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Catecismo Romano - coro san clemente i

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como en aquel tiempo era permitido el libelo de repudio 1419 , podía fácilmente acaecer que la repudiada por unose casase con otro. Más el Señor prohibió esto, para que ni los maridos fuesen solicitados para despedir lasmujeres, ni ellas se hiciesen molestas y enfadosas a los maridos, que se viesen éstos como precisados arepudiarlas. Ahora es pecado más grave, pues no puede la mujer, aunque la repudie el marido, casarse conotro 1420 , hasta que él haya muerto. Y el que codiciare la mujer ajena, presto pasaría de un mal deseo a otro, puesquerrá o que se muera su marido, o adulterar con ella.1004. Esto mismo se dice de aquellas mujeres que están ya desposadas con otro, que nf tampoco a éstases licito codiciar. Pues los que procuran deshacer estos contratos, quebrantan el <strong>san</strong>tísimo lazo de la fidelidad.Y del mismo modo que está del todo prohibido codiciar la mujer casada con otro, así también es maldadenorme desear aquella que está consagrada al culto de Dios y a la religión.XX. No quebranta esta ley el que pretende casarse con la que juzga soltera.1005. Pero si deseara uno contraer matrimonio con una que es casada, mas él juzga que es soltera, y quesi supiera que era casada, de ningún modo la pretendería (como leemos acaeció a Faraón 1421 y Abimelec, quedesearon casarse con Sarai, pen<strong>san</strong>do que era soltera y hermana de Abrahm, no su mujer) el quede ciertotuviese tal ánimo, no parece violaría la ley de este precepto.XXI. De lo que se manda hacer por este mandamiento.1006. Y para que el Párroco descubra los remedios acomodados para curar este vicio de la codicia debeexplicar la segunda parte del mandamiento. Esta consiste, en que si las riquezas abundan 1422 , no pongamos elcorazón en ellas; y que por amor de la piedad y servicio de Dios 1423 , estemos prontos a renunciarlas,empleándolas de buena gana en aliviar las miserias de los pobres, y en fin que si faltaren, suframos la pobrezacon igualdad y alegría de ánimo. A la verdad si fuésemos generosos en dar nuestras cosas, apagaríamos la sedde las ajenas. Acerca de las alabanzas de la pobreza y menosprecio de las riquezas fácilmente podrá recoger elPárroco muchas de las sagradas Letras 1424 , y de los <strong>san</strong>tos Padres, para enseñar al pueblo fiel. También se1419 ―Si un hombre toma una mujer, y después de ha ber cohabitado con ella, viniere a ser mal vista de él por algún vicionotable, hará una escritura de repudio, y la pondrá en mano de la mujer, y la despedirá de su casa‖. Deuter., XXIV, 1.1420 ―Hase dicho: Cualquiera, que despidiere a su mujer, déle libelo de repudio. Pero yo os digo: que cualquiera quedespidiere a su mujer, si no es por causa de adulterio, la expone a ser adúltera; y el que se casare con la repudiada, esasimismo adúltero‖. Matth., V, 3132.―Pero por qué, replicaron ellos, mandó Moisés dar libelo de repudio y despedirla? Di joles Jesús: A causa de la dureza devuestro corazón os permitió Moisés repudiar a vuestras mujeres; mas desde el principio no fué así‖. Matth., XIX, 7.―Cualquiera que desechare a su mujer, y tomare otra, comete adulterio: y comételo también el que se casa con la repudiadapor su marido‖. Luc, XVI, 18.―Una mujer casada está ligada por la ley del matrimonio al marido, mientras éste vive; mas en muriendo su marido, quedalibre de la ley que la ligaba al marido. Por cuya razón será tenida por adúltera si, viviendo su marido, se junta con otrohombre; pero sí el marido muere queda libre del vínculo, y puede casarse con otro sin ser adúltera‖. Rom., VII, 23.―A las personas casadas, mando no yo, sino el Señor, que la mujer no se separe del marido: Que si separa por justa causa,no pase a otras nupcias, o bien reconcilíese con su marido. Ni tampoco el marido repudie a su mujer‖. I, Corint, VII, 1017.―Si alguno dijere, que la Iglesia yerra cuando ha enseñado y enseña, según la doctrina del Evangelio y de los Apóstoles, queno se puede disolver el vinculo del matrimonio por el adulterio de uno de los dos consortes; y cuando enseña que ningunode los dos, ni aun el inocente que no dio motivo al adulterio, puede contraer otro matrimonio viviendo el otro consorte; yque cae en fornicación el que se casare con otra dejada la primera por adúltera, o la que, dejando al adúltero, se casare conotro; sea excomulgado‖. Can. V.., ses. XXIV, Concilio Tridentino.1421 ―Entrado Abraham en Egipto, vieron los egipcios que la mujer era en extremo hermosa. Y los principales o corte<strong>san</strong>osdieron noticia de ella a Faraón, alabándosela: y fué luego llevada al palacio de Faraón. Y por respeto a ella trataron bien aAbraham: el cual adquirió ovejas y bueyes, y asnos, y esclavos y esclavas, y asnas y camellos. Pero Dios castigó a Faraón y asu corte con plagas grandísimas, por causa de Sarai, mujer de Abraham‖. Genes., XII, 15.1422 ―Si las riquezas os vienen en abundancia, no pongáis en ellas vuestro corazón‖. Psalm. LXI, 11.1423 ―Si quieres ser perfecto, anda, y vende cuanto tienes, y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo‖. Matth.,XIX, 21.1424 ―Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos‖. Matth., V, 3.―La ilusión de las riquezas, y los demás apetitos desordenados a que dan entrada ahogan la palabra divina y viene a quedarinfructuosa‖. Marc., IV, 19.―Todavía te falta una cosa para ser perfecto: vende todos tus haberes, y dalos, a, los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo,y después ven, y sígueme‖. Luc, XVIII, 22.―No había entre ellos persona necesitada: pues todos los que tenían posesiones o casas, vendiéndolas, traían el precio deellas, y lo ponían a los pies de los apóstoles, el cual después se distribuía según la necesidad de cada uno‖. Act., IV, 3435.411

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