Cosmovisión, Historia y Política en los Andes - La Casa del Corregidor
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vicisitudes históricas de <strong>los</strong> sujetos subalternos, una visión <strong>en</strong> la que, por la fuerza cósmica<br />
de la inversión, se explican no sólo la alternancia de <strong>los</strong> opresores, sino las irrupciones<br />
dramáticas y sangri<strong>en</strong>tas de <strong>los</strong> indios levantando la cabeza y ejerci<strong>en</strong>do poder.<br />
<strong>La</strong> fundación de Bolivia <strong>en</strong> 1825 implicó variar la realidad económica y política <strong>del</strong> país,<br />
pero <strong>los</strong> cambios sociales y las transformaciones ideológicas no fueron sustantivam<strong>en</strong>te<br />
difer<strong>en</strong>tes, prolongándose el imaginario colonial de siempre. Así, para <strong>los</strong> indios, la misma<br />
realidad fue impuesta remozándose sólo la id<strong>en</strong>tidad de <strong>los</strong> nuevos amos <strong>en</strong> las haci<strong>en</strong>das<br />
<strong>del</strong> agro y <strong>en</strong> la servidumbre de las ciudades.<br />
<strong>La</strong> misma estructura simbólica se mantuvo constante <strong>en</strong> el siglo XIX y la primera mitad<br />
<strong>del</strong> siglo XX: el indio llevó siempre la peor parte, soportar a uno y ci<strong>en</strong>tos de amos que,<br />
por turno, le oprimieron y explotaron <strong>en</strong> <strong>los</strong> más diversos esc<strong>en</strong>arios políticos y sociales.<br />
Tales esc<strong>en</strong>arios fueron recreados por <strong>los</strong> propios grupos dominantes para justificar la remoción<br />
de sí mismos como <strong>los</strong> nuevos sujetos que ejercerían poder. <strong>La</strong> her<strong>en</strong>cia ideológica<br />
colonial más evid<strong>en</strong>te de esto se expresó <strong>en</strong> el racismo virul<strong>en</strong>to <strong>del</strong> conservatismo decimonónico<br />
<strong>en</strong> contra <strong>del</strong> indio. Posteriorm<strong>en</strong>te, al producirse la Revolución Federal de<br />
1899, tampoco se asumieron <strong>los</strong> principios liberales de igualdad ante la ley y de reconocimi<strong>en</strong>to<br />
de la dignidad humana que supuestam<strong>en</strong>te la clase revolucionaria llevaría a la práctica.<br />
Al contrario, prevaleció –con el mismo tono post-colonial de siempre-, un remozado<br />
paternalismo modernizante que no alteró el desprecio por las razas autóctonas. Después,<br />
tales repres<strong>en</strong>taciones simbólicas se mantuvieron inalteradas pese a <strong>los</strong> cambios políticos<br />
que acontecieron durante más de medio siglo.<br />
Con la Revolución Nacional de 1952 se produjeron cambios sustantivos <strong>en</strong> las relaciones<br />
sociales, proyectándose la construcción de un nuevo imaginario colectivo. A mediados de<br />
siglo, la revolución otorgó tierras a <strong>los</strong> indios, les reconoció el derecho de ciudadanía y<br />
estableció la educación como universal, gratuita y obligatoria hasta <strong>los</strong> 14 años. Sin embargo,<br />
estos logros no desplazaron absolutam<strong>en</strong>te la estructura simbólica de la ideología<br />
colonial 43 . Los campesinos <strong>en</strong> el agro y las clases bajas <strong>en</strong> la ciudad asumieron al nuevo<br />
Estado id<strong>en</strong>tificándolo con el MNR y sus líderes. De este modo, la relación opresiva y expoliadora<br />
fom<strong>en</strong>tada por el Estado post-colonial inició un proceso de desplazami<strong>en</strong>to simbólico<br />
y material, de manera que se articuló una nueva relación de la sociedad civil, y <strong>en</strong><br />
particular, de <strong>los</strong> grupos subalternos con el Estado: se constituyó el Estado b<strong>en</strong>efactor y de<br />
preb<strong>en</strong>da que posibilitaba la participación ciudadana de <strong>los</strong> sectores excluidos y marginales,<br />
ofreciéndoles promoción y protección a cambio de votos y apoyo político al MNR.<br />
El Estado reconoció a <strong>los</strong> indios y a <strong>los</strong> grupos subalternos como ciudadanos, les <strong>en</strong>tregó<br />
tierras, fom<strong>en</strong>tó que tomaran parte <strong>en</strong> <strong>los</strong> acontecimi<strong>en</strong>tos políticos, les instó a organizarse<br />
y distribuyó <strong>los</strong> recursos públicos gracias a la liquidación de la oligarquía minera. Así, el<br />
reconocimi<strong>en</strong>to de sus derechos y dignidad secularm<strong>en</strong>te conculcados, se realizó mediante<br />
un acuerdo implícito de intercambio. Sin embargo, <strong>los</strong> cambios simbólicos no tuvieron la<br />
43 El tema de la educación <strong>del</strong> indio y, particularm<strong>en</strong>te, la formación de profesores para tal finalidad, ha<br />
sido ampliam<strong>en</strong>te tratado <strong>en</strong> mi libro <strong>La</strong> formación doc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> Bolivia. <strong>La</strong> Paz, 2005, pp. 30 ss. Véase<br />
también mi libro publicado por el Instituto de Estudios Bolivianos, <strong>La</strong> educación intercultural <strong>en</strong> Bolivia.<br />
UMSA, 2005. pp. 33 ss.<br />
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