Descargue el PDF - Museo Nacional
Descargue el PDF - Museo Nacional
Descargue el PDF - Museo Nacional
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
ásicamente a un personaje de muchos “latines”, o sea a una persona extraordinariamente<br />
informada y gran manejador d<strong>el</strong> latín, a quien se considera <strong>el</strong> máximo exponente de esa<br />
lengua: Cicerón. Pues <strong>el</strong> ilustre romano manejaba <strong>el</strong> concepto de lo que es r<strong>el</strong>igioso en <strong>el</strong><br />
mismo y exacto sentido en <strong>el</strong> que lo manejaba mi madre: R<strong>el</strong>igio tiene que ver con r<strong>el</strong>igiens<br />
que es lo opuesto a negligens (negligente). Veinte siglos después. Bueno, en justicia,<br />
digamos que fue al revés. Esa es una de las formas óptimas para definir <strong>el</strong> sentido de lo<br />
r<strong>el</strong>igioso, la más estricta por ser su razón etimológica, y la que guarda, por <strong>el</strong>lo, la muy<br />
arcaica experiencia original que llevó a construir esa palabra y ese concepto.<br />
Pero, ¿a qué se refiere lo escrupuloso en dicho contexto Pues resulta que quien<br />
trata con lo divino, con lo sagrado, tiene que ser extremadamente prudente, cuidadoso,<br />
escrupuloso, dado a no dejar detalle en <strong>el</strong> aire, porque con lo que está tratando es con lo<br />
absolutamente pletórico de fuerza, y ese tipo de fuerza es temible, p<strong>el</strong>igrosísima; hay que<br />
andarse con <strong>el</strong>la con cuidado, porque <strong>el</strong> excesivo poder que contiene esa fuerza puede<br />
aniquilar a quien se aproxime a <strong>el</strong>la.<br />
Y ese fue uno de los conceptos, quizá <strong>el</strong> primer concepto, o la primera sensación –más<br />
que concepto– que se tuvo de lo divino: que era la fuerza en sí misma, <strong>el</strong> poder total, y <strong>el</strong><br />
poder total y la fuerza así como tiene la posibilidad de crear, plantando seres donde hay<br />
ausencia, también puede aniquilar. Crear y hacer volver a la nada: para eso se requiere una<br />
plétora de fuerza. Entonces, es preciso andarse con mucho cuidado cuando se trata con esa<br />
fuerza que se encierra en los personajes divinos que toman por lo general una cara humana<br />
para poder entenderse con <strong>el</strong> hombre. El trato con <strong>el</strong>los ha de ser en extremo preciso, sin<br />
grietas. Si un ritual se ha establecido para tratar con <strong>el</strong>los, lo mejor es seguir ese ritual paso<br />
por paso, sin alterar nada: escrupulosamente, detalladamente.<br />
Y ahora vamos con otro negocio que, junto con <strong>el</strong> de los tamales, es d<strong>el</strong> puro pueblo:<br />
<strong>el</strong> negocio d<strong>el</strong> sicariato. En Colombia, todos los sicarios han tenido un origen muy popular.<br />
Veamos qué nos puede decir ese tipo de personaje que está tan presente en la cultura<br />
colombiana aún, pero que fue omnipresente en muchos puntos d<strong>el</strong> país, sobre todo en<br />
Med<strong>el</strong>lín, en la década de los ochenta y parte de los noventa, y continúa… porque <strong>el</strong> asunto<br />
de la extrema violencia de las últimas tres décadas apenas se ha remansado un tanto o,<br />
quizás, se ha disimulado más. Aquí en Colombia tomó carta de ciudadanía una expresión<br />
que ya hace parte d<strong>el</strong> argot popular. Se trata de la fórmula “Ir a hacerle promesa a la Virgen<br />
de los sicarios”. Pero, ¿qué tiene que ver la Virgen, la Santísima Virgen María, a quien<br />
se le rinde tanta veneración dentro d<strong>el</strong> modo de vivir cristiano y, en especial, dentro d<strong>el</strong><br />
católico, qué tiene que ver, pregunto, con los sicarios Pues nada menos que los sicarios en<br />
muchas ocasiones le hacen “promesa” a la Santísima Virgen María para que les salga bien<br />
[108]<br />
Lo sagrado y lo profano y <strong>el</strong> espacio d<strong>el</strong> museo . Fernando Urbina Rang<strong>el</strong>