Cosmovisión, Historia y Política en los Andes - La Casa del Corregidor
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Considerando las narraciones de <strong>los</strong> cronistas, se puede interpretar como su antagonista a la<br />
humanidad que él destruyó. <strong>La</strong> asociación de Tunupa con el fuego y el rayo 251 , da lugar a<br />
visualizar al agua como el elem<strong>en</strong>to opuesto a su id<strong>en</strong>tidad. En este s<strong>en</strong>tido es sugestivo<br />
que las mujeres peces estén asociadas con el agua y que <strong>en</strong> <strong>los</strong> relatos míticos hayan abandonado<br />
a Tunupa <strong>en</strong> el lago a merced de su propio sufrimi<strong>en</strong>to. Debido a que existe una<br />
humanidad “idólatra y pre-solar”, sigui<strong>en</strong>do la versión de <strong>los</strong> cronistas que hablan de Tunupa<br />
como un apóstol, resulta que parte de su obra de “creación” fue la humanidad que él<br />
mismo destruyó. Así, tal humanidad es su antagonista constituy<strong>en</strong>do para Tunupa, lo mismo<br />
que el cuarto Wiracocha: desord<strong>en</strong>, desarreglo social y caos. Taguapaca y Tunupa, por<br />
consigui<strong>en</strong>te, compartirían la misma estructura simbólica.<br />
Exist<strong>en</strong> otras formas de considerar al cuarto Wiracocha. Sigui<strong>en</strong>do una estructura cuadrilocular,<br />
María Rostworowski 252 establece otra lectura que señala que además de Taguapaca y<br />
Tunupa, exist<strong>en</strong> dos dioses relacionados con éstos: Taapac y Tarpaca. Los cuatro constituirían<br />
la repres<strong>en</strong>tación simbólica de la unidad de oposición complem<strong>en</strong>taria <strong>en</strong>tre el agua y<br />
el fuego ord<strong>en</strong>ados arriba y abajo. El fuego de arriba vincula a una de las <strong>en</strong>tidades con el<br />
rayo; el fuego de abajo asocia a la segunda con la lava de <strong>los</strong> volcanes; el agua de arriba<br />
refiere la lluvia vinculándose a la tercera <strong>en</strong>tidad, <strong>en</strong> tanto que la cuarta quedaría asociada<br />
con el agua de abajo: las lagunas y <strong>los</strong> puquios.<br />
El ciclo de <strong>los</strong> Wiracocha, según H<strong>en</strong>rique Urbano 253 , ti<strong>en</strong>e una analogía sorpr<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te con<br />
el ciclo de <strong>los</strong> Ayar, evid<strong>en</strong>ciándose relaciones estructurales similares. <strong>La</strong> primera semejanza<br />
radica <strong>en</strong> la división triple de las funciones que cumpl<strong>en</strong> <strong>los</strong> hermanos Ayar, funciones<br />
opuestas a la <strong>del</strong> antagonista. En efecto, las funciones política, ritual y agrícola que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran<br />
<strong>en</strong> <strong>los</strong> Wiracocha, se hallan también <strong>en</strong> el ciclo mítico de <strong>los</strong> Ayar, incluy<strong>en</strong>do la<br />
imag<strong>en</strong> de un cuarto Ayar que cumple la función de antagonista.<br />
Pero, Ayar Cachi, el cuarto de <strong>los</strong> hermanos, no se diluye <strong>en</strong> el agua. Según el mito, queda<br />
atrapado <strong>en</strong> el interior de la cueva de proced<strong>en</strong>cia, <strong>en</strong> la pacarina de Pacariqtambo. Admiti<strong>en</strong>do<br />
que Taguapaca y Cachi repres<strong>en</strong>tan la parte social y política no definida ni organizada;<br />
o como señala H<strong>en</strong>rique Urbano 254 , se trata de las figuras que correspond<strong>en</strong> a <strong>los</strong> antihéroes,<br />
<strong>en</strong>tonces respecto de lo que se asocia con “Pachayachachic” y con Ayar Manco,<br />
surg<strong>en</strong> algunas difer<strong>en</strong>cias que cabe poner <strong>en</strong> evid<strong>en</strong>cia.<br />
En el ciclo mítico de <strong>los</strong> Wiracocha, cada función está asociada con la <strong>en</strong>tidad que, de manera<br />
abstracta, la id<strong>en</strong>tifica. Esto se repite <strong>en</strong> el ciclo de <strong>los</strong> Ayar pero con la sigui<strong>en</strong>te difer<strong>en</strong>cia:<br />
cada función está repres<strong>en</strong>tada por una pareja y la decisión de reprimir a la parte<br />
antagonista surge de la pareja. El protagonismo <strong>en</strong>tonces, no es individual sino dual: un par<br />
fem<strong>en</strong>ino y masculino. En algunos casos, la parte fem<strong>en</strong>ina ti<strong>en</strong>e relevancia, por ejemplo,<br />
con Mama Guaco que es esposa de Ayar Auca. Asumi<strong>en</strong>do que la categoría de la dualidad<br />
251 Cfr. de Teresa Gisbert Iconografía y mitos indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> el arte. Gisbert S. A. <strong>La</strong> Paz, 1980. pp. 35 ss.<br />
252 Estructuras andinas de poder. Op. Cit. p. 29.<br />
253 Wiracocha y Ayar. Op. Cit. pp. XLVI ss.<br />
254 “Del sexo, incesto y <strong>los</strong> ancestros <strong>del</strong> Incarrí”. Op. Cit. p. 80.<br />
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