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na sobre seguro, sobre aquello que ya se ha tenido oportunidad de constatar que
satisface las preferencias personales del lector. Lo cual indica también una sensibilidad
atenta, por parte de los padres, a las elecciones infantiles. Hubo algún
caso en el grupo de discusión de Prelectores, en el que se subrayó cómo los
niños van teniendo criterios para seleccionar: Dentro de todo el abanico que tienen
abajo en la sala…, pues ellos van seleccionando y esto también es bueno.
Por lo que tú decías antes, hay lecturas buenas y malas, con una mala ilustración,
un mal texto. Ellos sí que van fijando criterios. En definitiva, en opinión
de los padres, el programa puede tener influencias relevantes en los propios
niños, lo cual constituiría un importante dato para valorar la influencia del programa
en estos usuarios principales.
Las respuestas abiertas son numerosas y casi todas relacionadas con la capacidad
u obligación del adulto para elegir. Suelen expresar que esa elección está
marcada por criterios tales como la adecuación a la edad del pequeño, idea
manifestada por varios encuestados. También hacen referencia a ella los libros
regalados y los que recomiendan amigos.
En el segundo cuestionario de la etapa de menores de 3 años se abundó en
este tema y se preguntó si el niño muestra preferencias, abriendo la posibilidad
de especificarlas. Las respuestas evidencian que efectivamente las tienen.
Fig. 25. El niño muestra preferencias para elegir cuentos
No 12%
Sí 88%
Deteniéndonos en este dato, merece la pena resaltar algunas de las opciones
señaladas. Por ejemplo, las historias de animales aparecen con un grado alto en
las elecciones, 19 de los 42 encuestados mencionan este tema. También 8
encuestados nombran los libros que tienen colores y dibujos llamativos. El resto
de las opciones son más particulares y variadas: temas de niños, coches, máquinas,
princesas, la luna, estrellas, osos, objetos conocidos. Mencionan los clásicos:
Pinocho, tres cerditos y otros muy conocidos: Teo, Maisy y títulos como
Vamos a cazar un oso o A qué sabe la luna. Les gustan los que cuentan historias
con principio y fin, y los que introducen alguna canción.
En relación a los formatos, muestran notable preferencia por los libros que
pueden manipular: con sorpresa, extraíbles, troquelados, con poco texto,
muchos dibujos, con pestañas, con imágenes grandes, los que tienen solapas y