Cosmovisión, Historia y Política en los Andes - La Casa del Corregidor
Cosmovisión, Historia y Política en los Andes - La Casa del Corregidor
Cosmovisión, Historia y Política en los Andes - La Casa del Corregidor
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
queza desnaturalizaban el s<strong>en</strong>tido eclesiástico e histórico que se abrió para América <strong>en</strong> el<br />
siglo XV. El debate teológico que <strong>en</strong>cabezó las <strong>Casa</strong>s oponiéndose <strong>en</strong>tre otros, a Ginés de<br />
Sepúlveda, repres<strong>en</strong>ta una crítica ética al carácter que la conquista asumía y la d<strong>en</strong>uncia<br />
política <strong>del</strong> rumbo que el colonialismo com<strong>en</strong>zaba a seguir. Así, se precipitaron conflictos<br />
<strong>en</strong>tre las órd<strong>en</strong>es religiosas y <strong>en</strong>tre <strong>los</strong> clérigos, qui<strong>en</strong>es fueron <strong>los</strong> abanderados de posiciones<br />
teológicas fuertem<strong>en</strong>te <strong>en</strong>contradas: <strong>los</strong> <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos discutían sobre las particularidades<br />
de la conquista, <strong>los</strong> gestos de <strong>los</strong> españoles y las consecu<strong>en</strong>cias sociales y culturales<br />
sobre <strong>los</strong> indíg<strong>en</strong>as y mestizos 212 .<br />
Queda claro, por consigui<strong>en</strong>te, que la Iglesia católica puso <strong>en</strong> evid<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> América, desde<br />
la conquista y durante el proceso <strong>del</strong> colonialismo español que duró tres sig<strong>los</strong>, tanto <strong>en</strong> la<br />
discusión teológica como <strong>en</strong> la acción política de sus repres<strong>en</strong>tantes, t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias difer<strong>en</strong>tes,<br />
posiciones ideológicas contrarias, disputas económicas inconciliables y expresiones fuertes<br />
de poder que evid<strong>en</strong>ciaron alineami<strong>en</strong>tos políticos distintos, profundos intereses contrapuestos<br />
e iniciativas diverg<strong>en</strong>tes por iniciar, precautelar o ext<strong>en</strong>der determinadas maneras<br />
de ver y justificar el choque <strong>en</strong>tre <strong>los</strong> dos mundos.<br />
Por una parte, la Iglesia durante la colonia jugó un rol político c<strong>en</strong>tral para la justificación<br />
discursiva acerca <strong>del</strong> deber de evangelizar de <strong>los</strong> españoles y sobre su derecho de obt<strong>en</strong>er a<br />
cambio riqueza y trabajo. Pero también, por otra parte, clérigos como Montesinos y las <strong>Casa</strong>s<br />
<strong>en</strong> actitudes proféticas, d<strong>en</strong>unciaron teológica y políticam<strong>en</strong>te el carácter ambicioso y<br />
criminal que mostraban <strong>los</strong> españoles. Si por una parte, algunas expresiones ideológicas de<br />
la colonia justificaban <strong>los</strong> excesos de crueldad y el abuso g<strong>en</strong>ocida, también hubo <strong>en</strong> la historia<br />
de América, discursos teológicos contestatarios a tales acciones, dándose inclusive,<br />
int<strong>en</strong>tos eclesiásticos de desarrollar la evangelización de un modo pacífico. Si el discurso<br />
colonizador hacía parecer a <strong>los</strong> indios como b<strong>en</strong>eficiarios de la <strong>en</strong>comi<strong>en</strong>da, también es<br />
necesario destacar, por ejemplo, el s<strong>en</strong>tido que tuvieron las misiones jesuíticas que realizaron<br />
pl<strong>en</strong>am<strong>en</strong>te <strong>en</strong> tierras concedidas a Portugal, una utopía anticolonial 213 .<br />
Si, por una parte, <strong>los</strong> clérigos como cronistas argum<strong>en</strong>taron que las tradiciones religiosas<br />
nativas debían ser erradicadas y <strong>los</strong> ído<strong>los</strong> andinos extirpados, cabe también apreciar que<br />
gracias a las fu<strong>en</strong>tes escritas que dejaron a la posteridad, fue posible no sólo conocer la historia<br />
prehispánica, sino interpretar las expresiones culturales y religiosas nativas incluy<strong>en</strong>do<br />
la mitología andina. Si, por una parte, hubo ext<strong>en</strong>sas justificaciones a favor de la extirpación<br />
de idolatrías, hubo también argum<strong>en</strong>tos teológicos que discrepaban sobre temas religiosos<br />
s<strong>en</strong>sibles, referidos, por ejemplo, a la Virg<strong>en</strong> María y las herejías <strong>del</strong> mal 214 .<br />
Finalm<strong>en</strong>te, <strong>en</strong>tre el discurso político de carácter dicotómico –propio de la conquista-, y el<br />
212 Véase el texto que Maria Emma lvanovic y yo escribimos titulado “<strong>La</strong> irrupción de la conquista española<br />
sobre el ser <strong>del</strong> hombre andino”. Memorias <strong>del</strong> I Encu<strong>en</strong>tro Boliviano de Fi<strong>los</strong>ofía. UMSA, <strong>La</strong> Paz, 1988,<br />
pp. 175 ss. Sobre el debate concerni<strong>en</strong>te a la humanidad de <strong>los</strong> indios y la conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>cia de la conquista<br />
véase también el parágrafo 11 de este libro.<br />
213 Véase el texto de Hans-Jürg<strong>en</strong> Pri<strong>en</strong> <strong>La</strong> historia <strong>del</strong> cristianismo <strong>en</strong> América <strong>La</strong>tina. Op. Cit. pp. 75 ss.<br />
214 Al respecto, véanse, por ejemplo, <strong>los</strong> textos de Teresa Gisbert, Iconografía y mitos indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> el arte.<br />
Editorial Gisbert S.A. <strong>La</strong> Paz, 1980. p. 15; y “El ídolo de Copacabana, la virg<strong>en</strong> Maria y el mundo mítico<br />
de <strong>los</strong> aymaras”. En revista Yachay. Cochabamba, 1984. pp. 98 ss.<br />
168