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Catecismo Romano - coro san clemente i

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de llamar el Hijo de Dios 175 , se reducen a sólo este nombre de Jesús. Porque significando cada uno de ellos unasola parte de la salud que nos había de dar, sólo éste reunió en sí la suma y compendio de toda la salud de loshombres.VII. De lo que significa el nombre Cristo, y por cuántos títulos convenga a nuestro Jesús.59. Al nombre de Jesús se añadió además el de Cristo que significa Ungido, y es nombre de honor yoficio, no propio de solo uno, sino común a muchos: ya que nuestros padres antiguos llamaban cristos 176 a lossacerdotes y reyes que Dios había mandado ungir por la dignidad de su oficio. Porque el ministerio de lossacerdotes consiste en rogar a Dios por el pueblo con oraciones continuas, ofrecer sacrificios al Señor, ysuplicarle por la prosperidad de los que les están encomendados. Mas a los reyes se encomendó el gobierno delos pueblos; y así su principal cargo está en defender y proteger la autoridad de las leyes, amparando a losinocentes y reprimiendo la osadía de los malos. Y porque ambos oficios representan en la tierra la majestad deDios por eso se ungían los que eran escogidos para ejercer el cargo real o sacerdotal.También hubo costumbre de ungir a los profetas, los cuales como Intérpretes y medianeros de Diosinmortal, nos manifestaron los secretos celestiales, y nos exhortaron a la enmienda de las costumbres consaludables preceptos y profecías. Mas cuándo nuestro Salvador Jesucristo vino al mundo, se encargó de losoficios y empleos de las tres clases de personas que hemos indicado, es a saber, de Profeta, Sacerdote y Rey; ypor estas causas fue llamado Cristo, y fue ungido para ejercer estos cargos, no por mano de algún hombre sinopor virtud del Padre celestial, ni con ungüento de la tierra, sino con óleo espiritual; porque se derramó sobre su<strong>san</strong>tísima alma la plenitud del Espíritu Santo, su gracia, y todos los dones, en tanta abundancia que nuncahubo otra naturaleza criada capaz de ella, y esto declaró muy bien el Profeta cuándo al hablar del mismoRedentor decía: ―Amaste la justicia y aborreciste la iniquidad; por eso te ungió, oh Dios, el Dios tuyo con óleode gracia, con preferencia a tus compañeros‖. Lo mismo manifestó mucho más claramente Isaías por estaspalabras: “El Espíritu del Señor ha reposado sobre mí; porque el Señor me ha ungido, y me ha enviado paraevangelizar a los mansos y humildes”.Y así, Jesucristo fue sumo Profeta y Maestro que nos enseñó la voluntad de Dios, y por cuya doctrinarecibió el mundo el conocimiento del Padre celestial. Y tanto más propia y debidamente le conviene estenombre, cuánto todos los demás que fueron honrados con el mismo nombre, habían sido sus discípulos, yenviados principalmente a anunciar este Profeta que había de venir para salvar a todos. También Cristo fuesacerdote, no de aquel orden de que fueron los sacerdotes de la tribu de Leví en la ley antigua, sino de aquel deque David Profeta cantó: “Tú eres Sacerdote sempiterno, según el orden de Melquisedec”. Cuyo argumentodesarrolló diligentemente el Apóstol, escribiendo a los hebreos. Asimismo, reconocemos también por Rey aJesucristo, no sólo en cuánto Dios, mas también en cuánto hombre, y según que es participante de nuestranaturaleza, lo cual atestiguó el Ángel diciendo: “Reinará en la casa de Jacob para siempre, y su reino notendrá fin”. El cual reino de Cristo es espiritual y eterno que empieza en la tierra y se perfecciona en el cielo. Yen verdad hace los oficios de Rey para con su Iglesia con maravillosa providencia. Pues Él la gobierna, Él ladefiende del furor y asechanzas de sus enemigos, Él ordena sus leyes, y Él comunica con abundancia nosolamente <strong>san</strong>tidad y justicia, sino también virtud y fuerza para perseverar en ella. Y aunque este reinocomprende en su seno así buenos como malos, y por lo mismo todos los hombres pertenecen a él con derecho,con todos los que participan de la suma rondad y largueza de nuestro Rey, más que todos los demás, sonaquellos que hacen una vida inocente y perfecta con arreglo a sus preceptos. Cristo no poseyó este reino porderecho de herencia o por derecho humano, aunque descendía de reyes muy esclarecidos, sino fue Rey porqueDios le dio, en cuánto hombre, toda aquella potestad, grandeza y dignidad de que es capaz la naturalezahumana. Y así le entregó el reino de todo el mundo, y efectivamente en el día del juicio se le rendirán todas lascosas entera y perfectamente, lo cual ha empezado ya a realizarse.VIII. De qué modo hemos de creer y confesar que Jesucristo es Hijo único de Dios.60. Su único Hijo. Altos son los misterios que en estas palabras se proponen a los fieles para creerlos ycontemplarlos; a saber, que el Hijo de Dios es también Dios verdadero, así como lo es el Padre que lo engendródesde la eternidad. Además de esto, confesamos que El es la segunda Persona de la Santísima Trinidad, igual175―Su nombre será Emmanuel, o Dios con nosotros. Isaías, VII, 14. "He aquí el varón cuyo nombre es Oriente.‖ Zacarias,VII, 12.176―Loquimini de me coram Domino, et coram Christo ejus." I. Reg., XII. "Cunque ingressi essent, vidit Eliab, et ait:Num corana Domino est Christus ejus." I, Reg. XVI, 6. "Pro-pitius sit mihi Dominus, nec faciam hanc rem domino meo,Christo Domini.‖ I, Reg. XXIV, 7.47

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