundo sabe que la causante de todos los males es la<br />
ignorancia...<br />
Él: Sus planteamientos tienen el defecto de ser demasiado primitivos... Piénselo bien, encarar la<br />
vida con esa pesada losa que es la seriedad conlleva a la tristeza, al hastío y al aburrimiento. <strong>La</strong><br />
ignorancia no es ningún problema, antes bien es una hermosa solución.<br />
Yo: ¿Hermosa? Dice usted unas barbaridades indignas de alguien con un mínimo de inteligencia.<br />
Él: ¿Sabe qué? En mi mundo todos somos ignorantes. Tan ignorantes, en verdad, que no dejamos<br />
de sorprendernos con cada cosa a cada instante. Ser ignorante, no pretender saber nada, es mantener<br />
la mente fresca y abierta. Ésa y no otra es la verdadera inteligencia para nosotros. En la Tierra se da<br />
mucha importancia a saber cosas: quién descubrió o hizo qué, quién estuvo dónde o cuándo, ese<br />
tipo de datos inútiles... y aburridos, ¡puaj!<br />
Yo: Ignorantes, ¿eh? Lo que hay que oír. Pues yo siempre he estado muy orgulloso de una<br />
matrícula de honor que me dieron en el quinto curso de la escuela, en matemáticas. Aunque en su<br />
mundo, me temo, serviría de poco.<br />
Él: Y tanto, sobre todo si se ha estrujado la mollera aprendiendo un montón de operaciones que<br />
nunca ha sabido para qué sirven. Pero, si le interesa saberlo, a mí también me concedieron una vez<br />
una matrícula de honor.<br />
Yo: ¿En serio?<br />
88