Descargue el PDF - Museo Nacional

memoria colectiva con el conocimiento de lo que hacen, rezan, oran, lloran y cantan otros
pueblos hermanos de quienes, aunque distamos mucho geográficamente, estamos muy
cerca en los temas identitarios, sagrados y espirituales.
La estrategia de Velorios en Uré fue clave, porque nosotros venimos desarrollando
una experiencia en etnoeducación colombiana hace quince años. Nos habíamos acercado
al conocimiento ancestral sobre la medicina alternativa por los abuelos, sobre la música y
sobre la danza, pero teníamos en reserva lo de la espiritualidad, porque no nos atrevíamos
a tocarlo. Sabíamos que teníamos que hacerlo por los difuntos pero no sabíamos cómo, y
gracias a la investigación de Velorios se nos abrió la puerta; ya veníamos desarrollando unos
laboratorios culturales con el Ministerio de Cultura y un laboratorio de arte y cultura llamado
“Mal de ojo” con unos amigos de Cartagena. Con ellos nos atrevimos a tocar este tema.
Esta estrategia hoy potencia en lo investigativo un trabajo etnoeducativo afro que se
adelanta en Uré con amigos de Barranquilla llamado “Al santo y al pueblo que le canto”.
Este es otro trabajo bien interesante que se desarrolla en los espacios escolares, en el que
participan nuestros abuelos y nuestras abuelas, en el que los niños aprenden a escribir
sobre las biografías de ellos, a hablar con ellos. Para documentar este proyecto hablábamos
con los amigos y les dijimos que no queríamos más esa fotografía fea, que queríamos
vernos bien. Entonces la decoración que van a encontrar en las aulas de clase en Uré
son esas fotografías. “Al santo y al pueblo que le canto” es un trabajo largo, que apenas
comenzamos. Esto es solo una parte y su dinámica busca rescatar, visibilizar y empoderar la
esencia identitaria de ese canto en el liderazgo de la mujer afrouresana.
La investigación y exposición de Velorios en Uré entró a reforzar, dinamizar y recrear
un poco esta estrategia de etnoeducación afrocolombiana, que busca también lo que
plantea Velorios con las riqueza sagrada investigada. El currículo allá tiene un componente
de espiritualidad: el niño en el aula trabaja sus oraciones en las diferentes áreas, aprende a
expresarse bien cuando hace su oración, cuando hace sus cosas de los difuntos y aprende a
hacer una corona en Educación Artística; o sea, todos estos saberes sirven para enriquecer el
currículo. Y las misas afrocolombianas con tambores, con bailes “cantaos”.
También esta estrategia de Velorios nos ayudó a empoderar lo de la espiritualidad.
En la dinámica de los laboratorios, el último que hicimos se llama “U3”, o sea “Uré 3”.
Lo realizamos entre agosto y diciembre de 2009, y nosotros lo llamamos “Kyrie Eleison”.
La gente en Uré todavía canta y hace sus rosarios en latín, entonces nosotros trabajando
eso con las abuelas y los abuelos. Nos atrevimos a montar con los jóvenes el trabajo en
el que se tocaba ese tema de lo sagrado en los cementerios con el canto ancestral. Este
trabajo lo llamamos “Kyrie Eleison” porque es una imprecación de piedad y de pedir
[90]
Cantos y velorios en la historia del palenque de Uré . María Yovadis Londoño Agudelo