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Abuso sexual infantil: Manual de formación para profesionales - Amuvi

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La ambivalencia afectiva hacia el agresor es una<br />

cuestión especialmente presente en los niños que<br />

han sufrido abusos <strong>sexual</strong>es por parte <strong>de</strong> personas<br />

que constituían referentes afectivos hacia él. En<br />

el mundo interior <strong>de</strong>l niño, el agresor pue<strong>de</strong><br />

convertirse en dos personas: una, a la que el<br />

niño quiere y echa <strong>de</strong> menos, y otra con la que el<br />

niño está enfadado y <strong>de</strong> la que quiere ser<br />

protegido. El terapeuta <strong>de</strong>berá cuidar que la<br />

imagen negativa que tenga <strong>de</strong>l agresor no le<br />

impida reconocer estos sentimientos <strong>de</strong> anhelo por<br />

la persona con la que está vinculada<br />

afectivamente, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong>l daño que le<br />

haya realizado. An<strong>de</strong>rs Nyman y Börje Svenson <strong>de</strong><br />

la Boys Clinic en Suecia, en sus intervenciones<br />

terapéuticas, mantienen esta disociación <strong>para</strong> que<br />

al menos en terapia el niño pueda <strong>de</strong>struir al<br />

papá malo e i<strong>de</strong>ntificarse con el papá bueno.<br />

Ellos mantienen que así es posible enten<strong>de</strong>r<br />

también por qué la madre eligió vivir con su<br />

padre. De esta forma, se crea una imagen <strong>de</strong>l<br />

progenitor que cometió el abuso <strong>de</strong> la que es más<br />

fácil hablar.<br />

✔ Explicar por qué y cómo se llega a la agresión.<br />

En muchas ocasiones, y cuando el proceso<br />

terapéutico está avanzado, las víctimas <strong>de</strong> abuso<br />

<strong>sexual</strong> plantean una pregunta <strong>de</strong> no fácil<br />

respuesta. ”¿Por qué ocurrió?”, “¿por qué lo<br />

hizo?”. Ante este hecho se necesita encontrar una<br />

explicación clarificadora. Al principio el<br />

sentirse culpable, a pesar <strong>de</strong> lo doloroso, pue<strong>de</strong><br />

servir como explicación: “Esto ocurrió porque yo<br />

lo provoqué”.<br />

Cuando ya se ha trabajado la culpa, llega el<br />

momento <strong>de</strong> explicar a la víctima quién es el<br />

responsable y, sobre todo, por qué actuó como lo<br />

hizo. No se trata <strong>de</strong> disculpar al agresor, sino<br />

<strong>de</strong> permitir una mejor comprensión <strong>de</strong>l hecho <strong>para</strong><br />

la víctima. En este punto, pue<strong>de</strong> ser útil<br />

utilizar el Círculo <strong>de</strong>l <strong>Abuso</strong>, que se menciona en<br />

un apartado posterior.<br />

d) Cuestiones transversales en todo el proceso<br />

En cualquier proceso terapéutico aparecen una serie<br />

<strong>de</strong> cuestiones que permearán el mismo. En el caso<br />

que nos ocupa, prevenir que el episodio vuelva a<br />

suce<strong>de</strong>r y re<strong>para</strong>r el daño que se ha causado a la<br />

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