12.07.2015 Views

LA ESENCIA DEL CRISTIANISMO Ludwig Feuerbach Prólogo a la ...

LA ESENCIA DEL CRISTIANISMO Ludwig Feuerbach Prólogo a la ...

LA ESENCIA DEL CRISTIANISMO Ludwig Feuerbach Prólogo a la ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

imaginativa. Por eso <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras eran para los antiguos pueblos,por ser el<strong>la</strong>s hijas de <strong>la</strong> fuerza imaginativa, seres misteriosos,mágicos y poderosos. Hasta los mismos cristianos, y no sólo losfieles, sino también los doctos, los padres de <strong>la</strong> Iglesia, atribuían alsólo nombre de Cristo fuerzas curativas misteriosas. Y hoy todavíael vulgo cree que es posible encantar a los hombres mediantepa<strong>la</strong>bras. ¿De dónde viene esta creencia en fuerzas supuestas de<strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra? Sólo porque <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra misma es un ser de <strong>la</strong> facultadimaginativa, teniendo, por eso mismo, efectos narcóticos sobre elhombre, aprisionándole bajo el dominio de <strong>la</strong> fantasía. Las pa<strong>la</strong>brasposeen fuerzas revolucionarias, <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras dominan a <strong>la</strong>humanidad. Santa es <strong>la</strong> leyenda; pero despreciada es <strong>la</strong> empresade <strong>la</strong> razón y de <strong>la</strong> verdad.La afirmación u objetivación del ser de <strong>la</strong> fantasía está porello a <strong>la</strong> vez ligada a <strong>la</strong> afirmación y objetivación de <strong>la</strong> esencia delidioma, de <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra.El hombre no sólo tiene un instinto, una necesidad de pensar,de simu<strong>la</strong>r y de fantasear; sino que tiene también el instinto dehab<strong>la</strong>r, de manifestar sus ideas, de comunicar<strong>la</strong>s. Divino es eseinstinto, divina <strong>la</strong> potencia de <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra. La pa<strong>la</strong>bra es <strong>la</strong> ideafigurada, patente, radiante, bril<strong>la</strong>nte e iluminativa. La pa<strong>la</strong>bra es <strong>la</strong>luz del mundo. La pa<strong>la</strong>bra nos introduce en toda <strong>la</strong> verdad, reve<strong>la</strong>todos los secretos, ilustra lo invisible, presencia lo pasado y loremoto, hace finito lo infinito y hace eterno lo que es temporario.Los hombres perecen, <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra permanece; <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra es vida yverdad. A <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra se ha dado todo el poder: <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra hace vera los ciegos, hace caminar a los cojos, sana a los enfermos,resucita a los muertos, <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra hace mi<strong>la</strong>gros, los mi<strong>la</strong>grosrazonables. La pa<strong>la</strong>bra es el evangelio, es el paráclito, el consuelode <strong>la</strong> humanidad. Para convencerte de <strong>la</strong> esencia divina del hab<strong>la</strong>,imagínate solo y abandonado, pero capaz de hab<strong>la</strong>r y queentonces oyeras por primera vez <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra de un hombre: ¿acasono te parecería esta pa<strong>la</strong>bra como dicha por un ángel, como <strong>la</strong> vozde Dios mismo, como música celestial? En efecto, <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra no esmenos rica ni menos animada que el sonido musical, aunque enapariencia el sonido dice infinitamente más que <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra, debidoa que te rodea esa ilusión de que es más profundo y más rico que<strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra.La pa<strong>la</strong>bra tiene una fuerza radiante, conciliadora,beatificadora y libertadora. Los pecados que confesamos nos son37perdonados en virtud del poder divino de <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra. El moribundose separa reconciliado de este mundo si ha confesado suspecados tanto tiempo ocultos. El perdón de los pecados está en <strong>la</strong>confesión de los mismos. Los dolores que confesamos a un amigo,ya por esa misma acción son casi curados.Al hab<strong>la</strong>r se mitigan nuestras pasiones, se ac<strong>la</strong>ran ennosotros; y el objeto de <strong>la</strong> ira, del enojo, de <strong>la</strong> preocupación, nosaparece bajo un aspecto distinto, que nos hace ver <strong>la</strong> indignidad de<strong>la</strong> pasión. Cuando tenemos alguna duda, sólo necesitamos hab<strong>la</strong>ry ya en el mismo instante en que abrimos <strong>la</strong> boca para preguntar a<strong>la</strong>migo, desaparecen <strong>la</strong> duda y <strong>la</strong>s oscuridades. La pa<strong>la</strong>bra hacelibre al hombre. Quien no puede exteriorizarse es un esc<strong>la</strong>vo. Poreso no pueden hab<strong>la</strong>r ni <strong>la</strong> pasión excesiva, ni <strong>la</strong> alegría excesiva,ni el dolor excesivo. Hab<strong>la</strong>r es un acto de libertad: <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra mismaes libertad. Con razón se considera a <strong>la</strong> formación de <strong>la</strong> lenguacomo <strong>la</strong> raíz de <strong>la</strong> cultura; donde se cultiva <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra, se cultiva <strong>la</strong>humanidad. La barbarie de <strong>la</strong> Edad Media desapareció con <strong>la</strong>evolución del lenguaje.Si no podemos imaginar ni concebir otra cosa que cosasdivinas, si así es lo razonable que pensamos, lo bueno queamamos, y lo bello que sentimos, entonces no conocemostampoco ningún poder ni ninguna fuerza más sublime y másespiritual que <strong>la</strong> fuerza de <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bras. Dios es <strong>la</strong> suma de toda <strong>la</strong>realidad, es decir, de toda <strong>la</strong> esencia y perfección. Todo lo que elhombre siente o reconoce como realidad, lo debe poner en Dios oconsiderarlo como Dios. Por eso <strong>la</strong> religión debe darse cuentatambién de <strong>la</strong> fuerza de <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra como de un poder divino. Lapa<strong>la</strong>bra de Dios es <strong>la</strong> divinidad de <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra. Así como el<strong>la</strong> seconvierte, dentro de <strong>la</strong> religión, en un objeto del hombre el<strong>la</strong> es <strong>la</strong>esencia verdadera de <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra humana. Por eso, <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra deDios debe diferenciarse de <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra humana por el hecho de queno es un simple hábito transitorio, sino un ser que nos ha sidocomunicado. ¿Pero acaso no contiene también <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra delhombre a <strong>la</strong> esencia de éste, no contiene a su propio yo, por lomenos cuando es una pa<strong>la</strong>bra verdadera? Por eso <strong>la</strong> religión toma<strong>la</strong> apariencia de <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra humana por su esencia;necesariamente representa por lo tanto <strong>la</strong> esencia verdadera de <strong>la</strong>pa<strong>la</strong>bra como una esencia especial y distinta de <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>brahumana.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!