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decir su efectividad, a un sistema de información por demanda. Mientras que el museo le
da a la obra de arte el espacio para el despliegue de su mayor presenciabilidad posible,
logrando así un aporte específico para las ciencias de las artes, también es un espacio de un
encuentro profundísimo con las obras de arte y su efecto en las existencias individuales.
Kolumba, construido según los planos del arquitecto suizo Peter Zumthor, invita
a descubrir este cosmos: en el foyer, que abre paso a paso la construcción; en el patio
urbano-interior, arbolado como un hortus conclusus ; en el espacio alto que produce una
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sensación hacia lo sagrado, que esconde la excavada historia del lugar, de más de 2.000
años; en la atmósfera concentrada de los espacios con luz artificial; en aquellas secuencias
espaciales acentuadas por la luz natural o finalmente en los espacios infinitos en su altura
que recuerdan a la luz de las torres. Aquí se vivencia la arquitectura como un organismo, que
suscita múltiples sentimientos y sensaciones y que lleva a pensamientos insospechados.
Con todo esto, el edificio reacciona al sitio y a la situación histórica, da respuestas
en un diálogo con la historia vivenciada dentro de este espacio urbano-interior. Lo nuevo
se basa en la tradición fragmentada y utiliza los muros exteriores de la iglesia gótica
Kolumba como un fundamento confiable y marcado por su anterior función sagrada. Se
amolda a las marcaciones del plano originario de este encuentro y actualiza la historia
legible de lo cambiante y lo destruido durante siglos. Del encuentro entre lo restante del
pasado y lo nuevo adicionado en la arquitectura, se llega a una sensible línea de contacto,
que respetuosamente pero también con fuerza y decisión a la vez devela que no se está
aspirando a una “sanación de heridas” historizante, sino a seguir construyendo aquello que
a través de los siglos se ha conservado hacia una nueva función. Lo uno le da a lo otro su
forma en el sentido en que ya lo había formulado el escritor alemán Albrecht Fabri en el año
1953 en su Entwurf eines möglichen neuen Museums (“Diseño de un posible museo nuevo”):
La historia no tiene ningún carácter de una secuencia ni de una calle de una sola vía.
Solo piense: ¿de verdad se puede hacer una separación entre el pasado y el presente
Precisamente como lo pasado, el pasado es presente, sin embargo eso significa: la historia
y el momento histórico correspondiente son una sola unidad. A cada momento histórico le
corresponde otra historia, su historia; teniendo en cuenta que la historia se encuentra en una
corriente, siempre es completa y total. Al transformarse el hoy, no solo se transforma el hoy
sino también el ayer. El ayer es directamente la función del hoy. El pasado es traído a la luz
mediante el presente…
2 En latín en el original. En español, “huerto cerrado” es un tema pictórico del arte
cristiano en general especialmente de la pintura. También se refiere a los espacios
interiores abiertos de la arquitectura de la Edad Media (N. de la T.).
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Kolumba, el museo de la meditación . Katharina Winnekes