Nº 18 15/07/2008 - enfoqueseducativos.es

Revista digital ENFOQUES EDUCATIVOS Nº 18 15/07/2008
La acción más consciente de esta escuela se realiza a través de un Proyecto de
Centro definitorio de la institución escolar, de su estilo formativo, de los contenidos
formativos relacionados con la cultura, de las estructuras de participación, e incardinado
y comprometido con la comunidad en la que está inmersa. Se diseña así un conjunto
integrado de influencias y acciones dentro de la cual ha de insertarse la intervención
psicopedagógica.
Las interacciones en el sistema escolar
Todas las partes del sistema interactúan entre sí con el fin de alcanzar los objetivos
que impulsan al sistema. Al mismo tiempo la totalidad del sistema es influido por los
agentes de otros marcos educativos exteriores. Se establece así una red de relaciones
interactivas de carácter complejo que implica una organización, un orden y una
jerarquía. El cambio de sentido perfectivo que busca la escuela, la modificación positiva
de las conductas en la dirección de los objetivos diseñados, es el producto de una red
rica de interacciones y es fruto de la comunicación interactiva que permite regular el
sistema y conseguir las readaptaciones multidireccionales que permitan alcanzar un
comportamiento optimizante, es decir, llegar a los objetivos propuestos.
Este proceso interactivo de comunicación, modulador del cambio, tanto de los
elementos como del sistema, es descrito hoy en términos sistémicos complejos lejos de
otras interpretaciones simplistas. La comunicación educativa de carácter institucional
educativo ha sido interpretada desde los filtros de la psicología de acuerdo con modelos
que continúan más o menos vigentes o más o menos modulados por la interpretación
actual más interactiva y sistemática.
El modelo dominante a finales del siglo pasado, y buena parte de éste, se acomoda
en lineas generales a lo que podríamos llamar el modelo de las ciencias físiconaturales.
Algunos prefieren llamarlo el método newtoniano. Este modelo, cuyo peso sigue siendo
muy fuerte, conduce a una interpretación de las acciones comunicativo-educativas en
términos reduccionistas. Por su simplicidad atraen fácilmente adeptos. Dentro de este
esquema situaríamos al modelo pauloviano de estímulo respuesta. El diagnóstico y la
intervención tratarían de definir y modificar los antecedentes de las conductas. En el
ámbito escolar se trataría de definir qué situaciones previas desencadenan determinadas
conductas subsiguientes para intentar cambiarlas. Se produce así un desplazamiento del
paradigma pauloviano, nacido en contextos más modestos, a situaciones mucho más
generales y complejas. Este paradigma de condicionamiento clásico se sigue utilizando
en contextos escolares.
El modelo de condiconamiento clásico, al centrarse con demasiada exclusividad en
los antecedentes de las conductas se muestra muy limitado. Hay una gran restricción del
campo de interacciones. Surge de este modo el paradigma skinneriano de modificación
de las conductas que incorpora a través del condicionamiento operante una
preocupación por los consecuentes de las conductas.
Tanto el modelo pauloviano como el primitivo skinneriano dejan de lado o tratan
insuficientemente los aspectos interactivos que afectan sobre todo a las relaciones
interpersonales, como es casi siempre el caso en educación.
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