11.07.2015 Views

Catecismo Romano - coro san clemente i

Catecismo Romano - coro san clemente i

Catecismo Romano - coro san clemente i

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Séptima petición de la Oración DominicalMAS LÍBRANOS DE MALIntroducción[1] Esta petición final del Padrenuestro comprende sumariamente, como en un epílogo, todas las demáspeticiones (Jn. 17 15.); pues, después de haber conseguido lo que en ella se pide, esto es, el socorro divinocontra el mal, y la protección contra todo lo que intenten hacer el mundo y el diablo, nada falta al hombre. Y sedistingue de la petición anterior en que en aquélla pedimos librarnos del pecado, y en la presente pedimosvernos libres de la pena.Objeto de esta petición[2] 1º Qué se pide. — Dado que todos conocemos por experiencia propia o ajena a cuántas y cuángraves miserias está expuesta la vida humana en esta tierra (Job 14 1.), y que no hay un solo día en que nosencontremos sin penas o trabajos que le son propios (Mt. 6 34.), pedimos aquí al Señor que nos libre de losmales que nos rodean, singularmente porque nada mueve tanto al hombre a orar como el deseo y la esperanzade verse libre de los trabajos que lo afligen.[3] 2º Modo de pedir. — a) No hay que pedir a Dios que nos libre de los males que nos afligenalterando el orden de las peticiones; pues hay quienes, haciendo caso omiso de las demás súplicas delPadrenuestro, únicamente rezan cuando se ven acosados de males, y sólo piden verse libres de aquellos males.Para contrarrestar esta mala costumbre, el Señor nos manda buscar primero el reino de Dios y su justicia (Mt.6 33.). Y así, antes de pedir a Dios que nos libre del mal, hemos de pedirle que su nombre sea <strong>san</strong>tificado, quese extienda su reino a todas las almas, y las demás cosas por las que, como por gradas, se llega a esta petición.b) Por eso, al pedir vernos libres de desgracias, de enfermedades o de males, hemos de referirlo todo ala gloria de Dios (Sal. 6 2 y 6; Sal. 50 3 y 15.).[4-5] c) Finalmente, al pedir a Dios que nos libre de nuestros males, no hemos de poner la confianza denuestra liberación en los remedios preparados por la industria humana, como hacen los infieles, que notienen escrúpulo de tomar medicinas hechas incluso por encantamientos, hechicerías o artes del demonio contal de curar; sino que hemos de poner toda nuestra confianza en Dios, reconociéndolo a El solo por causa detodo bien, confe<strong>san</strong>do que la virtud que los remedios tienen de curar la reciben de sólo El, y que sóloaprovechan las medicinas a los enfermos en cuanto Dios quiere (Eclo. 38 4.), y absteniéndose de todos losremedios que no han sido hechos por Dios para curar. El que nos mandó que pidamos nos libre del mal nosmandó también tener la esperanza puesta en El de conseguirlo. Llenos están los Santos Libros de ejemplos de<strong>san</strong>tos varones que, puesta en Dios su confianza, por El fueron librados de toda clase de males (Sal. 33 18.):Abraham, Jacob, Lot, José, David.Significado de esta petición[8] 1º «Líbranos». — a) Aunque Dios aparta de nosotros calamidades inminentes, y a losbienaventurados los ha librado ya de todo mal, quiere que nosotros, que aún estamos en esta vida, estemossólo libres de algunos, mas no de todos, con el fin de hacer brillar mejor su protección hacia nosotros, comohizo con Daniel (Dan. 6 22; 14 39.) y con los tres jóvenes lanzados a las llamas (Dan. 3 21-22.), y para mostrara veces los grandes consuelos con que alivia a los que se hallan en la tribulación (Sal. 113 19.).[6] b) Por eso no pedimos aquí ser librados de todos los males, pues hay ciertas cosas que el hombreconsidera como males, y que en realidad son fuente de inmensos bienes, como aquel estímulo de la carne queDios permitió en San Pablo para que con el auxilio de la divina gracia se perfeccionase su virtud en el combate(II Cor. 12 7-9.); sino que sólo pedimos a Dios que nos libre de aquellos males que no pueden traer bienninguno para el alma; pero no de los demás, con tal de que se saque de ellos algún fruto saludable.2º «Del mal». — Por el mal o lo malo entendemos dos cosas: los males que nos amenazan, y el diablo,que es el ejecutor de dichos males.498

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!