Nº 18 15/07/2008 - enfoqueseducativos.es

Revista digital ENFOQUES EDUCATIVOS Nº 18 15/07/2008
estimular); una presentación clara de estímulos discriminativos y la neutralización de
los irrelevantes; evitar factores de distracción y ambigüedad y mantener motivado al
niño mediante reforzadores poderosos.
El objetivo del educador debe ser dar intención y significado a las acciones del niño,
acciones que o bien existen en su repertorio, o bien le son enseñadas. Esté objetivo se
obtiene a través de las reacciones que el niño percibe en los demás y en el entorno
cuando él las realiza, de manera que cuando el niño actúa y el medio responde de modo
establece a esas acciones, esté se da cuenta de que hay una relación causal entre su acto
y la respuesta del entorno. El eje central de la intervención reside, por tanto, en la
creación de esquemas de causalidad en los que el niño es el actor.
Intervención en el área social.
La intervención en el área social ha de tener como punto de partida un ambiente
estructurado, previsible y con un alto grado de coherencia. Es necesario un estilo
intrusito, que implica “forzar” al niño a los contextos y situaciones de interacción que se
diseñan para él, sin olvidar favorecer las competencias sociales que ya tenga. Es
necesario diseñar el entorno con claves concretas y simples que ayuden al niño a
estructurar el espacio y el tiempo, por ejemplo dando información por adelantado
mediante carteles con pictogramas de la actividad que se va a realizar a continuación,
además de expresarla verbalmente.
Otro modo de mejorar la competencia social de los alumnos con autismo es la de
atribuir consistentemente intencionados sociales (de interacción social) a sus acciones,
procurando que nuestras reacciones estén relacionadas con ellas y sean claramente
perceptibles y motivantes. Esto implica una labor importante del diseño previo de
reacciones optimizadotas. En este sentido, el educador pasa de ser un planificador de
acciones educativas para las que los alumnos tienen que producir reacciones, a ser,
además de lo anterior, un diseñador de reacciones ante las acciones del alumno.
Intervención en el área de comunicación.
En el autismo, donde están alterados los patrones de interacción social reciproca, es
lógico que se dé una alteración en los patrones de comunicación tanto verbal como no
verbal, y dentro de está alteración de la comunicación, la mayor alteración se produce,
en el componente pragmático del lenguaje, frente a los componentes formal y semántico
en los que más que alteración lo que se produce es un retraso en su adquisición.
Las personas con autismo faltan en cuanto a habilidades conversacionales: no dan
información relevante al oyente, carecen casi por completo de espontaneidad, hacen
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